martes, 26 de julio de 2011

¿Podrías confiar en un idiota?

Criticar_discernir_4

Por: Yohel Amat
En muchas ocasiones en la vida confiamos en alguien en el cual la mayoría de nosotros creemos sabio y fiable: nuestro criterio.

Sin embargo, en muchos casos pasamos por alto evaluar los resultados de haber seguido los sabios consejos de nuestro criterio, de manera que nos permita evaluar los resultados de haber seguido sus instrucciones.

Antes de continuar, quiero aclarar que hay criterios y hay criterios: hay personas que tienen muy buen criterio para el amor y uno muy malo para las finanzas, por ejemplo.
Es importante aclarar esto.

Habiendo dejado bien claro este punto, antes de tomar decisiones basadas en tu criterio debes evaluar si te sientes satisfecho de los resultados obtenidos en ocasiones pasadas al dejarte llevar por lo que tu criterio te dictó.

Si la evaluación no es buena y si no has hecho nada al respecto para mejorar la calidad de tu criterio en esa materia - financiera, amorosa, espiritual, política, etc. - entonces sería de tontos volver a confiar en alguien que se ha mostrado ineficiente anteriormente en la obtención de resultados satisfactorios para nuestra vida.

Cuando digo mejorar la calidad de nuestro criterio me refiero a que si no hemos aprendido nada de nuestros errores pasados, si no hemos estudiado para darle mejores elementos para darnos mejores consejos, si no hemos madurado más que la última vez, entonces lo más seguro es que nuestro criterio seguirá siendo el mismo estúpido de la última vez.
Y por ello sería cuestionable volver a confiar ciegamente en él.

Lo más adecuado es que ante las oportunidades que nos da la vida para cambiar las cosas drásticamente - un dinero inesperado, una herencia, una oportunidad espectacular de trabajo, la aparición de la pareja de nuestros sueños, etc. - hagamos el análisis sugerido y si no pasa la prueba entonces busquemos alguien que sí tenga un criterio probado con resultados previos al respecto y nos asesoremos para esta vez sí tomar una buena decisión.


Recordemos que la vida raras veces da segundas oportunidades.



miércoles, 6 de julio de 2011

9 estrategias para salir del estancamiento laboral

Autor: Aida Baida Gil

¿Te sientes estancada profesionalmente? Puede que lleves mucho tiempo en el mismo puesto de trabajo y con las mismas responsabilidades y sientas que no avanzas profesionalmente, o puede que ya no te satisfaga tu situación y no sepas cómo salir de ella. Si en tu carrera profesional no tienes clara la trayectoria o no ves posibilidades de ascenso, no sólo no estarás aprovechando al máximo tus habilidades sino que, probablemente, te sentirás frustrada y aburrida.

Si sientes que no avanzas profesionalmente y no sabes por qué ni cómo salir de esa situación, aquí tienes algunas recomendaciones:

● Huye de la comodidad. Si llevas mucho tiempo dedicándote a lo mismo y lo conoces todo bien y te manejas a la perfección, es muy fácil que te acomodes a esa situación, y empieces a creer que tampoco estarías tan mal así siempre, con esa supuesta estabilidad, teniéndolo todo bajo control. ¿Para que vas a intentar que te asciendan o cambiar de trabajo o montar tu propio negocio?

El problema de esta situación es que si rascas un poco te das cuenta de que lo que haces no te llena y lo que pasa es que tienes miedo de salir de tu zona de confort, esa que conoces tan bien y donde te sientes segura, pero ¿qué precio estás pagando por ello? Procura no acomodarte y tener siempre retos nuevos.

● Planifica tu trayectoria profesional. Es curioso como la mayoría de las personas planifican cuidadosamente sus vacaciones y, sin embargo, no emplean ni cinco minutos en planificar su trayectoria profesional. Teniendo en cuanta la cantidad de tiempo que pasas trabajando, dedicarte a algo que te guste y con lo que te sientas satisfecha es fundamental. Para que no te pases la vida esperando las vacaciones y los fines de semana.

Tómate tu tiempo para planificar qué tipo de trayectoria profesional quieres seguir (como siempre, en función de tus valores y prioridades), hasta dónde quieres llegar, qué significa el éxito profesional para ti. Si no tienes metas y no sabes qué camino seguir es fácil que te quedes estancada y vayas aceptando trabajos sin pensarlo mucho o que te quedes en el mismo porque no te has planteado que más hacer.

● Analiza tu situación actual. Siempre es importante conocer bien el punto de partida, para que seas consciente de los recursos que tienes (experiencia, habilidades, contactos, etc.) y de los que necesitas adquirir.

● Mantén tus habilidades al día, sobre todo con las nuevas tecnologías y el uso de redes sociales, no dejes de aprender. Aprovecha los recursos de tu lugar de trabajo y no te quedes obsoleta, así si te surgen oportunidades estarás preparada.

● Relaciónate con los demás tanto dentro como fuera del trabajo, así podrás estar al día de las oportunidades que salgan (que quede claro, no hablo de “enchufes” sino de contactos, nada que ver).

● Diseña tu estrategia. Las cosas son más fáciles con un plan de acción personalizado con objetivos profesionales definidos, para que sepas qué hacer en cada momento, especialmente cuando te inunden las dudas y los miedos.

● No escuches esa vocecita interior que te llena la cabeza de tonterías. De nuevo, ¿cuál es el precio de quedarte paralizada por tus miedos? Analiza bien qué es lo que te da miedo y qué puedes hacer para que ese miedo se reduzca o desparezca.

● Actúa. Es fácil quedarse a planeando y analizando indefinidamente, con la ilusión de que estás cambiando las cosas; pero las cosas no cambian hasta que tomas acción. Por supuesto, dar los primeros pasos da muchísimo miedo, por eso es importante que seas tú la que controla tus miedos, que tengas un plan de acción con objetivos definidos y que te rodees de gente que te apoye. El primer paso es el más difícil, pero una vez que te animes verás que eres perfectamente capaz de eso y de mucho más.

● Recuérdate que no eres la primera ni serás la última que hace algo así. Muchas personas antes que tú han estado en tu situación y han decidido dar el paso y están satisfechas con lo que han conseguido. Y si tienes miedo de arrepentirte, piensa que eres tú la que va a elegir el camino, así que tanto si sale como tú esperas como si no, te sentirás satisfecha porque has hecho lo que de verdad querías hacer.

Salir del estancamiento profesional puede suponer cambiar de trabajo o de carrera y eso genera mucha inseguridad, especialmente si llevas mucho tiempo haciendo lo mismo. Sin embargo, si no estás satisfecha con tu situación, ¿cual es la alternativa? ¿Seguir haciendo lo mismo día tras día, frustrada y aburrida porque no te atreves a correr el riesgo? Tú decides.

Aida Baida Gil - coachaida@gmail.com

Coach de la profesional, trabaja con mujeres profesionales que quieren ganar seguridad en si mismas, decidir el siguiente paso a dar y diseñar su vida y su carrera según sus intereses y valores. www.coachdelaprofesional.com

 

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sábado, 18 de junio de 2011

¿Estás contento con tu vida?

Hablemos de la vida. ¿Qué cambios debemos realizar en nosotros para llevar una vida ecuánime, una vida que pueda ser llamada dichosa?



Empecemos por cosas simples que podemos cambiar ya, en este momento, en este segundo. Lo único que existe es el presente, si querés cambiar, hacelo ahora, es la mejor ocasión. El cambio siempre es Ya mismo.

Debemos fijar una cadena de prioridades en la vida. Hay que ser sincero con uno mismo y definir qué es lo que más nos interesa: familia, pareja, trabajo, rol social, búsqueda interna. ¿Qué es lo que uno más quiere?
Hay que ser verdaderamente honesto para que funcione. No hace falta publicarlo ni la necesidad de contarlo.

Es un claro trabajo interno. Una forma práctica de ayudarse a expresarlo es tomarlo como un ejercicio, y con papel y lápiz en mano, anotar de un lado de la hoja las cosas que más te gustan de vos y del otro lado las que no te gustan.

Estás sólo con tu intimidad. Sé franco. Los deseos que todavía te faltan llenar, anhelos fuertes que todavía están allí, agazapados.

En definitiva, ir por las prioridades. ¿Qué querés de la vida? Una por una. Por otro lado, ¿qué es lo que más te gustaría cambiar? Sólo una también para empezar. ¿Hay algo que te moleste de la vida que has estado llevando?¿Qué característica de tu personalidad no te agrada, y está pidiendo a gritos ser cambiada? Vamos a trabajar estas manchas, que desentonan en la imagen que ya tenés de vos mismo.

Con esa misma sinceridad, focalicemos aquello que nos gusta de nosotros. Tenelo muy en cuenta porque te vas a aferrar a eso. Lo vas a hacer crecer, de un modo tan simple y bello, firme y claro, como para compensar la otra energía de la que te vas a liberar. Por ejemplo, de vos te gusta, que sos optimista y positivo, pero por el otro lado, mentís mucho. En esa misma proporción, en que hago crecer lo positivo, voy dejando de mentir.

Siempre va a haber algo que te eleve. Estás vivo, tenés la oportunidad de seguir recordando tu belleza interna y que sos un ser de luz, que nació para ser feliz. Podés moverte por el planeta, proyectando tu amor y tu comprensión de que hay una energía superior que te ha creado, y que por ende heredaste esas mismas características. Hay gente a tu alrededor, despertando del mismo modo en que lo estás haciendo, y sería muy nutritivo recordarles a ellos también, el milagro de estar vivos y poder experimentar lo que aquí y ahora se puede.

Es una elección que estás haciendo en cada momento. ¿Qué mejor momento para empezar a practicar las elecciones de lo que quiero potenciar en mi, y de lo que quiero ir trascendiendo, que cuando comienza el día?

Podés elegir si tu día va a empezar de una forma miserable o de una forma bien alegre, calmo, creativo, audaz, lleno de imaginación y con una expresión de amabilidad y nobleza en tu rostro. Es sólo un estado de atención, pero ese estado marca la diferencia entre la dicha y la desdicha. ¿Quién en su sano juicio quiere ser infeliz?
Gente divina, gracias por existir

http://espiritualidaddiaria.infobae.com

viernes, 3 de junio de 2011

Los Ricos Invierten en su Mente

 

Hace algunos días asistí al seminario de Robin Sharma, un prestigioso y reconocido motivador y conferencista internacional.


El evento no fue menos que extraordinario y me refresco algunos de los principios sobre liderazgo que conozco y que siempre es bueno que alguien más te recuerde.

Todo formidable, sin embargo hubo algo fuera del contexto principal del seminario que llamó tremendamente mi atención y que me aporto lecciones importantes sobre la riqueza que hoy te comparto.
 

Los Ricos Invierten en su Mente.
El seminario se llevó a cabo un jueves por la noche. Mi primera sorpresa fue encontrar a cientos de empresarios y gerentes de grandes compañías justamente allí a las 8 de la noche. Ansiosos por alimentar su mente, el seminario fue presenciado por más de mil personas que asistimos. La mayoría de ellos personas elegantes y con clase que pagaron un promedio de $80 dólares para escuchar la charla de 90 minutos de Robin Sharma.

Yo me preguntaba: ¿dónde está la gente pobre? ¿dónde están quienes más necesitarían escuchar estos mensajes? La respuesta es más que obvia. A excepción de unos pocos, la mayoría de personas están en sus casas por la noche, viendo televisión, leyendo el periódico, o tal vez durmiendo. Pero los ricos, estaban allí. Llenando su mente y su espíritu con mensajes poderosos, positivos y que potencian sus capacidades al máximo.

Entonces comprendí que una de las grandes diferencias entre ricos y pobres reside en la forma como invierten su tiempo y dinero que a la larga, se convierte en más tiempo y más dinero.

Los Ricos Involucran a sus Hijos
Otro detalle que note y que me impactó fue el hecho de ver a muchos jóvenes y adolescentes en el seminario. Algunos llegaban con sus padres. Me encantó la idea de verles llegar con traje formal y corbata cual grandes y exitosos empresarios. Me llamo la atención un grupo de 3 jóvenes que promediaban si mucho los 15 años. Totalmente involucrados en la charla y con la mejor postura que he visto en mi vida.

El primer pensamiento que cruzó mi mente fué "cómo me hubiera encantado a mis 15 años estar en estas". Pero antes de que ello diera paso a un mal sentimiento, uno más poderoso alcanzó mis neuronas: "mis hijos tienen la oportunidad hoy" y ello... depende de mí.

Los ricos involucran a sus hijos. Fue maravilloso ver adolescentes en la fila esperando que Robin Sharma les firmara un libro que por supuesto era seguro que leerían. Una lección que jamás quiero borrar de mi mente. Involucra a tus hijos en lo que haces. No hablo de forzarlos, hablo de inspirarlos.

Los Ricos Disfrutan del Momento
Cuando llegué al centro de convenciones, en la entrada del salón nos recibieron a esas 1100 personas con copas de vino y sodas. La atmósfera era tal que se podía respirar el entusiasmo en la gente. Que lugar tan extraordinario, pensé. Todo el mundo parecía caminar con prontitud de un lugar a otro con un solo objetivo: obtener el mejor lugar para escuchar la conferencia. En realidad, estaban disfrutando el momento.

Los Ricos Leen, Los Pobres ven TV.
Finalmente, en la entrada al salón había mesas con cientos de libros. Apenas podías acercarte porque la gente estaba comprando libros como si estos se fueran a terminar. Vi a señoras salir con 3 o 4 libros en sus brazos como si hubieran encontrado el más grande tesoro. Vi a jóvenes salir con un libro y a empresarios salir con los suyos. Y entonces entendí que los ricos leen, se educan y crecen cada día.

Y todo esto me hizo recordar que hay una gran diferencia entre hacer negocios exitosos, y gente exitosa haciendo negocios.

 

 

 

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lunes, 18 de abril de 2011

Las 4 fuentes de automotivación en la inteligencia emocional

Enviado por Manuel Gross
Manuel Gross


Self_motivation.jpgPor Alexis Codina  

DeGerencia  

 

“La auto-motivación es la clave para iniciar una tarea y llevarla a término”- Weisinger.

“La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito”- Emerson.

 

En el modelo de la inteligencia emocional de Goleman y Weisinger, después de lograr el “autoconocimiento” y el “autocontrol”, es necesario encontrar fuentes de inspiración que nos proporcionen energías para la acción, en eso consiste la automotivación.

 

Robbins (1999) define la motivación de la siguiente forma:

 

“Es lo que impulsa a una persona a actuar de determinada manera o, por lo menos, que origina una propensión hacia un comportamiento específico. Ese impulso puede ser provocado por un estímulo externo al individuo, o puede ser generado internamente. Es un proceso que conduce a la satisfacción de algo”.

 

Los expertos consideran que la motivación es un proceso que transita, aproximadamente, por los siguientes momentos:

 

NECESIDAD – MOTIVO – ESTIMULO – ACCION - RESULTADO

 

La necesidad es una insatisfacción (sentir sed); el motivo, es el objeto con el que pensamos satisfacerla (agua); el estimulo, un factor que genera inspiración para la acción, puede ser externo (reconocimiento, compensación), o interno (logro, poder); la acción, actividad para satisfacer la necesidad; el resultado, la satisfacción de la necesidad.

 

Weisinger destaca que, en muchos anuncios de empleo, se puede leer “Debe ser emprendedor”, o “Debe saber trabajar por su cuenta”. Uno de los requisitos exigidos es la automotivación. No es difícil comprender por qué es una cualidad tan deseable en el ámbito laboral: un empleado auto-motivado requiere menos control, pierde menos tiempo y suele ser más productivo.

 

Desde un punto de vista técnico, la motivación es el empleo de energía en una dirección específica y para un fin determinado. En el contexto de la inteligencia emocional, significa utilizar nuestro sistema emocional para catalizar todo el proceso y mantenerlo en calma.

 

Las cuatro fuentes 

 

Según Weisinger, las cuatro fuentes de motivación a las que podemos acudir son:

a - Nosotros mismos. Nuestros pensamientos, nuestra respuesta moral, nuestras experiencias anteriores, nuestro comportamiento.

b - Amigos comprensivos, familiares y colegas. A los que llama “nuestro equipo A”.

c - Un “mentor emocional”. Una persona real o ficticia que tomemos como ejemplo, inspiración, o modelo.

d - Nuestro entorno. El aire, la luz, los sonidos, la luz y otros estímulos en nuestro entorno de trabajo.

 

La manera en que la gente decide utilizar diferentes fuentes de motivación y enfrentarse a los contratiempos varía de un individuo a otro pero, independientemente de la fuente que utilicen, en cualesquiera deben estar presentes los siguientes elementos:

- La confianza, que nos da la certeza de que tenemos la capacidad para llevar a cabo la tarea.

- El optimismo, nos da esperanzas de que el resultado será positivo.

- La tenacidad, que nos mantiene centrados en la tarea.

- El entusiasmo, que nos permite disfrutar del proceso.

- La resistencia, que nos permite empezar otra vez, a partir de cero.

 

a - Nosotros mismos

 

Esta es la más poderosa de las cuatro fuentes de auto-motivación y, al mismo tiempo, de desaliento, porque somos el punto de partida. Un individuo, un mentor, una “musa inspiradora” pueden motivarnos, sin dudas, pero son nuestros pensamientos, nuestro nivel de ansiedad y los comportamientos de nuestro sistema emocional los que, en definitiva, determinarán el uso que haremos de otras fuentes.

 

A partir de esto, Weisinger nos propone que debemos “aprender a pensar de forma positiva”, para lo que propone las siguientes técnicas:

 

1-Utilizar afirmaciones motivadoras.

2-Realizar juegos mentales.

3-Centrar nuestros pensamientos, mediante la “Delimitación Temporal” y “Focal”.

4-Emplear imágenes mentales.

5-Hacer autocríticas constructivas.

6-Establecer metas significativas.

 

Por lo general, sabemos cuándo nos hacen falta las “afirmaciones motivadoras”. Los indicadores son los pensamientos negativos (“nunca lograré terminar este plan”) y la inercia (nos quedamos sentados contemplando la pared porque nos sentimos abrumados por lo que tenemos que hacer). Son los momentos de decirnos las reafirmaciones motivadoras. “Hoy podré terminar todo lo que tengo pendiente”, “Hoy va a ser un día muy productivo”, “Puedo hacer todo lo que hace falta para terminar este encargo”. “No lo abandonaré hasta terminarlo con éxito”. Coloquémoslas al alcance de nuestra vista y leámoslas cada vez que sintamos flaquear nuestra motivación, propone Weisinger.

 

En cuanto a los “juegos mentales”. Los dos que se proponen son: “Día Uno”, enfocando la tarea que abordemos como si fuera nuestro primer día de trabajo, abordándola con el mayor entusiasmo que podamos imprimirle. El otro es el “Mejor día laboral”, que consiste en proponernos que “ese día” sea el de nuestros mejores resultados. Esta técnica también la recomiendan especialistas de Calidad Total. Deming, uno de los más reconocidos especialistas en esta esfera propone establecer el “Día de Cero Defectos”, entre sus 14 puntos para el proceso de mejoramiento de la Calidad.

 

La “delimitación temporal”, es un período de tiempo que acotamos para realizar un trabajo intenso. Decimos a nuestros compañeros de trabajo que no queremos ser interrumpidos y no contestamos las llamadas, colocamos una pequeña “burbuja” a nuestro alrededor y establecemos un tiempo y un espacio para un área de trabajo intenso. La “delimitación focal” es un período durante el cual nos concentramos en distribuir las tareas que debemos realizar durante la “delimitación temporal” y luego las anotamos.

 

Una “representación mental” provoca a menudo las mismas respuestas fisiológicas que genera la actividad real. Utilizamos la imagen mental de nosotros mismos realizando una brillantísima presentación e imitamos en la realidad lo que vemos en la representación mental.

 

No hay peor enemigo de la confianza y el entusiasmo que la crítica negativa. A la inversa, no hay mejor manera de ayudar a una persona a mantener el ímpetu y el optimismo que mediante la crítica constructiva. La “autocrítica constructiva” funciona del mismo modo, sólo que en este caso somos nosotros los que nos hacemos las críticas. La autocrítica constructiva es la clave de la automotivación, plantea Weisinger.

 

Hemingway y García Márquez, Premios Nobel de Literatura, antes de enviar sus trabajos a la editorial eran muy severos en sus autocríticas. “¿Quién será el estúpido que escribió esto?”, se decía el norteamericano cuando revisaba sus borradores, tachando con lápiz rojo lo que no le gustaba. En una entrevista, El Gabo contó que, cuando terminó “Cien Años de Soledad”, “tenía el brazo caliente” y con mucha ansiedad escribió otra novela. Una semana después de concluida la revisó y se dijo “esta es la misma basura que ya escribí”, y rompió los papeles.

 

El “establecimiento de metas” como instrumento de estimulación de la energía humana está en el centro de muchos enfoques gerenciales; es la base del Enfoque de la DPO (Dirección por Objetivos), que formuló en los años cincuenta Peter Drucker; fundamenta una teoría sobre la motivación Establecimiento de metas que propuso Locke. También la teoría sobre liderazgo “Trayectoria-meta del liderazgo” de Evans y House. Se trata de fijarnos un objetivo que nos entusiasme, que nos estimule permanentemente y cuya consecución resulte factible, aunque sea con esfuerzo y algo de suerte.

 

Weisinger propone los siguientes consejos para utilizar los objetivos como instrumento de auto-motivación con eficacia.

-Antes que todo, reconozcamos los progresos hechos hasta la fecha, inyectémonos una dosis de refuerzo positivo para estimularnos en el trabajo. Recordemos algunos de nuestros éxitos.

-Pensemos en lo cerca que estamos de nuestro objetivo. Al preocuparnos por lo mucho que nos falta, es fácil pasar por alto lo mucho que hemos avanzado.

-Tracémonos objetivos en términos de resultados que quisiéramos alcanzar y que se encuentren dentro de nuestra “área de influencia”, es decir, de las cosas sobre las que podemos actuar.

-Utilicemos los objetivos como un estímulo para generar la energía que necesitamos para alcanzarlos.

 

En su forma más pura, la motivación se reconoce por un incremento del estímulo fisiológico y psicológico que nos impulsa, es tan intrínseca a los seres humanos como a los animales.

 

Todos hemos pasado por momentos de escasa energía en los que nos quedamos paralizados ante el escritorio, incapaces de hacer algo. Luego nos levantamos, caminamos un poco y, cuando regresamos, nos sentimos sorprendentemente despejados y con más energía y disposición. Los que practican ejercicios físicos o deportes saben cuánta energía y vigor les proporcionan estas actividades.

 

Esto tiene una explicación fisiológica. Cuando hacemos ejercicios, nuestro corazón bombea la sangre más aprisa con el fin de que lleguen más nutrientes a los músculos y otras partes del cuerpo. Además, se estimula la producción de endorfinas que hace que nos sintamos mejor. Considerando esto, Weisinger recomienda que “en cuanto sintamos flaquear nuestra motivación, levantémonos y pongámonos en movimiento”.

 

Si la causa de nuestra incapacidad para estimularnos es el agotamiento, necesitamos reservar períodos regulares de relajación, para que nuestros órganos, células y varios sistemas descansen y se regeneren. Weisinger recomienda dedicarle una hora al día, incluso veinte minutos es mejor que nada. Utilicemos ese tiempo para estar a solas, en silencio, sin que nos molesten. Tomemos un baño, leamos un libro, escuchemos música, meditemos. “Cerremos los ojos y eliminemos todos los pensamientos relacionados con el trabajo”, nos propone.

 

b -Amigos comprensivos, familiares y colegas

 

Para auto-motivarnos, a veces necesitamos ayuda del exterior. Sobre todo, cuando sufrimos un duro revés. No hay nada más duro, difícil y desalentador que encontrarnos solos ante una situación penosa. Para esto, debemos aprender a desarrollar relaciones mutuamente motivadoras, a obtener la motivación necesaria de estas relaciones y a corresponder con las mismas.

 

Weisinger recomienda que, antes que se produzca una crisis, fijemos en nuestra mente, las personas a las que podemos acudir en busca de ayuda. “No tengo con quien hablar”, este pensamiento negativo sólo sirve para agravar nuestra tensión.

 

Al desarrollar relaciones de motivación mutua es necesario determinar qué es lo que esperamos de los demás. Pero debemos saber como corresponder, porque, si únicamente nos dedicamos a obtener lo que necesitamos, entonces la relación no es mutua y probablemente no durará mucho tiempo.

 

¿Qué buscar?

 

Las tres características principales de nuestras relaciones motivadoras son: la confianza, la idoneidad y la disponibilidad. La clave es la confianza, porque cuando pedimos ayuda eso nos hace vulnerables. La idoneidad también es importante, porque si una persona no es capaz de responder a nuestras necesidades, no podrá ayudarnos. Nuestro mejor amigo puede ser una magnifica persona, pero es posible que no sea capaz de motivarnos, sencillamente porque no es de esa clase de personas. A veces sólo necesitamos a alguien que sepa escuchar, que nos permita desahogarnos, hacer “catarsis”.

 

Otras veces necesitamos alguien que nos dé consejos sobre como ir del punto A al B. En otras ocasiones, podemos necesitar a una persona cariñosa y comprensiva. Finalmente, la disponibilidad es una cosa importante, porque si la gente no está accesible, no podrá ayudarnos.

 

Estas relaciones no son entidades formalmente constituidas. Echemos un vistazo a las relaciones que ya tenemos y veamos a quién(es) podemos acudir cuando nos resulte necesario, tome nota de a quién llamaríamos y para qué.

 

¿Qué pedir?

 

Cuando nos enfrentamos a una crisis, con frecuencia perdemos nuestro sentido de la perspectiva y nuestra capacidad para resolver problemas. Los amigos, los familiares y los colegas que están en condiciones de tomar distancia y que no están totalmente consumidos por la crisis, pueden proporcionarnos ayuda en estas dos áreas.

 

Las crisis nos hacen sentir rechazados, pese a toda nuestra práctica con los diálogos interiores constructivos y las reafirmaciones motivadoras, a menudo dejamos que los pensamientos distorsionados se adueñen del control. Otras personas nos pueden ayudar dándonos un sentido de perspectiva y nuevas ideas para enfocar los problemas. Para que puedan ayudarnos, necesitamos decirle qué está ocurriendo exactamente, lo que pensamos y preguntarles qué opinan.

 

¿Cómo corresponder?

 

La reciprocidad es la base de cualquier relación sólida. Se trata de relaciones de apoyo y motivación mutuos. La reciprocidad no siempre tiene que darse con la misma moneda. Puede que recibamos consejo y lo retribuyamos con una invitación. Mostremos a nuestros amigos y colegas que no mantenemos las relaciones únicamente en beneficio de nuestra motivación.

 

A medida que nosotros y nuestros amigos, familiares y colegas nos apoyemos unos a otros, las relaciones se fortalecen, aprendemos a motivarnos mutuamente y damos un paso hacia el control de nuestra vida laboral, con inteligencia emocional.

 

c-Los “mentores emocionales”

 

Si podemos pensar en una persona a quien quisiéramos tener en nuestra vida laboral, un héroe que nos inspire, ésta es la persona que debemos elegir como “mentor emocional”. Esta persona nos puede servir como modelo de motivación, es el individuo al que preguntaríamos: “¿Qué harías tú en esta situación?, ¿Cómo te sentirías en esta situación?”. Da igual que nuestro mentor esté vivo o muerto, sea real o imaginario, lo fundamental es que nos motive. Weisinger propone los siguientes consejos para sacar provecho de nuestro “mentor emocional”.

1-Elijamos como mentor a una persona que nos resulte extraordinariamente motivadora.

 

2-Elijamos un momento motivador de la vida de esa persona, y revisémoslo a menudo.

 

3-Evoquemos a menudo a nuestro mentor. Cuanto mas evoquemos a nuestro mentor y revivamos un momento de inspiración en la vida de esa persona, más fácil le resultará a nuestro mentor provocar nuestra motivación.

 

d-Nuestro entorno

 

La mayoría de nosotros no tiene mucho control sobre su entorno laboral, sin embargo en nuestras manos está la posibilidad de hacer unas cuantas cosas para dar al lugar de trabajo un carácter más motivador. Las tres áreas que nos propone Weisinger son:

1-Convertir nuestro lugar de trabajo en un espacio agradable y motivador.

2-Rodearnos de objetos motivadores.

3-Organizar nuestro lugar de trabajo de forma que nos beneficie, en lugar de perjudicarnos.

 

Convertir nuestro lugar de trabajo en un espacio agradable y motivador

 

Esta demostrado que, del mismo modo que la salud puede ejercer una gran influencia sobre nuestro nivel de motivación, el medio ambiente también afecta nuestra conducta. Nos referimos a la luz, la ventilación, los sonidos y los objetos que nos rodean en el trabajo. Para poder concentrarnos en nuestras actividades y ser productivos, estos cuatro elementos deben estar orientados hacia nuestro bienestar.

 

Por lo general, no notamos cuando el aire que respiramos es limpio y fresco, pero sí cuando no lo es. (Son los “factores de higiene o mantenimiento” que plantea Hertzberg en su teoría sobre los factores motivacionales). Imaginemos entrar en un salón de reuniones lleno de humo y sucio, o un despacho sin ventilación o luz insuficiente. Igualmente, los olores tienen un efecto sobre la motivación. Los ruidos pueden limitar la concentración de la gente, pero una música adecuada puede contribuir a crear un ambiente agradable.

 

Rodearnos de objetos motivadores

 

Pinturas o fotos, de familiares, de “mentores” que nos inspiran, o de paisajes, pueden hacernos mas agradable el entorno laboral. Fotos de líderes (deportistas, artistas, etc.) o de situaciones inspiradoras pueden estimularnos en momentos difíciles. En algunos casos, flores naturales o artificiales, peceras u otros elementos pueden contribuir a romper la monotonía.

 

Organizar nuestro lugar de trabajo de modo que nos beneficie, en lugar de perjudicarnos

 

Intentamos trabajar en un proyecto, pero avanzamos poco porque no encontramos los papeles que necesitamos, los números de teléfonos importantes están en papeles dispersos quién sabe dónde y no hay una superficie despejada donde trabajar. El proyecto no podrá iniciarse hasta que ordenemos los papeles en carpetas, limpiemos el escritorio y tengamos a mano todo lo que vayamos a necesitar.

 

El entusiasmo por hacer un trabajo puede durar poco si el lugar de trabajo no está orientado a la comodidad y la accesibilidad. Cualquier cosa que hagamos para organizar nuestro entorno de trabajo con el fin de motivarnos valdrá el tiempo y esfuerzo que invirtamos. Algunas sugerencias que se pueden aplicar para esto:

-Tener la documentación que podamos necesitar ordenada de forma que podamos acudir a ella rápidamente, aplicando el criterio que nos resulte más práctico: por temas, por años, alfabéticamente, una guía numérica, o cualquier otro.

 

-Aplicar el principio “un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”.

-Mantener al día el archivo de todos los papeles en el lugar que corresponda.

 

Si vamos a realizar una tarea que nos llevará algún tiempo y necesitaremos consultar documentos que están en diferentes lugares, se recomienda proceder de la siguiente forma:

 

-retirar del buró o mesa donde trabajaremos, todo lo que no tenga relación con ese asunto;

-preparar una lista tentativa del orden en que haremos el trabajo, señalando al lado de cada tema, la información que necesitaremos y dónde podemos encontrarla;

-localizar la información que necesitaremos para desarrollar el primer punto, asegurándonos que es la suficiente y necesaria;

-poner en el buró esa información, en el orden que nos convenga;

-preparar el primer punto;

-al concluirlo, volver a poner los documentos utilizados en su lugar, si no necesitamos consultarlos más adelante;

-proceder de la misma forma con las partes restantes.

 

Cómo enfrentarnos a los contratiempos y sacar ventaja de ellos

 

Todos hemos experimentado contratiempos en determinados momentos de nuestra carrera. Los contratiempos nos desvían de nuestro camino y reducen nuestra energía y entusiasmo. Ejemplos de situaciones que pueden causar contratiempos son: una pobre evaluación del desempeño, la cancelación de un proyecto, el rechazo de un ascenso. “La persona emocionalmente inteligente, no sólo sabe qué hacer ante los contratiempos, si no que suele sacar ventaja de ellos”, plantea Weisisnger.

 

Muchas veces, ante un contratiempo, el impulso que teníamos se detiene, nuestra autoestima, se resiente. Probablemente sentimos emociones negativas: depresión, miedo, ira, ansiedad. Esto puede afectar a otras áreas de nuestra vida: la familia, las amistades y las autoridades no laborales.

 

Cada persona responde de forma diferente a un mismo contratiempo. Un vendedor que pierde una cuenta puede caer en una depresión; otro, en la misma situación, reconoce sus errores, toma impulso y se lanza a gestionar nuevas ventas. Después de perder el trabajo, una persona cae en la bebida, mientras que otras aprovechan el “problema” para estudiar y cambiar su tipo de trabajo.

 

Lo que diferencia a unos de otros es la capacidad de recuperarse. Lo que hace que una persona sea más resistente que otra no es un “gen especial”, sino la capacidad de procesar y utilizar de forma productiva las emociones generadas por la experiencia del contratiempo. Cuentan que Napoleón decía: “los hombres no pueden evaluarse por las veces que se caen, sino por las veces que son capaces de levantarse”.

 

Muchas de las herramientas y técnicas que se han comentado en otros trabajos pueden servirnos para esto, como son:

-Sintonizar con nuestros sentimientos e interpretaciones

-Utilizar reafirmaciones motivadoras y diálogos internos positivos.

-Mantener el sentido del humor.

-Practicar la relajación.

-Realizar actividades físicas.

-Utilizar técnicas de solución de problemas.

-Confiar en nuestro “equipo de respaldo”.

-Reafirmar nuestras metas y plantearnos otras.

 

Por lo general, experimentamos un contratiempo como una pérdida: perdemos el rumbo, la motivación, la confianza, la autoestima y el entusiasmo. Es posible que perdamos algo mas concreto como un ascenso, un aumento de sueldo, la aprobación de un proyecto e inclusive el empleo. Aunque la velocidad con la que superamos un contratiempo y la manera en que lo hacemos varía de un individuo a otro, las etapas por las que transitamos, según Weisinger, son comunes: incredulidad, ira, deseo de volver atrás, depresión, aceptación, esperanza, actividad positiva.

 

Es necesario experimentar y afrontar cada etapa pasando con éxito de una a otra. La incapacidad para hacerlo nos mantiene estancados en una etapa concreta y, por tanto, lejos del desenlace positivo.

 

El proceso de tránsito por las distintas etapas es sumamente fluido. En ocasiones, experimentamos varias etapas a la vez, en otras nos estancamos y a veces recaemos en una etapa ya superada. No existe una fórmula única para transitar por las distintas etapas, la única condición es trabajar concienzudamente en cada una de ellas, concluye Weisinger proponiendo algunos consejos para manejarlas, que podrán comentarse en trabajos posteriores.

 

Resumen y conclusiones

 

1- La automotivación es la aptitud de la inteligencia emocional que nos permite encontrar energías para superar un contratiempo y seguir adelante.

 

2- Las cuatro fuentes de automotivación a las que podemos acudir son: nosotros mismos (experiencias anteriores, autoestima, seguridad en sí mismo); amigos comprensivos, familiares y colegas; un “mentor emocional” (real o ficticio, vivo o fallecido); nuestro entorno laboral.

 

3- Con independencia de la fuente a la que acudamos deben estar presentes aptitudes como: la confianza, (nos da la certeza de que tenemos la capacidad para llevar a cabo la tarea); el optimismo, (esperanzas de que el resultado será positivo); la tenacidad, (que nos mantiene centrados en la tarea); el entusiasmo, (que nos permite disfrutar del proceso); y la resistencia (que nos permite empezar otra vez, a partir de cero).

 

4- Entre las técnicas a las que podemos acudir para encontrar la motivación en “nosotros mismos” están: afirmaciones motivadoras, juegos mentales (el “Día Uno”; el “Mejor día laboral”); delimitación temporal y focal; imágenes mentales; autocrítica constructiva; establecer metas significativas.

 

5- Al acudir a “amigos comprensivos, familiares y colegas”, debemos preguntarnos: ¿Qué buscar? (confianza, idoneidad, disponibilidad); ¿Qué pedir?; ¿Cómo corresponder?.

 

6- Para acudir a “mentores emocionales”: elegir alguno que nos resulte motivador; seleccionar un momento de su vida que nos resulte inspirador; evocarlos a menudo.

 

7- Sobre “nuestro entorno”, como fuente de motivación: convertir nuestro lugar de trabajo en un espacio agradable; rodearnos de objetos motivadores; organizarlo de modo que nos beneficie.

 

8- Para “enfrentarnos a los contratiempos y sacar ventaja de ellos”: sintonizar con nuestros sentimientos e interpretaciones; utilizar reafirmaciones motivadoras y diálogos internos positivos; mantener el sentido del humor; practicar la relajación; realizar actividades físicas; utilizar técnicas de solución de problemas; confiar en nuestro “equipo de respaldo”; reafirmar nuestras metas y plantearnos otras.

 

9- Manejar adecuadamente las etapas por las que transita nuestro proceso emocional al enfrentar un contratiempo, como son: incredulidad; ira; deseo de volver atrás; depresión; aceptación; esperanza; y actividad positiva.

 

AUTOR(A): Alexis Codina TEMA: Inteligencia Emocional PUBLICADO: 26/01/2011

 

Este artículo es Copyright de su autor. El es responsable por el contenido y las opiniones expresadas, así como de la legitimidad de su autoría. El contenido puede ser incluido en publicaciones o webs con fines informativos y educativos pero no comerciales.

 

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Fuente: DeGerencia 

Imagen: Self motivation 

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miércoles, 6 de abril de 2011

12 trampas de dinero que todos debemos evitar


La mercadotecnia, la publicidad, y las ganas de tener objetos o experiencias nos hacen caer en trampitas. Algunas fuertes, otras no tanto, pero todas son dignas de esta lista para que las tengas siempre en cuenta:

1.  Disfruta hoy paga mañana. Aunque han perdido su esplendor, las promociones de pague quien sabe cuando siguen vigentes. El peligro: como no pagamos luego luego, no nos “duele” y gastamos ya sea de más, o en lo que no podemos pagar.

2. 3X2. Para empezar quién necesita 3? a menos que sea jabón de baño, rara vez necesitamos 3 piezas de lo mismo. Es una trampa porque nos hace comprar de más.

3. Uno por $5 o 3 por $15 Lleve la promoción! No es broma, Mi esposo en una convención de cómics, ayudaba a un amigo a vender material de dibujantes. No recuerdo que artículo estaba a $5 y para divertirse, pusieron un letrero que decía: Llévate 1X$5 o 3x$15. Cuando vieron que más de 3 se “compraban” la promoción entusiasmados, pararon el “bizne”. Fue una gran lección.

4. Crédito pre aprobado. Yo no se porque pero la palabra pre aprobado parece tener poderes mágicos de atracción. BEWARE.

5. Meses sin intereses. Esta ya es clásica. No siempre se convierte ne trampa, claro, pero más de dos han caído del lado oscuro de esta promoción.

6. 0% de comisión por apertura. Ultimamente he visto algunos créditos de consumo (préstamos) anunciarse así. Dan la idea de que hay costo 0% aunque no lo están diciendo tal cual. Tramposo y mucho.

7. Pagar menos x más tiempo. La trampa clásica de los créditos en general. Muy común en el crédito hipotecario. Se paga una mensualidad baja (quizá por el miedo a no poder pagar)  a 35 años! por supuesto que mientras más largo es el plazo, más caro te sale a ti. Es lo que hacen tiendas como Elektra, Coppel o Femsa. Abonos chiquitos, precio gigantesco.

8. Oferta limitada. Esta es una de las más peligrosas porque suelen usarla los estafadores de gran vuelo. Pero aunque no sea una estafa, si una oferta es por un corto corto tiempo, lo más probable es que no nos den tiempo de pensarlo bien. Hay que alejarse. Donde una puerta se cierra, otra se abre.

9. El carro/casa de tus sueños. Si, y los gastos extras apá? es una gran trampa pensar solo en el costo del objeto cuando se obtiene. Hay que pensar en la tenencia, el predial, el mantenimiento, las refacciones, etc. etc.

10. Alto rendimiento-bajo riesgo. La muerte de las inversiones y una de las razones por la que la gente tiene miedo a invertir. Tantos fraudes demasiado bello para ser verdad? entonces es mentira.

11. Las tarjetas son para emergencias. Ok, no me voy a clavar en este punto, porque si no no acabo, solo les digo lo que ya alguna vez pregunté : ¿de verdad creen que la solución a una emergencia de dinero, es pedir prestado??

y hablando de pedir prestado…

12 Prestarle a un amigo/conocido/familiar. Trampa muy común en la que además, se rompe la relación con el deudor. Porque créanme, el que pide prestado, rara vez paga.

Si tienen más trampitas, pásenlas para hacer la segunda parte!

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Tagged as: estrategia

 

El mundo de las finanzas es muy delicado y a veces no somos conscientes de que estamos en una selva, donde los entes económicos nos ven como sus presas. Por ello harán lo que sea para sacar de nuestro bolsillo todo el dinero que puedan. Y peor aún: nosotros mismos se lo entregamos en bandeja de plata.
Estos consejos son muy buenos y si los seguimos, vamos a tener siempre dinero en la cartera. De otra forma seguiremos viviendo esperanzados al siguiente pago para sobrevivir.

Yohel

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lunes, 4 de abril de 2011

Finanzas a prueba de tontos: 5 pasos para empezar

Todo suena muy complicado: presupuesto, ahorro, porcentajes, inversiones, rendimientos. Aquí una GUÍA sencilla para empezar a ordenar tus finanzas sin tanta complicación.

En las Preguntas financieras, me preguntaron por lugares que publicaran una serie de fórmulas fáciles de seguir para quien empieza a ponerse en orden en esto de las finanzas. No conozco ninguno, así que ¿porqué no empezar yo?

1. Del dinero que ganes aparta SIEMPRE una cantidad. Si no tienes familia la tercera parte será bueno, la mitad ideal. Si eres padre de familia, una cuarta parte será bueno, una tercera parte lo ideal.

2.Abre una cuenta de banco que esté ligada a un fondo de inversión seguro. NO tienes que aprender mucho, ni complicarte. Tu banco te pueden orientar. El fondo LQ de Ixe esta bien: es seguro, esta ligado a tu chequera y dispones de tu lana diario. Un pagaré puede ser otra buena opción. No lo dejes en una cuenta corriente porque no te dará ningún tipo de ganancia y tu dinero se irá diluyendo.

3. NUNCA cargues con la tarjeta de débito de tu cuenta de ahorros.

4. No uses tarjetas de crédito. Si crees que te hace falta para ciertos trámites y compras, asegúrate de que el límite (la cantidad que te prestan) sea poco. Una buena cantidad es un octavo de lo que ganas. Por ejemplo, si ganas $8,000, que tu tarjeta NO exceda los $1,000, $1,200 de límite. Si tiene problemas financieros y crees que esto es poco y que tus necesidades de crédito son mayores, te sugiero cortar con tijeras tu tarjeta.

5.NUNCA, nunca escuches a nadie que te pida sacar tus ahorros para “invertirlos” en algo que no entiendes. Mejor que digan que uno es tonto a que nos desplumen.

La riqueza, la abundancia no son cuestiones de inteligencia. A decir verdad, hay muchas personas brillantes paradas en este planeta que tienen severos problemas con el dinero día a día. Por el contrario, también abundan los Forrest Gumps con enormes sumas acumuladas de dinero. ¿La razón? el dinero tiene más que ver con nuestros prejuicios, con nuestras ideas, con malentendidos, y hasta fobias. Mientras que todas estas cosas se pueden quitar con terapia, la mejoría de tus finanzas puede empezar con mantener las cosas SIMPLES. Sin trampas, con constancia.

Este post fue publicado por primera vez en mayo de 2009

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lunes, 28 de marzo de 2011

10 Consejos para Tomar Decisiones Correctas

 

Emprender y administrar un negocio, representa enfrentarse constantemente a la toma de una serie de decisiones desde el mismo momento en que inicia el proyecto y tal vez mucho antes.


Infinidad de preguntas surgen y todo emprendedor quisiera tener la varita mágica que le revele el futuro para saber si las decisiones que tomará son correctas.

Sin embargo, en la práctica esto no es así. Por ejemplo algunas cuestiones usuales que requieren una decisión son:

¿Cuándo debo iniciar?
¿Cuánto me conviene invertir?
¿Que tipo de negocio debo poner?
¿Que medios utilizaré para promocionarme?
¿Invierto ahora en esto o espero?
¿Contrato a esta persona o a esta otra?
¿Sigo con este proveedor o lo cambio?

Esto por mencionar solo unos pocos ejemplos. Hoy te comparto al menos 10 consejos para tomar decisiones correctas en los negocios.

  1. La decisión conlleva consecuencias, siempre. Cada día, cada momento, cada segundo debemos tomar decisiones pero debemos tener muy claro que junto con ellas, tomamos las consecuencias de las mismas. Por ejemplo, si decidimos contratar un vendedor, sabremos que representa un impacto en nuestro presupuesto pero a la vez representará un aumento definitivo en las ventas.
  2. Las consecuencias de una decisión no siempre se pueden medir de inmediato. Los resultados podrían percibirse a corto, mediano y largo plazo. Estar conscientes de cuándo veremos los resultados es fundamental ya que una decisión puede ser algo positivo a corto plazo pero podría ser negativa a largo plazo. Ejemplo: bajar o subir precios.
  3. En cuestiones técnicas es conveniente buscar asesoría para tomar la mejor decisión. Si necesitas comprar una máquina especial, si necesitas implementar un nuevo sistema. Siempre deberás conseguir a alguien que ya tenga ese sistema o esa máquina y que te pueda ofrecer una perspectiva realista de cómo es la experiencia tanto en aspectos positivos como negativos, de esa manera te ahorrarás muchísimos dolores de cabeza por imprevistos.
  4. Reúne toda la información posible previo a decidir. Uno de los grandes errores en los negocios es decidir acerca de algo sin contar con toda la información necesaria para que tu juicio sea acertado. De forma similar, decidir bajo efecto de emociones fuertes como enojo, ira o tristeza nunca es conveniente. Reúne siempre toda la información relevante a aquello en lo que tengas que decidir, especialmente si son conflictos laborales.
  5. Hazte preguntas (planifica estratégicamente). Una técnica conocida para tomar decisiones acertadas es hacerse preguntas como ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién?, ¿Dónde?. Responderlas acerca de esa situación en especial te permitirá clarificar tus pensamientos y definir cuándo es el momento adecuado para algo.
  6. Analiza otras alternativas. Antes de decidir, explora siempre otras alternativas. No significa que tu decisión sea mala, simplemente significa que podría haber otras mejores. Para ello es conveniente definir tu sentido de prioridades y urgencia y tomarse el tiempo para analizar si puedes obtener los mismos resultados de forma distinta. Por ejemplo: decisiones como reducir personal, aumentar precios, invertir en un evento, etc.
  7. Haga una lluvia de ideas. Reunir a tu equipo de trabajo o bien reunir a un grupo de personas muy sensatas, creativas e inteligentes que te ayuden a crear una lluvia o tormenta de ideas para evaluar o mejorar tu propuesta también es un método que funciona muy bien. Esto es conveniente por ejemplo para decidir el nombre de un producto, colores para un uniforme, un logotipo o eslogan, etc.
  8. Finalmente Decida!. Si estás en el proceso de tomar una decisión de negocios, es importante decidir. Vacilar o dudar por largo tiempo acerca de algo solamente crea un sentido de inseguridad negativo. Ante la duda, siempre es conveniente dar el paso. Es mejor equivocarse y rectificar el camino que no hacer nada. Pero lo peor de todo puede ser quedarse en el espacio de la duda. Ejemplos: cuando necesitas prescindir de un empleado, cuando quieres dejar de prestar un servicio o incluso cuando necesitas cerrar tu negocio, lo cual no es el fin.
  9. Evalúa los resultados. Decidir acerca de algo es tan solo el inicio del proceso. Luego, debes monitorear y dar seguimiento a aquello sobre lo que has tomado una decisión. Debes buscar retroalimentación que te permita evaluar y tener un mejor criterio en futuras oportunidades.
  10. Evita la ansiedad. Otro error común que debes evitar, es tomar decisiones por ansiedad o por presiones del entorno. Recuerda que no por decidir de inmediato habrás resuelto con efectividad y en su real magnitud una situación. Así que busca momentos de serenidad para escribir y evaluar todos los aspectos relevantes a tomar en cuenta.

En conclusión podríamos decir que una decisión es buena si además de producir resultados económicos o comerciales, produce tranquilidad, crecimiento, desarrollo y paz. 

 

 

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viernes, 25 de marzo de 2011

7 consejos para recobrar la motivación cuando las cosas no van bien

Hay veces en que ciertas circunstancias de la vida pueden provocar que dejes de ver tus objetivos claros y que pienses en abandonar tus planes y renunciar a lo que te habías propuesto. Son situaciones difíciles, a veces inesperadas, que hacen que afloren tus miedos e inseguridades, que te dejes llevar por el desaliento, pierdas la motivación y te sientas perdida, sin rumbo.

¿Qué puedes hacer si te encuentras en una situación así? ¿Cómo puedes recobrar tu motivación y seguir adelante con tus proyectos? Si estás dispuesta a poner de tu parte, a seguir adelante como sea, hay varias cosas que te pueden ayudar:

1. Acepta lo que es. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es la realidad. La aceptación es un paso importante, saber que llegarán mejores momentos, que esto es un bache en tu vida. Resistirse al cambio sólo va a hacer que lo pases peor. Una forma de empezar a aceptar las cosas es mostrar gratitud por lo que todavía tienes, por poco que sea. Piensa en tres cosas por las que puedes estar agradecida todos los días, incluso pequeñas cosas valen: un día bonito, tener para comer, el apoyo de tu familia, la sonrisa de un desconocido, seguro que puedes encontrar más de tres.

2. Encuentra tiempo TODOS los días para hacer algo que te guste. Aunque sólo sean 5 minutos, dedícalos a cuidarte. Sea lo que sea lo que te hace sentir bien: un rato al sol con un café, un buen libro, hacer ejercicio, darte un baño, jugar con tu hijo, rezar, lo que más te apetezca. Coge otra vez lápiz y papel y haz una lista con las cosas que te dan energía, que te hacen sentir bien y empieza hoy mismo.

3. Busca apoyo. Es un hecho, las personas que se relacionan socialmente son más felices. Aunque ahora sólo te apetezca estar sola y encerrarte en casa, es justo lo contrario lo que te te hará sentir mejor. Rodéate de gente que te quiera y que te ayude a pensar en el futuro, nada de víctimas ni pesimistas. Tu pareja, tu familia, tus mejores amigos, tu coach. Quien tú quieras, pero alguien.

4. Descansa y Reflexiona. En un época en la que todos vamos corriendo a todas partes, parar a recuperar la energía te vendrá muy bien.  Ahora es un buen momento para pararte a pensar por dónde vas y qué es lo que quieres. Normalmente este tipo de situaciones hace que cambien tus prioridades, así que coge lápiz y papel (o siéntate al ordenador si lo prefieres) y empieza a apuntar todo lo que se te venga a la cabeza ante la pregunta “¿qué quiero?” No lo que los demás quieren o creen que es mejor para ti, lo que tú quieres. Considéralo un tiempo de barbecho, para recargar las pilas y volver a dar lo mejor de ti misma.

5. Revisa tus objetivos y proyectos actuales. ¿Están en concordancia con lo que quieres? Recuerda que tus acciones y objetivos solo son útiles si te llevan a donde tu quieres ir. Por eso es importante que te tomes tiempo para decidir dónde quieres ir y en qué punto del camino estas.

6. Céntrate en el siguiente paso a dar. Muchas veces cuando nos proponemos algo importante, nos agobiamos al ver todo lo que queda por hacer. Lo mejor es centrarse sólo en un paso, el que tienes que dar a continuación. Aunque siempre tengas en mente el destino final, centrarte en el siguiente paso a dar hará que te resulte más fácil avanzar y ya se sabe, paso a paso...

7. Recuérdate constantemente por qué quieres lograr tus proyectos. Visualiza el resultado final, guarda fotos o recortes de cosas que te motiven y te recuerden cual es tu objetivo. Una vez que tengas claro por qué tus proyectos son importantes para ti, el cómo no será un problema sino un mero obstáculo. Además,  el hecho de saber lo que quieres y qué pasos tienes que dar para conseguirlo es algo que te hará sentir motivada casi sin quererlo.

Quiero hacer hincapié en un detalle, todas estas sugerencias son aplicables si tu quieres poner de tu parte, si estas dispuesta a seguir adelante como sea. SIn embargo, en ningún caso pueden sustituir la opinión o tratamiento de un terapeuta. Si no estas bien, si tu situación y desanimo son graves, consulta con un psicólogo o terapeuta puesto que son profesionales que te pueden ayudar en los momentos mas duros, cuando no tienes fuerzas para hacerlo por ti misma.

Si estas dispuesta a seguir adelante, a poner de tu parte para completar tus proyectos, entonces te animo a que pruebes estas sugerencias y me cuentes que tal te funcionan.

 

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jueves, 24 de marzo de 2011

Cómo eliminar los conceptos negativos sobre nosotros mismos

Suele ser más fácil encontrar las cosas malas que las buenas de nosotros mismos, y al reconocerlas fácilmente, las hacemos cada vez más fuertes. Es importante eliminar esos conceptos negativos y fortalecernos a partir de lo positivo.

Pensamiento-positivo

A veces nos reconocemos en nuestras fortalezas sin inconvenientes, pero a veces no. En esos días en los que no logras conciliar tus emociones sobre ti mismo, debes aprender a no dejarte caer presa de los conceptos negativos, pues pueden ser el puntapié inicial a una autoestima debilitada, y a un momento de pesar y depresión.

 

Todos tenemos debilidades, eso es seguro, y conocer (o reconocer) estas debilidades es por demás importante. Ello se debe a que reconociendo nuestros lados más flacos, podremos solucionar aquello que requiera de una solución, y podremos trabajar o desarrollar aquello que pueda ser mejorado. Comprender nuestras limitaciones también es importante, pues nos permite saber de antemano hasta dónde podemos llegar. Luego, podremos elevar la barra y seguir intentándolo, pero ciertamente si conocemos dónde está la frontera, no nos detendremos antes.

Para eliminar los conceptos negativos que tenemos sobre nosotros, es importante conocer y reconocer nuestras fortalezas. Las fortalezas son nuestra mejor imagen, herramienta y fuente de bienestar. Son las fortalezas las que nos impulsan a emprender proyectos, a sabiendas de nuestras capacidades. Cuando sufras días de pocos aciertos, una buena técnica para subir el nivel de bienestar rápido es hacer una pequeña trampilla, y elaborar algo en un área de trabajo en la que sepas de antemano que eres un experto. ¿Cocinas como nadie? O, al menos, ¿te gusta cocinar? Pues en un día gris, ponte a preparar tu plato favorito, y felicítate al degustarlo.

Siempre tendremos debilidades, lados flacos y desaciertos, pero nada ganas con estar recordándotelos todo el tiempo. Es más: sólo terminarás por hacerte un daño emocional importante. Por ello, en lugar de simplemente decir "no soy un buen cocinero", plantéate la solución. Aprende a cocinar, toma clases, sigue recetas de libros para principiante, y reemplaza ese "no soy bueno" por un "cada día mejoro más".


Así como somos muy prácticos a la hora de encontrar lo malo en cada cosa, debemos aprender a hallarle a todo lo bueno y lo atractivo. Recuerda que todo concepto negativo puede ser, muy fácilmente, reemplazado por uno positivo, con igual facilidad de lo que requirió en ser construido. Pero esta será sólo tu responsabilidad, y sólo tú podrás hacerlo. Sin importar cuántas cosas lindas escuches de bocas ajenas, las que subirán tus ánimos serán las que salgan de tus propios labios, y de tu propio corazón y mente.

 

 

 

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domingo, 13 de febrero de 2011

El individuo virtual y sus identidades

Los jóvenes y el viejo estaban allí, comunicándose con alguien más, con muchos más, pero su espacio vital, sus individualidades estaban protegidas por un simple botón, capaz de eliminar la presencia del otro, capaz de ponerlo entre paréntesis o de arrastrarlos a un tiempo posterior, un tiempo de calendario que depende del individuo-aislado-que-se-comunica.

Jorge Majfud

 

Es un lugar común en nuestras instituciones las políticas para ahorrar papel reemplazándolo por archivos PDF, etc. Está claro que las tecnologías electrónicas han hecho posible no solo una mayor democratización mundial de la información y de algunos medios digitales de producción, sino que, además, han evitado que esa masiva popularización del acceso a la participación de la vida moderna (que fastidiaba a Ernest Renan en el siglo XIX y a Ortega y Gasset a principios del XX) no se traduzca en una catástrofe ecológica mayor de la que ya tenemos.

Sin embargo, este mundo virtual no es tan “environmentally friendly” (“amable con el ambiente”) como se pretende. Todo tiene un precio. Usando el correo electrónico ahorramos energía y evitamos una contaminación mayor que si enviásemos cartas de papel por correo postal. Pero seguramente en la era del correo tradicional no enviábamos ni recibíamos cientos de cartas por día.

Desde hace algunos años sabemos que hacer una brevísima investigación ‘‘on line’’ usando un buscador como Google emite tanto dióxido de carbono como al hervir una caldera. Consideramos que una búsqueda razonable emite 7 gramos de CO2, lo que más o menos se corresponde con la aclaración de Google que dice que cuando uno aprieta “search” solo se consume/libera 0.2 gramos.

Esta referencia ecológica puede ilustrarnos un problema semejante a nivel psicológico y social cada vez que consideramos la “nueva libertad” y las nuevas posibilidades de comunicación de los individuos por el mero hecho de estar conectados. Ya hemos escrito mucho sobre este punto y no vamos a repetir. Pero ahora me interesa molestar un poco más sobre el problema central de este fenómeno del individuo-conectado.

Hace unos días, mientras esperaba en un ‘mall’ o centro comercial (lo que en español latinoamericano se dice “shopping center”, tan equívoco como la palabra “plaza” usada en Estados Unidos) me detuve a descansar. En un instante dejé de mirar toda la gente que estaba buscando cosas para comprar y observé el resto de la gente que no estaba comprado cosas. Delante de mí pasó un padre seguido de tres niños, con un iPhone en una mano, el pulgar explorando la diminuta pantalla y sus ojos absortos en una lista de mensajes recibidos. Una chica entró a una tienda y revisó varias camisas sin dejar de leer su correo. Dos chicas más, repitiendo la misma práctica, se cruzaron increíblemente sin chocarse. En el nivel de abajo dos jóvenes y un hombre mayor reposaban en cuatro sillones. Cada uno tenía un BlackBerry, un iPad, un iPod y un iPud en una mano, sobre una rodilla, o en la mesita de al lado. (El insistente prefijo “i” puede referir “inteligent” o, ¿por qué no?, “yo” en inglés, algo así como “yo-Teléfono”, “yo-Cosa”; porque cuando el mercado insiste con un símbolo es porque el verdadero significado es el contrario.) Ninguno resistió más de un minuto sin revisar algo. Casi siempre cambiaban de postura y se ponían a escribir, tal vez contestaban un correo o chateaban con alguien que no debía ser ninguno de los otros dos que estaban al lado.

Siempre pensé que el fenómeno de las comunicaciones había puesto de relieve, a un nivel crítico, alguna obsesión histórica o natural de la humanidad por la comunicación. Algo así como el impulso de los insectos en la noche que orbitan alrededor del fuego y van a morir incinerados allí mismo. Al fin y al cabo, la gente habla y escribe, en gran medida, no porque tenga algo importante o crucial que decir, sino por el solo hecho, placer o necesidad de sentirse comunicada; desde un novelista hasta un médico o un mecánico.

Todo lo cual parecería ser algo muy humano: la comunión sería el clímax de este impulso de comunicación.

Estuve media ahora observando, tratando de descifrar el fenómeno que nos engloba. Tratar de dar respuestas a cada fenómeno que cae alrededor también es otra obsesión. Pero yo no quería resolver esa cuestión antes de tener una idea, al menos vaga, una tímida hipótesis, del fenómeno que había atrapado al resto de la gente que no estaba comprando, consumiendo (fenómeno más primitivo y más fácil de explicar).

Para responder a esta pregunta había que preguntarse primero por qué el fenómeno de hablar por teléfono y, sobre todo, de ‘textear’, ha reemplazado de forma tan dramática el simple acto de hablar cara a cara, con lo interesante que debe ser sentir con todos los sentidos a un semejante, a otro ser humano.

¿Cómo explicar, entonces, la contradicción de este impulso histórico de comunicación con la incomunicación resultante?

Entonces creí encontrar la lógica de esta aparente contradicción. En el mundo de la comunicación digital no solo se destila en su estado más puro el acto de la comunicación, que requiere la distancia como obstáculo de placer, sino que el acto es una confirmación del individuo aislado, alienado, por la supresión del otro, por la objetivizacióndel sujeto.

En este mundo, el otro se ha multiplicado de forma exponencial y proporcionalmente se ha diluido la comunión con cualquiera de ellos. El otro es menos sujeto y más objeto, desde el momento en que yo, como individuo, puedo decidir cuándo eliminarlo. Es decir, en todo momento me protege la conciencia o la percepción de que el otro no amenazará mi espacio individual con una visita incómoda de la que no puedo deshacerme. Así, el otro está bajo control.

Los jóvenes y el viejo estaban allí, comunicándose con alguien más, con muchos más, pero su espacio vital, sus individualidades estaban protegidas por un simple botón (que ni siquiera es un botón), capaz de eliminar la presencia del otro, capaz de ponerlo entre paréntesis o de arrastrarlos a un tiempo posterior, un tiempo de calendario que depende del individuo-aislado-que-se-comunica.

Al mismo tiempo, esta paradoja genera otra contradicción aparente que es parte de la misma lógica. Tampoco el individuo-aislado-que-se-comunica es un individuo en el sentido tradicional. Primero, porque su existencia virtual puede adquirir varias identidades simultáneas. El sujeto se ‘autocosifica’ con una máscara. Segundo, porque su “verdadera identidad” (más exactamente su “identidad oficial”) puede ser robada. El robo de identidad es uno de los terrores crecientes de la nueva civilización digital. Una vez que alguien le roba la identidad a Juan Rosas-Z con carné número X, ni el pesado peso del Gobierno más poderoso del mundo puede hacer mucho. Juan Rosas-Z deja de ser Juan Rosas-Z y adquiere los delitos que alguien más, que ahora se llama Juan Rosas-Z ha cometido en alguna parte del mundo. En algunos casos, se ha verificado que esta pesadilla ha llevado a mucha gente a cambiar su nombre oficial, su identidad, para detener la ola de actos cometidos por su fantasma.

El otro, el fantasma que ha perdido su condición humana de sujeto, ahora forma parte de un mundo fantasmagórico en el que vive el individuo que tiene a los otros bajo control, pero ha perdido el control sobre sí mismo.

Queda una esperanza, claro. El individuo-colectivo-humano se ha suicidado muchas veces y muchas veces ha renacido con viejas y nuevas obsesiones. Tal vez sea su forma natural de reinventarse cada quinientos años.

 

Este interesante artículo ilustra, de una forma bastante sencilla, como las nuevas tecnologías pueden afectar las relaciones humanas y reducirnos a islas conectadas esporádicamente por medio de "puentes digitales".

No hay nada que reemplace el placer de conversar y departir con la gente en el mundo 3D.

Yohel

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sábado, 12 de febrero de 2011

6 razones para dejar tu empleo

por Crece Negocios


 

 

razones para dejar tu empleo

Si la idea de iniciar un negocio propio ronda por tu cabeza, pero aún no te decides por dejar tu empleo, te presentamos a continuación 6 buenas razones que terminarán de convencerte de dejar tu trabajo, y empezar de una vez la creación de tu propia empresa:


1. Nunca llegarás a ganar grandes sumas de dinero

Como empleado nunca llegarás a ganar grandes cantidades de dinero, a no ser que llegues a conseguir un cargo muy importante en alguna gran empresa.


Pero si no cuentas con años de experiencia, infinidad de títulos y no estás dispuesto a hacer un gran sacrificio, como empleado nunca ganarás mucho dinero, y más bien harás ganar mucho dinero a alguien más.


 

2. Nunca tendrás tiempo

Como empleado nunca tendrás tiempo para dedicarlo a tu familia, pasarla con tus amigos, o para hacer las cosas que tanto te gustan hacer.


Vivirás esperando las próximas vacaciones, y el poco tiempo que tendrás durante tus días laborables lo pasarás cansado de tanto trabajar, y sin ganas de hacer nada.


3. Siempre tendrás un jefe

Como empleado siempre estarás bajo las órdenes de alguien que te dirá lo que tienes y lo que no tienes que hacer.


Siempre tendrás que rendirle cuentas a alguien, y tu futuro en la empresa dependerá de la voluntad de ese alguien que en cualquier momento podría decidir que te marches.


4. Nunca tendrás libertad de horario

Como empleado nunca tendrás libertad de horario, sino que siempre estarás sujeto a los horarios establecidos por alguien más.


Tendrás que llegar siempre a la misma hora muy temprano en la mañana, empezar a trabajar a la misma hora, comer a la misma hora, e irte a casa a la misma hora, aún cuando ya hayas acabado tu trabajo hace ya un buen rato.


5. Te perderás eventos o sucesos importantes

Como empleado te perderás los eventos o sucesos importantes que se presenten en tus horas de trabajo.


Por ejemplo, te perderás un partido importante en donde juegue tu equipo favorito, o un evento social al cual te gustaría ir, a menos que te inventes una buena excusa y le pidas permiso a tu jefe para ausentarte de tu trabajo.


6. Nunca tendrás la satisfacción de ser un emprendedor

Como empleado nunca tendrás la satisfacción de ser un emprendedor, de haber hecho algo por tu propia cuenta, de haber empezado algo desde cero.


Asimismo, nunca podrás utilizar todo tu potencial, tus habilidades, tus conocimientos y tu creatividad, pues siempre estarás sujeto a la monotonía propia de un empleo, y a las normas establecida por alguien más.

 

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martes, 8 de febrero de 2011

Crisis existencial. Aplicación de la psicología cognitiva a la resolución de una problemática

Trabajo presentado a la cátedra Seminario de Integración II
Profesores: Dr. Jorge Garzarelli y Lic. Sandra Carracedo

Pablo Raúl Manjón
Alumno de la carrera de Psicología (USAL)

 

 


Introducción 

En este trabajo se podrá observar la implementación de la Psicoterapia Cognitiva en las crisis existenciales. Siendo las crisis existenciales un suceso real, objetivo y que afecta a la gran mayoría de los seres humanos.

Se dará una breve explicación de las características de las crisis existenciales, como así también cuales son las características del método a utilizar en esta problemática determinada.

 

LA CRISIS EXISTENCIAL

Una crisis existencial es tal vez el acontecimiento más bello e importante que puede experimentar una persona, nada menos que porque, si es adecuadamente resuelta, le permite otorgar un sentido a su existencia a través de la formulación y la ejecución de un proyecto vital. En esta monografía se describen algunas de sus características, ilustradas por un ejemplo real.

En general, una crisis es una situación en la cual no se puede enfrentar un nuevo acontecimiento con los recursos antiguos y conocidos. En este sentido, una crisis puede ocurrirle a una persona, a un país, a una ciencia, a un plan económico, a una empresa, etc. Así, por ejemplo, un adolescente entra en crisis cuando no puede enfrentar sus cambios corporales, su "nuevo" cuerpo, con su cosmovisión previa.

Lo que aquí designamos como crisis existencial tiene ciertas características. Por un lado, tiene aspectos de una crisis de desarrollo en cuanto tiene mucho que ver con el crecimiento y la maduración; pero por el otro, tiene aspectos de una crisis circunstancial porque puede ocurrir a cualquier edad y en cualquier momento, más allá de las fases evolutivas clásicamente prescriptas para el desarrollo humano (como el pasaje de la niñez a la adolescencia, o de la adultez a la senectud).

Una crisis existencial no necesariamente tiene relación con elegir una carrera, una profesión, una esposa, tener hijos, o con una enfermedad.

Las crisis existenciales implican además un cambio parcial en la identidad ("me siento otro") y en la cosmovisión de la persona ("pienso de manera distinta").

Describiré a continuación las ocho características más sobresalientes que permiten identificar una crisis existencial.

 

1) La pregunta existencial.- Una crisis existencial se pone en marcha con una pregunta, pero no es cualquier pregunta. Es tal vez el interrogante más importante que puede plantearse una persona, y que podemos sintetizar como: ¿cuál es el sentido de mi vida?. Desde ya, puede adoptar otras muchas formas, como ¿para qué vivo? ¿Qué hago en este mundo? ¿Qué haré de mi vida? ¿Para qué existo?, etc.

La pregunta existencial ha de ser, en primer lugar, conciente y explícita. Todos los seres humanos alguna vez nos hemos preguntado por el sentido de nuestra vida, más allá de sí hemos intentado o no contestarla, ya que muchas veces se guarda en un cajón de la memoria y no se vuelve nunca más a formular. Quienes hacen esto no son precisamente los que experimentarán una crisis existencial, tal como aquí la entiendo. La pregunta que puede poner en marcha una crisis existencial es aquella que exige perentoriamente una respuesta, es aquella que no puede ser archivada y está allí, siempre presente en la conciencia, "molestando" como un insistente mosquito en una noche de verano.

En segundo lugar, es una pregunta que compromete la propia vida del sujeto, o sea, no se trata de una pregunta impersonal destinada simplemente a satisfacer una curiosidad intelectual. Así, no son preguntas existenciales ¿por qué existe el universo? ¿Por qué surgió la vida? ¿Por qué surgió la especie humana? Estas preguntas pueden engendrar teorías filosóficas o científicas, pero no necesariamente engendrarán un proyecto vital y personal. La pregunta existencial implica un compromiso personal, pues no es lo mismo preguntarse cuál es el sentido de "la" vida, a preguntarse cuál es el sentido de "mi" vida.

 

2) La búsqueda de una respuesta.- La insistencia de la pregunta obliga a buscar una respuesta. Algunas veces, la persona encuentra la respuesta en ella misma, pero en otras ocasiones se busca una respuesta en otra persona, en un sistema de creencias, en la lectura de un libro "que me cambió la vida", etc.

Es importante destacar que la crisis existencial implica "buscar" una respuesta, no "pedirla", ya que la decisión en última instancia es del propio sujeto, el que incluso llega a experimentarla como una decisión propia.

3) El encuentro de una respuesta: el proyecto vital.- La respuesta no es un determinado sistema filosófico o religioso, sino un proyecto vital fundado en dicho sistema. Esto es así porque la pregunta no es meramente intelectual, sino vital: no apunta tanto a edificar una cosmovisión, sino, mas bien a una trayectoria de vida.

Indudablemente, también están los otros proyectos que uno puede tener a corto, mediano o largo plazo. En tal sentido son proyectos qué haré la semana que viene, cuántos hijos tendré o hasta incluso qué ropa me pondré pasado mañana. Muchos de estos proyectos, sin embargo, quedan subordinados al proyecto vital, el cual da la orientación más general a la existencia. El proyecto no es una simple expresión de deseo: una cosa es decir "me gustaría ser actor", y otra muy distinta "estoy decidido a ser actor". Un indicador de la presencia de un proyecto vital es cuando la persona puede decir que algo empieza a ser importante en su vida, más que todo lo demás, cuando hay valores con los cuales empieza a comprometerse decididamente, cuando piensa que, como en los programas de televisión, cuando dicen: "no se vayan que ahora viene lo mejor", la persona puede decir: "no me iré de la vida porque ahora comienza la realización de mi proyecto".

4) Tiene intensidades diferentes según cada persona.- No todos padecen la crisis existencial con la misma intensidad. En algunos, la crisis está muy recortada y definida, de lo que nos damos cuenta porque el acontecimiento precipitante es muy puntual, o porque en poco tiempo la vida de la persona ha sufrido un cambio muy importante, no atribuible a cambios madurativos fisiológicos (pubertad, climaterio, etc.), y no necesariamente simultáneos con ellos.

5) No todos tienen crisis existenciales.- Tal como la he estado describiendo aquí, no todo el mundo padece una crisis existencial.

Dentro del grupo de personas que no la han experimentado nunca, aparecen dos posibilidades:

  1. Aquellos que, hacia el final de su vida hacen un balance positivo de esta última y consideran que la han aprovechado bien, y que para ellos ha tenido sentido. En estos casos, no necesitaron atravesar una crisis existencial para reorientar su existencia, probablemente porque desde un comienzo ella estuvo orientada hacia lo que efectivamente satisfacía sus expectativas acerca de lo que es una vida "plena".
  2. Aquellos que, hacia el final de su vida, se lamentan o se arrepienten de la vida que han llevado, o afirman que su vida fue una existencia "vacía". Si en el primer caso la crisis no fue necesaria, en este segundo caso la crisis no ocurrió cuando realmente lo era.

6) No tiene una edad de aparición.- Richard Gere la experimentó pasados los 20 años. La crisis existencial puede ocurrir en cualquier momento de la vida, y no necesariamente coincide con el casamiento, con la elección de una profesión, con la graduación, etc., ni menos aún con números redondos, como cuando se habla de la crisis de los 30, los 40 o los 50.

Inclusive más: el casarse o el graduarse no implican necesariamente una crisis existencial, ni aún cuando cambie radicalmente la rutina de la vida, porque bien puede ocurrir que esos eventos hayan sido impuestos por presiones familiares.

Tal vez la única etapa de la vida donde no ocurran crisis existenciales sea en la niñez, entendiendo por tal el período que va desde el nacimiento hasta la pubertad. Esta cuestión puede ser analizada desde la teoría piagetiana, desde la teoría freudiana y desde el existencialismo.

Una crisis existencial implica la posibilidad de diseñar un proyecto vital y, en consecuencia, de representarse mentalmente un extenso período de tiempo, que hasta puede llegar más allá de la muerte física. El niño, según Piaget, no nace con esta representación de un tiempo tan extendido: el futuro, así como el pasado, es el producto de una construcción progresiva que no alcanza su máximo desarrollo sino en la época de la pubertad.

El psicoanálisis plantea que el niño se hace, efectivamente, preguntas que tienen un fuerte sesgo existencial: ¿de dónde venimos? ¿Por qué hemos nacido con este sexo y no con el otro? ¿Dónde estábamos antes de nacer?, etc. El niño responde a estos interrogantes existenciales desde sus protofantasías. Por ejemplo, la fantasía de la escena primaria explica de dónde venimos (de la unión de papá y mamá), la fantasía de la castración explica la diferencia de lo sexos (soy varón porque aún no fui castrado), la fantasía de la vida intrauterina explica dónde estábamos antes de nacer, etc.

Otra explicación de por qué los niños no padecen crisis existenciales es el hecho de que ellos no tienen una clara idea de la muerte ni de la finitud de la existencia, y, según el existencialismo, un planteo existencial se activa por la angustia ante la finitud de la vida, es decir, ante la muerte.

7) Por lo general es una crisis única en la vida.- Esta afirmación depende básicamente de los resultados de un relevamiento estadístico. La gran mayoría de los casos de crisis existenciales ocurren sólo una vez en la vida.

8) El desenlace puede ser positivo o negativo. Positiva, en cuanto han permitido a las personas dar sentido a su vida a través del planteo y ejecución de un proyecto vital. Negativo: otras veces, una crisis existencial puede llevar a una depresión grave y aún al suicidio. Probablemente, ello dependa de la patología latente previa del sujeto, en cuyos casos el suceso precipitante de la crisis o el hecho de formular la pregunta existencial básica, puede ser al mismo tiempo el suceso desencadenante de la enfermedad.

Ejemplo de una crisis existencial resuelta de manera positiva y sin colaboración terapéutica

Daniel, abogado y capellán.

"Tenía 35 años y estaba por casarme. Mi plan era casarme de grande, como papá. Él sostenía que un muchacho debía vivir, conocer todo y después colgar la zapatilla y ser buen marido. Yo era muy enamoradizo, me gustaban mucho las chicas, tenía éxito y muchas novias. Me enamoraba físicamente y me agarraba el apuro de declararme antes que otro".

"Un día me estaba vistiendo para ir a una fiesta con mi novia. De pronto sentí un gran silencio interior y la convicción de que Dios me llamaba a su servicio. Pero lo rechacé: venía a trastocar todos mis proyectos. Ese silencio se empezó a suscitar más seguido, sobre todo de noche, cuando me iba a acostar. Sentí que Dios me llamaba y al mismo tiempo que era libre en la elección. Me sentía halagado, pero me iba al río, remaba y remaba y le decía a Dios: 'No te confundas, a mí me gusta esto'. Y le pedía que me contestara".

"Esa misma tarde se desató una tormenta brutal. Paré en San Fernando, justo enfrente de una iglesia. Y decidí entrar. En ese momento, el cura pregunta si alguien puede ayudarlo a dar misa. Me sentí señalado: era la contestación que había pedido a Dios".

"Lo más extraordinario que me pasó es haber sido llamado al sacerdocio, porque voy a ser sacerdote también en el más allá, para toda la eternidad. Cuando me llamó Dios, tuve que abandonar muchas cosas, y lo único que lamento es haber tenido que dejar el remo, la natación y la navegación a vela".

Consideré oportuno demostrar que no siempre en necesario recurrir a un terapeuta a la hora de solucionar una crisis existencial.

Pero el fin de este trabajo no es sólo demostrar como se resuelve una crisis existencial sin colaboración de un terapeuta, sino todo lo contrario, como se resolvería una crisis existencial con colaboración de un terapeuta.

Para poder dar solución a esta crisis existencial, recurro a utilizar una de las terapias que más se especializa en crisis existenciales: la terapia cognitiva y, dentro de esta terapia, la terapia cognitiva conductual.

Esta terapia plantea que frente a una crisis existencial hay factores que hacen que se resuelva sin necesidad de un terapeuta, o se requiera la colaboración del mismo.

Haré mención de los factores que inciden en la producción de la crisis existencial, y que por consecuencia de estos factores, requieren la colaboración de un terapeuta.

Los factores son: una desestructuración de los esquemas cognitivos, como así también una distorsión cognitiva, provocando un estado de angustia, hasta llegar un trastorno patológico, como la depresión. A la hora de hablar de un estado patológico, debe aclararse, que sólo es un supuesto, ya que no siempre la angustia desencadena una depresión.

Para favorecer una mejor interpretación sobre los factores que afectan en la producción de las crisis existenciales, se dará una breve explicación de los mismos.

Esquemas cognitivos: los esquemas son estructuras cognitivas que consisten en las creencias y supuestos centrales fundamentales del individuo acerca de las formas que opera en el mundo. Estos esquemas se desarrollan temprano en la vida, a partir de las experiencias personales y con la identificación hacia otras personas significativas. Las personas forman conceptos de sí mismos, los demás y el mundo. Estos esquemas moldean la personalidad. Estos esquemas pueden ser adaptativos o no, y sobre estos últimos pondré el acento, ya que afectan en forma directa la visión que un sujeto tiene sobre sí mismo y es un causante de la crisis existenciales.

Otro factor en la producción de las llamadas crisis existenciales, es la distorsión cognitiva, la cual plantea que hay un error sistemático en el razonamiento, siendo evidente la angustia.

Hay varias distorsiones cognitivas, pero las más relevantes en este trabajo son:

La personalización en primer lugar, plantea que el sujeto atribuye a sí mismo los eventos externos sin evidencia de relación; (la relación que mantienen con las crisis existenciales, radica en el hecho que el sujeto considera que todo lo que sucede en el mundo es por culpa de él y de su indecisión a la hora de la toma de decisiones)

El pensamiento dicotómico: se refiere a categorizar las situaciones en extremo (por ejemplo, considerar el desempeño propio en una tarea como un éxito completo o un fracaso total).

Triada cognoscitiva: de acuerdo con Beck (1967), el individuo deprimido tiene una perspectiva negativa de sí mismo, del mundo y el futuro. Estas tres percepciones son conocidas como tríada cognoscitiva. El mundo parece desprovisto de placer o satisfacción. La visión de futuro de la persona deprimida, es pesimista o insistente. El aumento de la dependencia que se observa, a menudo en los pacientes deprimidos refleja la perspectiva de sí mismo como incompetente, una estimación exagerada de la dificultad de las tareas de la vida normal, como sí también, la expectativa del fracaso y el deseo que alguien más se haga cargo.

Uno de los objetivos de este trabajo, es demostrar como solucionaría yo, como terapeuta, una problemática, en este caso es la etapa del desarrollo de la adultez, y para ser mas especifico, como ya he dicho antes, la problemática es la crisis existencial.

Mis fundamentos por lo cual utilizo la terapia cognitiva son, que dentro de la Psicoterapia Cognitiva, el objetivo último es eliminar los prejuicios sistemáticos en el pensamiento, por medio de la corrección en el procesamiento de la información defectuosa, ayudando por tanto, a los pacientes a modificar las suposiciones que mantienen, las conductas y las emociones desadaptativas. Los métodos cognoscitivos y conductuales, se usan para desafiar las creencias disfuncionales y para promover una pensamiento más realista.

La terapia cognitiva, consiste en experiencias de aprendizaje muy específicas, diseñadas para ayudar a los pacientes a realizar cinco funciones:

  • Supervisar sus pensamientos o cogniciones negativos automático.
  • Reconocer las conexiones entre cognición, efecto y conducta.
  • Examinar la evidencia a favor y encontrar de los pensamientos automáticos distorsionados.
  • Sustituir estas cogniciones prejuiciadas con interpretaciones más orientadas hacia la realidad.
  • Aprender a identificar y alterar las creencias que lo predisponen a distorsionar sus experiencias.
  • Por medio de este aprendizaje, el paciente podrá reestructurar sus cogniciones sobre las problemáticas que padece, producto de la crisis por la cual ésta pasando.

    Para la solución de un problema, como las crisis existenciales, la psicología cognitiva conductual de "Beck" (uno de los principales exponentes de la misma; a quien he tomado como autor principal para la resolución de dicha problemática), considera que dentro de esta reestructuración de las experiencias de aprendizaje, se deben de realizar otras tareas que favorecerán a una mejor resolución de la crisis.

    En el trabajo terapéutico se debe de:

    • Trabajar sobre la disolución de la personalidad, ya que este sujeto se encuentra desestructurado producto de su crisis.
    • Realizar una reformulación de expectativas: el paciente, posee expectativas, sueños, proyectos, los cuales se han modificado producto de la crisis, pero no todos estos sueños y proyectos pueden concretarse por lo tanto, se debe formular nuevamente en base las posibilidades que este individuo tenga, provocando así que estos deseos sin resolver hasta el momento, no se transformen en frustración, lo cual aumentaría la crisis.
    • En la terapia, al paciente se le hace tomar conciencia de su finitud, y por tanto la aceptación de la misma, permitiendo de esta manera, que sus expectativas de cambio, no sean utópicas, ya que provocarían un estado angustiante en el sujeto y por consiguiente no se resolvería de manera exitosa su crisis existencial.
    • Debe de integrarse junto con la terapia la colaboración de familiares y seres significativos: la colaboración de personas cercanas al paciente puede ser muy útil, para que ayuden al paciente a disminuir la carga de angustia producida por la crisis existencial por la cual está pasando. Esta colaboración se puede conseguir a través de las entrevistas o por teléfono.
    • Se utiliza una estrategia de afrontamiento de cambio, la cual consiste en modificar el punto de vista de la realidad que tiene el paciente:

    Para realizar este cambio cognitivo, se emplean preguntas en forma verbal como:

    ¿Podría evaluar la situación de otra manera?

    ¿Cuáles son las ventajas y desventajas que trae aparejado el opinar de ese modo?

    ¿Qué opinaría otra persona en la que usted confía acerca de estas cosas?

    ¿Qué diría otra persona que tienen este mismo problema?

    Estas preguntas, como muchas más, nos permitan como terapeutas observar de manera objetiva los sentimientos por los cuales el paciente está pasando, como así también la interpretación que da el paciente al hecho en sí y su comparativo con el entorno.

     

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