lunes, 28 de marzo de 2011

10 Consejos para Tomar Decisiones Correctas

 

Emprender y administrar un negocio, representa enfrentarse constantemente a la toma de una serie de decisiones desde el mismo momento en que inicia el proyecto y tal vez mucho antes.


Infinidad de preguntas surgen y todo emprendedor quisiera tener la varita mágica que le revele el futuro para saber si las decisiones que tomará son correctas.

Sin embargo, en la práctica esto no es así. Por ejemplo algunas cuestiones usuales que requieren una decisión son:

¿Cuándo debo iniciar?
¿Cuánto me conviene invertir?
¿Que tipo de negocio debo poner?
¿Que medios utilizaré para promocionarme?
¿Invierto ahora en esto o espero?
¿Contrato a esta persona o a esta otra?
¿Sigo con este proveedor o lo cambio?

Esto por mencionar solo unos pocos ejemplos. Hoy te comparto al menos 10 consejos para tomar decisiones correctas en los negocios.

  1. La decisión conlleva consecuencias, siempre. Cada día, cada momento, cada segundo debemos tomar decisiones pero debemos tener muy claro que junto con ellas, tomamos las consecuencias de las mismas. Por ejemplo, si decidimos contratar un vendedor, sabremos que representa un impacto en nuestro presupuesto pero a la vez representará un aumento definitivo en las ventas.
  2. Las consecuencias de una decisión no siempre se pueden medir de inmediato. Los resultados podrían percibirse a corto, mediano y largo plazo. Estar conscientes de cuándo veremos los resultados es fundamental ya que una decisión puede ser algo positivo a corto plazo pero podría ser negativa a largo plazo. Ejemplo: bajar o subir precios.
  3. En cuestiones técnicas es conveniente buscar asesoría para tomar la mejor decisión. Si necesitas comprar una máquina especial, si necesitas implementar un nuevo sistema. Siempre deberás conseguir a alguien que ya tenga ese sistema o esa máquina y que te pueda ofrecer una perspectiva realista de cómo es la experiencia tanto en aspectos positivos como negativos, de esa manera te ahorrarás muchísimos dolores de cabeza por imprevistos.
  4. Reúne toda la información posible previo a decidir. Uno de los grandes errores en los negocios es decidir acerca de algo sin contar con toda la información necesaria para que tu juicio sea acertado. De forma similar, decidir bajo efecto de emociones fuertes como enojo, ira o tristeza nunca es conveniente. Reúne siempre toda la información relevante a aquello en lo que tengas que decidir, especialmente si son conflictos laborales.
  5. Hazte preguntas (planifica estratégicamente). Una técnica conocida para tomar decisiones acertadas es hacerse preguntas como ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién?, ¿Dónde?. Responderlas acerca de esa situación en especial te permitirá clarificar tus pensamientos y definir cuándo es el momento adecuado para algo.
  6. Analiza otras alternativas. Antes de decidir, explora siempre otras alternativas. No significa que tu decisión sea mala, simplemente significa que podría haber otras mejores. Para ello es conveniente definir tu sentido de prioridades y urgencia y tomarse el tiempo para analizar si puedes obtener los mismos resultados de forma distinta. Por ejemplo: decisiones como reducir personal, aumentar precios, invertir en un evento, etc.
  7. Haga una lluvia de ideas. Reunir a tu equipo de trabajo o bien reunir a un grupo de personas muy sensatas, creativas e inteligentes que te ayuden a crear una lluvia o tormenta de ideas para evaluar o mejorar tu propuesta también es un método que funciona muy bien. Esto es conveniente por ejemplo para decidir el nombre de un producto, colores para un uniforme, un logotipo o eslogan, etc.
  8. Finalmente Decida!. Si estás en el proceso de tomar una decisión de negocios, es importante decidir. Vacilar o dudar por largo tiempo acerca de algo solamente crea un sentido de inseguridad negativo. Ante la duda, siempre es conveniente dar el paso. Es mejor equivocarse y rectificar el camino que no hacer nada. Pero lo peor de todo puede ser quedarse en el espacio de la duda. Ejemplos: cuando necesitas prescindir de un empleado, cuando quieres dejar de prestar un servicio o incluso cuando necesitas cerrar tu negocio, lo cual no es el fin.
  9. Evalúa los resultados. Decidir acerca de algo es tan solo el inicio del proceso. Luego, debes monitorear y dar seguimiento a aquello sobre lo que has tomado una decisión. Debes buscar retroalimentación que te permita evaluar y tener un mejor criterio en futuras oportunidades.
  10. Evita la ansiedad. Otro error común que debes evitar, es tomar decisiones por ansiedad o por presiones del entorno. Recuerda que no por decidir de inmediato habrás resuelto con efectividad y en su real magnitud una situación. Así que busca momentos de serenidad para escribir y evaluar todos los aspectos relevantes a tomar en cuenta.

En conclusión podríamos decir que una decisión es buena si además de producir resultados económicos o comerciales, produce tranquilidad, crecimiento, desarrollo y paz. 

 

 

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viernes, 25 de marzo de 2011

7 consejos para recobrar la motivación cuando las cosas no van bien

Hay veces en que ciertas circunstancias de la vida pueden provocar que dejes de ver tus objetivos claros y que pienses en abandonar tus planes y renunciar a lo que te habías propuesto. Son situaciones difíciles, a veces inesperadas, que hacen que afloren tus miedos e inseguridades, que te dejes llevar por el desaliento, pierdas la motivación y te sientas perdida, sin rumbo.

¿Qué puedes hacer si te encuentras en una situación así? ¿Cómo puedes recobrar tu motivación y seguir adelante con tus proyectos? Si estás dispuesta a poner de tu parte, a seguir adelante como sea, hay varias cosas que te pueden ayudar:

1. Acepta lo que es. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es la realidad. La aceptación es un paso importante, saber que llegarán mejores momentos, que esto es un bache en tu vida. Resistirse al cambio sólo va a hacer que lo pases peor. Una forma de empezar a aceptar las cosas es mostrar gratitud por lo que todavía tienes, por poco que sea. Piensa en tres cosas por las que puedes estar agradecida todos los días, incluso pequeñas cosas valen: un día bonito, tener para comer, el apoyo de tu familia, la sonrisa de un desconocido, seguro que puedes encontrar más de tres.

2. Encuentra tiempo TODOS los días para hacer algo que te guste. Aunque sólo sean 5 minutos, dedícalos a cuidarte. Sea lo que sea lo que te hace sentir bien: un rato al sol con un café, un buen libro, hacer ejercicio, darte un baño, jugar con tu hijo, rezar, lo que más te apetezca. Coge otra vez lápiz y papel y haz una lista con las cosas que te dan energía, que te hacen sentir bien y empieza hoy mismo.

3. Busca apoyo. Es un hecho, las personas que se relacionan socialmente son más felices. Aunque ahora sólo te apetezca estar sola y encerrarte en casa, es justo lo contrario lo que te te hará sentir mejor. Rodéate de gente que te quiera y que te ayude a pensar en el futuro, nada de víctimas ni pesimistas. Tu pareja, tu familia, tus mejores amigos, tu coach. Quien tú quieras, pero alguien.

4. Descansa y Reflexiona. En un época en la que todos vamos corriendo a todas partes, parar a recuperar la energía te vendrá muy bien.  Ahora es un buen momento para pararte a pensar por dónde vas y qué es lo que quieres. Normalmente este tipo de situaciones hace que cambien tus prioridades, así que coge lápiz y papel (o siéntate al ordenador si lo prefieres) y empieza a apuntar todo lo que se te venga a la cabeza ante la pregunta “¿qué quiero?” No lo que los demás quieren o creen que es mejor para ti, lo que tú quieres. Considéralo un tiempo de barbecho, para recargar las pilas y volver a dar lo mejor de ti misma.

5. Revisa tus objetivos y proyectos actuales. ¿Están en concordancia con lo que quieres? Recuerda que tus acciones y objetivos solo son útiles si te llevan a donde tu quieres ir. Por eso es importante que te tomes tiempo para decidir dónde quieres ir y en qué punto del camino estas.

6. Céntrate en el siguiente paso a dar. Muchas veces cuando nos proponemos algo importante, nos agobiamos al ver todo lo que queda por hacer. Lo mejor es centrarse sólo en un paso, el que tienes que dar a continuación. Aunque siempre tengas en mente el destino final, centrarte en el siguiente paso a dar hará que te resulte más fácil avanzar y ya se sabe, paso a paso...

7. Recuérdate constantemente por qué quieres lograr tus proyectos. Visualiza el resultado final, guarda fotos o recortes de cosas que te motiven y te recuerden cual es tu objetivo. Una vez que tengas claro por qué tus proyectos son importantes para ti, el cómo no será un problema sino un mero obstáculo. Además,  el hecho de saber lo que quieres y qué pasos tienes que dar para conseguirlo es algo que te hará sentir motivada casi sin quererlo.

Quiero hacer hincapié en un detalle, todas estas sugerencias son aplicables si tu quieres poner de tu parte, si estas dispuesta a seguir adelante como sea. SIn embargo, en ningún caso pueden sustituir la opinión o tratamiento de un terapeuta. Si no estas bien, si tu situación y desanimo son graves, consulta con un psicólogo o terapeuta puesto que son profesionales que te pueden ayudar en los momentos mas duros, cuando no tienes fuerzas para hacerlo por ti misma.

Si estas dispuesta a seguir adelante, a poner de tu parte para completar tus proyectos, entonces te animo a que pruebes estas sugerencias y me cuentes que tal te funcionan.

 

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jueves, 24 de marzo de 2011

Cómo eliminar los conceptos negativos sobre nosotros mismos

Suele ser más fácil encontrar las cosas malas que las buenas de nosotros mismos, y al reconocerlas fácilmente, las hacemos cada vez más fuertes. Es importante eliminar esos conceptos negativos y fortalecernos a partir de lo positivo.

Pensamiento-positivo

A veces nos reconocemos en nuestras fortalezas sin inconvenientes, pero a veces no. En esos días en los que no logras conciliar tus emociones sobre ti mismo, debes aprender a no dejarte caer presa de los conceptos negativos, pues pueden ser el puntapié inicial a una autoestima debilitada, y a un momento de pesar y depresión.

 

Todos tenemos debilidades, eso es seguro, y conocer (o reconocer) estas debilidades es por demás importante. Ello se debe a que reconociendo nuestros lados más flacos, podremos solucionar aquello que requiera de una solución, y podremos trabajar o desarrollar aquello que pueda ser mejorado. Comprender nuestras limitaciones también es importante, pues nos permite saber de antemano hasta dónde podemos llegar. Luego, podremos elevar la barra y seguir intentándolo, pero ciertamente si conocemos dónde está la frontera, no nos detendremos antes.

Para eliminar los conceptos negativos que tenemos sobre nosotros, es importante conocer y reconocer nuestras fortalezas. Las fortalezas son nuestra mejor imagen, herramienta y fuente de bienestar. Son las fortalezas las que nos impulsan a emprender proyectos, a sabiendas de nuestras capacidades. Cuando sufras días de pocos aciertos, una buena técnica para subir el nivel de bienestar rápido es hacer una pequeña trampilla, y elaborar algo en un área de trabajo en la que sepas de antemano que eres un experto. ¿Cocinas como nadie? O, al menos, ¿te gusta cocinar? Pues en un día gris, ponte a preparar tu plato favorito, y felicítate al degustarlo.

Siempre tendremos debilidades, lados flacos y desaciertos, pero nada ganas con estar recordándotelos todo el tiempo. Es más: sólo terminarás por hacerte un daño emocional importante. Por ello, en lugar de simplemente decir "no soy un buen cocinero", plantéate la solución. Aprende a cocinar, toma clases, sigue recetas de libros para principiante, y reemplaza ese "no soy bueno" por un "cada día mejoro más".


Así como somos muy prácticos a la hora de encontrar lo malo en cada cosa, debemos aprender a hallarle a todo lo bueno y lo atractivo. Recuerda que todo concepto negativo puede ser, muy fácilmente, reemplazado por uno positivo, con igual facilidad de lo que requirió en ser construido. Pero esta será sólo tu responsabilidad, y sólo tú podrás hacerlo. Sin importar cuántas cosas lindas escuches de bocas ajenas, las que subirán tus ánimos serán las que salgan de tus propios labios, y de tu propio corazón y mente.

 

 

 

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