lunes, 29 de junio de 2009

Sin darnos cuenta estamos cambiando de calzado… y no desasiéndonos del pie

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Desde que abrí este blog, he tratado de no tocar temas políticos, ya que siempre he tenido la inquietud de abrir otro con respecto a dicho tema, pero me lo ha impedido mi convicción de que escribir sobre política es tonto porque por mas que hables y hables al respecto los políticos parecen no escuchar.

Sin embargo voy a empezar a hacer excepciones en este bloque, ya que como su tema es “En búsqueda de la excelencia” una de las áreas en la que más deberíamos exigir excelencia es en la política. Y a partir de hoy así será.

Quiero referirme en esta ocasión al caso del Presidente electo de Honduras Manuel Zelaya, mismo que se presta para mucho análisis y que en mi caso a servido de aldabonazo de advertencia sobre la floreciente nueva casta de dictadores democráticos que ahora pululan por toda la región.

No voy a dar detalles sobre su caso ya que hay mucha información al respecto en todos los medios informativos.

Si es cierto: Zelaya se nota que es un discípulo de Chávez y a su manera engañó al electorado, ya que dijo una cosa en campaña y otra al tomar el poder.

Adicional a ello está siguiendo la fórmula chavista de ganar las elecciones limpiamente; subir al poder; aplicar técnicas populistas para ganarse al pueblo; luego, aprovechando el apoyo popular, modificar la constitución; y por último perpetuase en el poder a punta de mas populismo y con el apoyo de las leyes que ha modificado a su antojo.

Para políticos oportunistas esta fórmula es muy tentadora y atractiva, ya que no implica mucho de su parte y a primeras aparenta que está con el pueblo, lo que le da un aura de servidor de las masas.

El problema es que el populismo a la larga destruye las economías de los países ya que al igual que el consumismo no propicia el ahorro sino el gasto.

Les enseña a los pueblos que las cosas tienen que dárselas y no ganárselas – produciendo – por lo que económicamente el populismo es un suicidio.
En el caso de Chávez ha habido una excepción debido a la gran cantidad de petróleo que dicho país exporta, lo cual le garantiza que aunque el bidón tenga un escape, siempre estará lleno – al menos mientras haya combustible - debido a que el dinero del presupuesto se va a chorros en medidas populistas, pero así mismo entra producto del petróleo.

Siendo así el argumento de legitimidad es válido: Zelaya es el presidente constitucional y la constitución hondureña debe señalar cuál es el procedimiento adecuado para destituir al presidente democráticamente electo.
No creo que diga que haya que sacarlo a punta de fusil de su casa y desterrarlo de su país.

Sin embargo, he aquí la paradoja: ¿Qué hacemos cuando un presidente a todas luces está conspirando contra la propia democracia que lo eligió? ¿Solo porque fue electo hay que dejarle en paz para que haga lo que le de la gana, utilizando para ello los recursos del estado, durante 5 años?

Ese es un dilema que en este caso tenía una solución simple: seguir el procedimiento establecido – no el que usaron y que solo ha servido para hacer un mártir del presidente Zelaya – o al menos nombrar a su vicepresidente como interino, mientras las cosas se arreglan.

Este caso tan polémico debería llamarnos la atención y servir para darnos cuenta de algo: poco a poco nos estamos dirigiendo todos los países de nuestra región – hablo de la latinoamericana – hacia dictaduras civiles, y nada estamos haciendo al respecto, bajo la excusa de que el presidente fue democráticamente electo.

Esta inepta OEA – o el organismo que sea – deberá desde ya empezar a tomar medidas para que sus estados miembros, todos, se empiecen a comprometer no solo a respetar los resultados de las urnas, sino también a exigirle a sus presidentes que respeten el orden democrático y cesen de acomodar las leyes de sus países a su conveniencia, ya que el poder es intoxicante y nubla la mente.

¿Quieren más ejemplos? Chávez, Evo, Correa, Fujimori, Uribe, Daniel Ortega, etc. ¿No deberíamos empezar a preocuparnos?

¿Qué estamos esperando? ¿Me importa a mí que sea una bota o un zapato el que pise mis derechos y libertades? A mí por lo menos no me importa el tipo de calzado: me importa deshacerme del pie opresor.

Ahora, ¿Quiénes son los culpables de que todos estos seudo dictadores - arropados de y por la democracia - existan y lleguen al poder?
Los culpables son todos esos políticos que surgieron después que una a una fueron cayendo las dictaduras militares y que en lugar de elevarse a las alturas de la grandeza se hundieron en la rapiña y vandalizaron las arcas de sus correspondientes países, rompiendo en pedazos las ilusiones de los pueblos que depositaron en ellos sus esperanzas.

Cuando un pueblo pierde la esperanza, se pierde todo y es muy peligroso.
Es entonces que empiezan a surgir los mesías redentores que prometen acabar con los explotadores y los corruptos, y los pueblos – en su desesperación – abrazan su mensaje y caen en la trampa.
No se dan cuenta de que no cambiaron de moneda: simplemente le dieron vuelta.

Aquí en Panamá estamos en ciernes de un nuevo gobierno el cual tiene la fe de más del 60% del electorado – incluyéndome – y que espera no ser defraudado una vez más.

En nuestro país estamos viviendo la misma historia que se ha vivido en otros países que ahora ostentan dictadores democráticos - que palabras mas contrastantes, ¿cierto? -, en el sentido de que el nuevo presidente es producto de la frustración del pueblo con los dos polos de poder que se han turnado en el poder desde que la narco dictadura cayó.
Y todos esperamos que haga honor a su palabra y propicie un cambio para mejor y sin populismo.

Los pueblos no merecen que les den migajas – y menos que los acostumbren a ellas –; lo que necesitan es educación y oportunidades: el resto déjenselo a ellos.

Voy a terminar con las palabras de José María Aznar que rezan:

Cuanto más poder se le otorga a los poderes públicos, más parcelas de vida económica y social dependen de quienes en cada momento gobiernan y eso genera favoritismo o simple y llana arbitrariedad.

Dixi

Autor: Yohel Amat V. (http://yohelyav.blogspot.com/)

sábado, 27 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 8 - Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo

image11s Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".
Hoy vamos a seguir con la Ley número 8.

Ley No. 8: “Haga que la gente vaya hacia usted y, de ser necesario, utilice la carnada más adecuada para lograrlo”

Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios fines. Atráigalo con ganancias fabulosas... y después proceda a actuar. Usted tiene todos los ases en la mano.

A esta ley se le puede dar muchas connotaciones, pero en este caso me voy a concentrar en las connotaciones comerciales y de negocios que conlleva.

El principio es simple:

Atraiga a sus clientes a como de lugar y como sea – siempre dentro del margen de la ley y de las buenas prácticas, por supuesto -.

Es un principio universal que los clientes no se van a atropellar a llegar a su negocio; o a llamar para decirle “véndame”, simplemente porque si.
Ellos necesitan ser atraídos.

La mejor forma de hacerlo es por medio de la publicidad.

Un negocio que no se promociona a si mismo no existe para la gran masa de consumidores.
Lo mas importante al inicio es lograr los primeros clientes, y ellos – créanme, se los digo por experiencia propia – es sumamente difícil, y sin un plan de mercadeo, prácticamente imposible.

Ahora, para muchas personas y compañías, “mercadeo” es sinónimo de costosas campañas publicitarias de varios miles de dólares. Nada más lejos de la realidad.

Según la RAE, “marketing” (mercadotecnia) es “Conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente de la demanda”. Por ningún lado dice que hay que invertir miles de billetes para practicar el mercadeo.
Por supuesto que si usted dispone de presupuesto para realizar una campaña de publicidad con todas las de la ley, entonces ¡QUE ESTA ESPERANDO!

Sin embargo la mayoría de los negocios noveles no disponen de presupuesto para invertir en campañas profesionales de promoción de su negocio, ya sea por no disponer de capital o por conservadurismo.
Siendo así, es importante acotar que para promocionar un negocio nuevo no hay que disponer de grandes sumas de dinero para ello.

Uno de los medios mas efectivos es la radio. En nuestra ciudad habían dos noticieros matutinos – cada uno liderado por un carismático periodista de vieja data y de mucha influencia en el medio – cada uno de los cuales tenían una amplia sintonía a todo lo largo de mi región natal.
Prácticamente la sintonía era total, en las mañanas.

Siendo así, ese era el medio ideal para anunciarse, ya que contaba con una audiencia cautiva y que era exactamente lo que se busca.
Los precios comparados con la televisión y con otros medios son muy convenientes versus la efectividad del mensaje.

Otros medios muy buenos para negocios incipientes son escritos, principalmente los periódicos, volantes y anuncios.

Generalmente en el ámbito escrito, los periódicos gozan de muy buena influencia sobre la opinión pública. Casi en todos los países siempre hay un periódico líder que diariamente tiene lectores por el orden de las seis cifras.

Como los medios escritos generalmente viven es de la publicidad, siempre estarán interesados en toda clase de anunciantes, inclusive los pequeños.
Siempre tienen opciones variopintas para que uno escoja dentro del presupuesto disponible, y en el peor de los casos quedan los clasificados, mismos que son la alternativa más adecuada para los negocios con exiguo presupuesto publicitario.

Dentro del ámbito de los medios escritos también han demostrado ser bastante buenos como elemento publicitario las volantes y los anuncios.

Mucha gente contrata jóvenes que vayan a recorrer las calles a entregar una volante donde se describan las bondades del negocio del contratante de manera que interese a la persona a acercarse a sus instalaciones a “curiosear”. Lo importante es despertar la curiosidad del prospecto.

También estila mucho los anuncios – de los que se pegan – para ponerlos en sitios estratégicos donde diariamente pasen cientos de personas y puedan leerlo; como, por ejemplo, los tableros de anuncios de los principales supermercados – donde se anuncia de todo -.

Por último – y no menos importante – actualmente se cuenta con herramientas tecnológicas y de alcance masivo que no implican ningún tipo de logística, y que en algunos de los casos pueden ser hasta gratis: las redes sociales y los email.

Si de verdad desea promocionar su negocio, lo mejor es inscribirse a título personal y empresarial en sitios como Facebook o Myspace y de esa forma compartir con sus actuales conocidos las bondades de su empresa.
Inclusive dichas redes sirven para que usted consiga nuevos prospectos para su negocio. Las posibilidades son ilimitadas.

Por otra parte, hay muchas compañías que por un precio módico pueden hacerle llegar un correo promocional de su compañía a decenas de miles de direcciones de correo electrónico de manera que usted pueda enviar su mensaje a la gran masa de prospectos que usted desea atraer.

Resumiendo: marketing no significa que haya que invertir miles de dólares en un campaña publicitaria profesional. Hay que hacer uso de los recursos que haya a nuestro alcance, pero lo importante es que sepan que existimos y atraer al prospecto a nuestro ámbito donde nosotros tenemos el control y ya solo será cosa de saber vender nuestro producto para convertirlo en lo que deseamos: un cliente.

Autor: Yohel Amat (http://yohelyav.blogspot.com/)

viernes, 26 de junio de 2009

Sociedades de Pacotilla

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Quiero comenzar la presente columna – y a modo de introducción al tema – citando un artículo muy interesante y que fue la génesis de la presente.

Este artículo salió en un suplemento llamado “Ellas” del diario “La Prensa” de mi país, en la edición del día 26 de Junio del 2009.
Me parece muy interesante y me ha motivado a hacer una análisis y opinión al respecto.

La autora es la periodista Roxana Muñoz y lo publicó en su columna “Por la sombrita”.
A continuación el artículo de marras y posteriormente una acotación al respecto.

Como si dijera “Gire en U”

Viajábamos en un autobús cuatro colegas periodistas panameños. Al acercar­nos al sitio donde debíamos bajar, el único varón del grupo se levan­ gritando: "¡parada!, ¡parada!"; nada más le faltó decir "chof".

Desde el conductor hasta el úl­timo pasajero lo miraron como si fuera un loco. Nosotras, detrás de él, queríamos ponernos un cartu­cho en la cabeza para cubrir la pena.

Claro, estábamos en otro país donde a nadie se le ocurriría levantarse del asiento mientras el bus está en movimiento y menos gritando.

Dice un refrán que a donde fue­ras haz lo que vieras. Pero cuando uno se va por unos pocos días a otro país le cuesta adaptarse.

Una vez intenté cruzar una ca­lle en Atlanta, Estados Unidos; no venía ningún auto, pero no sé de dónde salió una doñita que, es­pantada por mi conducta, me hi­zo señas para que buscara la línea de seguridad al cruzar la calle.

Apenada le hice caso y me di cuenta de que otras dos personas me miraban con cara de "eso no se hace".

Lo increíble es que de verdad los panameños podemos tener un patinazo o exhibida internacio­nal, pero por lo general hacemos caso cuando estamos en otro país, sobre todo si es Estados Unidos: hacemos la fila, recogemos la bandeja en el restaurante y ¡ llega­mos tres horas antes al aeropuer­to ! Porque como decía un amigo "con estos gringos no se puede co­ger chance".

Todos hemos escuchado cuen­tos de que en la Zona del Canal la gente se cuidaba mucho de aga­rrar así fuera un mango o de tirar un papel a la calle. A eso el abuelo de un amigo le llamaba "la certeza del castigo".

No creo que había un policía cuidando cada palo de mango pe­rico en la Zona, y menos cámaras que grabaran las placas de los au­tos desde los que se arrojaba ba­sura, pero la gente sabía que si los pillaban los multaban.

Aquí en Panamá ¿a quién san­cionan? Tengo años escuchando que a los taxis tienen que pintar­los de amarillo. Los propietarios decentes ya lo hicieron hace rato. Los otros, siguen muertos de la ri­sa sin cumplir la norma y el Go­bierno les da más plazo.

Dice otra norma que si usted tiene un terreno debe mantenerlo libre de maleza o que si es pro­pietario de un edificio debe mantenerlo pintado, en buenas condiciones. ¿Eso se cumple?

Aquí frente a “La Prensa” hay un letrero que dice "Prohibido gi­rar en U" y es como si dijera "Gire en U". Todos hacen lo que les dala gana.

Las aceras son para caminar, pero en Calidonia los almacenes las acaparan con mercancía y en otros lugares carros 4 x 4 se esta­cionan en las aceras y hasta en las isletas.

Nadie hace eso a escondidas. Fácil es pescarlos en flagrante falta.

Uno escucha decir que al Go­bierno no le alcanza la plata. Si se sancionara a la mitad de los in­fractores, las arcas estarían llenas y este país sería mejor.

El artículo de la periodista Muñoz es excelente e ilustra lo que desde hace muchos años todos sabemos: nuestras sociedades están podridas.
En especial las de países como el nuestro en los que estamos luchando por entrar al famoso “primer mundo”.

El gran problema es que las cosas no se alcanzan con desearlas solamente, si no que hay que estar preparados también para saber como alcanzarlas.

¿Ustedes creen que si alguien no puede levantar 20 libras de peso, podrá levantar 100? ¿Que piensa usted?
Mientras nosotros los ciudadanos no podamos desempeñarnos bien en lo pequeño, ¿Como pretenderemos ser eficientes en lo grande? ¿Como pretenderemos aspirar a vivir en sociedades del primer mundo? Eso es imposible.

¿Quieren ejemplos de a que me refiero con “lo pequeño?

  • Tráfico: manejamos como energúmenos.
    • No nos importa con los demás conductores y la cortesía en el manejo brilla por su ausencia.
    • Giramos en “U” donde nos da la gana.
    • Nos importan dos pepinos los letreros de “ALTO”
    • Pasamos con luz amarilla en los semáforos y últimamente veo que hasta con la luz roja
    • Inventamos una fila adicional para poder “colarnos” a la hora que el semáforo se pone en verde
    • Hablamos por celular al manejo, sin el uso de “manos libres”.
    • Todos los carros nos molestan y tratamos de rebasarles a como de lugar, así sea circulando por los hombros de las calles y carreteras
    • Circulamos a altas velocidades, no importando si estamos en áreas urbanas.
    • Circulamos por el lado izquierdo y a baja velocidad en las vías rápidas, aparentemente por el simple hecho de darnos el gusto de enojar a los demás y propiciar accidentes.
    • Paramos donde sea

¿Quiere mas?

  • Escuchamos música a alto volumen en nuestras casas, como para que el vecino vea que yo si tengo poder y tenga que escuchar lo que a mi me gusta.
  • Tiramos basura en cualquier lugar (“Hay que darle trabajo a los recogedores de basura” – me han contestado algunos al preguntarles “¿Por que lo hacen?”
  • Nos “colamos” en las filas para no tener que esperar tanto.
  • No leemos ni el periódico
  • Todos los días queremos estar de fiesta
  • Le dejamos todo a los políticos. Nosotros estamos muy ocupados… en alguna de las actividades arriba mencionadas.

¿Para que seguir? La mesa esta servida. Dixi

Siempre esperamos que con cada nuevo gobierno, mágicamente las cosas se resuelvan y que en un solo quinquenio nos encontremos, por arte de birlibirloque, disfrutando de las dulces mieles del primer mundo.

Este modo de pensar tiene dos fallos:

  • Los cambios son graduales, y no súbitos. Al menos para no causar traumas innecesarios.
  • Mientras seamos – al menos la mayoría – ciudadanos de tercer mundo, tendremos sociedades de tercer mundo.

¿Como podemos pretender que un gobierno resuelva los problemas urgentes que requiere la patria y trace rumbos de cambio, si dicho gobierno está constituido por personas de la misma sociedad que desea reformar?

Es por ello que el cambio debe venir de nosotros mismos y a su vez enseñárselo a nuestros progenie.
Me ha tocado ver gente en la calle de todo tipo – viejos; jóvenes; ricos; pobres; de diferentes razas; etc. – realizando toda clase de “vivezas” en la calle para luego llegar a casa y darle lecciones de moral a sus hijos y familiares cercanos.

He allí otro problema: romper las reglas ya lo vemos como algo normal. Ya no nos escandaliza. Ya no nos preocupa. Todo en aras de pensar “Yo no voy a ser el mas tonto”.

Parece que tenemos poco conocimiento – la TV no ayuda mucho en eso ya que del extranjero solo nos traen banalidades – de que una de las bases de las grandes sociedades es el respeto a las leyes y reglamentos.

Mientras pensemos que las leyes se hicieron para los demás y que nosotros estamos muy apurados para someternos a ellas seguiremos inmersos en este mundo de mediocridad en el que nos encontramos actualmente.
Para mi esto está perdido. Pienso que somos “la generación perdida”.

Solo queda la esperanza de que nuestra descendencia si empiece a realizar dicho cambio y que después de varias décadas puedan decir que en nuestros países se disfrutan de sociedades civilizadas.

Tengo esa esperanza, ya que las actuales sociedades organizadas hace siglos eran barbáricas.
No fue si no después de siglos de ensayo y error que las mismas llegaron a ser lo que son ahora.

Ello me anima a pensar que nosotros estamos viviendo épocas de oscurantismo social, pero que algún día llegara nuestro “renacimiento”.

Por ahora – y como dice el personaje del General Simón Bolívar en la obra de Gabriel García MárquezEl General en su Laberinto” ante las críticas de un europeo con respecto a la política criolla – “¡Carajo, déjenos vivir nuestra edad media en paz!”.

Autor: Yohel Amat

lunes, 22 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 7 - Logre que otros trabajen para usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles

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Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".
Hoy vamos a seguir con la Ley número 7.

Ley Número 7: “Logre que otros trabajen para usted, pero no deje nunca de llevarse los laureles”

“Utilice la inteligencia, los conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho más tiempo y energía, sino que le conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y todos se recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted.”

Esta ley es descarada, hay que admitirlo. Sin embargo, durante mis mas de 23 años de vida laboral vi su aplicación decenas de veces.
Y principalmente por personas con mando, ya que ese es el vehículo que las mentes estrechas utilizan para escalar en la estructura jerárquica de las compañías donde laboran.

Aparentemente es despreciable la ley pero sin embargo nunca se puede descartar del todo, ya que si se cuenta con subordinados mediocres o sin aspiraciones ¿Por que no utilizar su trabajo para que otros que si lo deseamos, podamos escalar?

Ahora, de esta ley saco algo que es muy valioso y que muy poco practican: el arte de delegar.

En muchas ocasiones emprendedores y empleados de mando de todos los niveles cometen un error mortal que afectará el posible crecimiento y expansión de sus empresas o compañías o sus posibilidades de ser promovidos, en el caso de los que son empleados.
Esto es tratar de hacer todo ellos mismos.

Dice el diccionario con respecto a la palabra delegar: “Dar a una persona la facultad o el poder para que la represente y los ejerza en su nombre”.

Para los efectos de nuestra disertación, delegar significa pasar el trabajo superfluo o banal a subordinados para que se encarguen de hacer las tareas correspondientes mientras usted se dedica a las cosas importantes y urgentes.
De esa manera su eficiencia aumentará ya que no desperdiciará su tiempo en banalidades sino en actividades que aumenten el rendimiento, utilidad y valor de la actividad a la que se dedique.

Aquellas personas que actúan bajo la premisa que reza “Para que las cosas se hagan bien hay que hacerlas uno mismo” están cometiendo un error garrafal, ya que están desperdiciando su valioso tiempo en actividades que otras personas pudieran hacer.

Ilustraré esto con un ejemplo: en una ocasión tenía una empresa como cliente, cuya gerente todo lo quería hacer por ella misma.

En un momento dado había que comprar equipo especializado de comunicaciones – rama que ella no dominaba, por supuesto – y dicha gerente decidió salir ella misma a comprar los equipos; saltando de tienda en tienda buscando el mejor precio. Todo ello a pesar de que había departamento de compras.

Cuando nosotros llegamos el Presidente de dicha compañía estaba furioso, ya que se había pasado toda la mañana tratando de reunirse con la gerente y la misma se encontraba de “shopping”.

Aparentara que ella estaba actuando correctamente, ya que estaba haciendo dos cosas: buscando un mejor precio y demostrando que le interesaba hacer su trabajo.

Sin embargo el Presidente de la compañía – en medio del disgusto que tenía – razonaba así: “¿Cuanto le cuesta a la compañía la hora de trabajo de esta señora?”
Este razonamiento está lleno de sabiduría: ¿Cuanto le costaba a la compañía una hora de trabajo de esta funcionaria? Por supuesto que mucho mas que el que se le pagaba a los empleados encargados de las compras.

Ella ganaba mas, porque se le pagaba para hacer un trabajo que solo ella sabe hacer; y no para que gastara su valioso tiempo en cosas que cualquiera otra persona podía hacer. He allí el meollo de mi disertación.

Si usted no aprende a delegar, entonces nunca podrá organizar un equipo de trabajo eficiente que sea su soporte mientras usted planifica; analiza; y toma decisiones, que es para lo que usted le pagan; o lo que representa su principal función en su empresa.
Siendo así usted deberá tener la suficiente fe - si otros han podido, ¿Por qué usted no? – en que podrá armar un grupo de trabajadores de su confianza que le asisten en las nimiedades.

Ahora, los principales argumentos que se esgrimen para invalidar lo anteriormente planteado son los siguientes:

  • Falta de confianza en las capacidades y en la honradez de los subalternos: bajo este esquema se esconde una sola cosa: miedo. Miedo a que el subalterno nos robe; miedo a que aprenda secretos de la compañía y que en el futuro se convierta entonces en nuestra competencia; etc.. Usted nunca debe actuar bajo la premisa de que todo el mundo es incapaz o deshonesto ya que ello implicaría un encasillamiento que lo único que causa es que usted y su empresa vivan limitados
  • Falta de capital o resistencia a invertir en subalternos: por supuesto que si su empresa es nueva, lo mas probable es que usted sea un “hombre orquesta” al inicio, ya que no contará con el suficiente capital para contratar todos los empleados que se necesitan. Pero si al crecer su empresa usted sigue pensando así nunca va a crecer lo que pudiera, debido a que todo lo hace usted. En cuanto se pueda sería bueno que usted contratara personal idóneo que le sirva de soporte.

Hay que tener bien claro que usted debe ser dueño de su propio sistema y no de su propia empresa, ya que de otra forma usted no es esclavo de un salario, pero si de una empresa… aunque sea la suya.

Ello implica que si usted se retira una semana de su negocio y el mismo se paraliza, ello quiere decir que usted es esclavo de su empresa y que la misma existirá mientras usted esté pendiente de ella.
De ser así usted deberá diseñar una forma adecuada de ir delegando funciones, de manera que le permita en un momento dado disfrutar de los frutos de todo su esfuerzo pasado y diseñar nuevas estrategias de negocio que le permitan seguir creciendo.


Autor: Yohel Amat

sábado, 20 de junio de 2009

Consejos para tomar buenas decisiones

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Como emprendedores o dueños de nuestro negocio, debemos tomar decisiones constantemente.

No importa el tipo de decisión que sea, una simple decisión bien tomada podría significar el éxito, mientras que otra simple decisión mal tomada podría significar el fracaso.

Por lo que siempre debemos procurar tomar buenas decisiones, no importa el tipo o tamaño de éstas.

Y para tomar buenas decisiones, veamos a continuación una lista de 7 consejos que nos pueden ayudar en ello:

1. Meditar bien cada decisión

Cada vez que tengamos que tomar una decisión, no importa el tipo o tamaño de ésta, debemos analizarla y meditarla bien.

Si se trata de decisiones importantes, debemos recabar una mayor información y tomarnos un mayor tiempo para poder analizarlas.

Pero si se trata de decisiones rutinarias, no debemos tomarnos demasiado tiempo, y tener la capacidad para analizar y tomar decisiones rápidamente. Siempre confiando en nuestro buen juicio, nuestra experiencia y en nuestros instintos.

2. Tener en cuenta las consecuencias futuras

Muchas veces se toma una decisión pensando sólo en las consecuencias que ésta podría generar en el corto plazo, y no se toman muy en cuenta las consecuencias que podría generar en el futuro.

Por ejemplo, se elige incursionar en un determinado tipo de negocio, pensando en los rápidos beneficios que podría generar, dejando de lado otras oportunidades que tal vez no brinden rápidos beneficios, pero que en el futuro, a diferencia del primer caso, presentan buenas posibilidades de convertirse en grandes negocios.

Por lo tanto, la recomendación es que al tomar una decisión, no sólo debemos tener en cuenta las consecuencias inmediatas, sino también, todas las consecuencias futuras que podría generar el tomar la decisión.

3. Evitar el “parálisis por análisis”

Cada vez que tomemos una decisión, debemos analizar y meditarla bien, pero sin caer en el exceso, es decir, sin tratar de preverlo o planificarlo todo.

Debemos saber que al tomar una decisión, por más que tratemos de evitarlo, siempre habrá cierto riesgo de que las cosas no sucedan tal como se esperan.

Por lo tanto, debemos evitar tratar de controlarlo todo y, en ocasiones, no seguir alargando por más tiempo la toma de la decisión, asumir cierto riesgo, y tomarla de una vez.

4. Confiar en los propios instintos

Para tomar buenas decisiones, debemos confiar en nuestro buen juicio, en nuestra experiencia, pero sobre todo, en nuestros instintos de empresario.

Nunca debemos obviar a nuestros instintos, ellos nos dirán cuándo una decisión es la correcta, y nos alertará cuándo una decisión que estamos a punto de tomar, no es la indicada.

5. No tomar una decisión si no estamos convencidos

Si estamos por tomar una decisión, pero dentro de nosotros no estamos muy seguros de que es la decisión correcta, entonces no debemos tomarla por ningún motivo.

No debemos forzar las decisiones, si no estamos seguros de que vamos a tomar la decisión correcta, debemos tomarnos un mayor tiempo, recabar más información, y no tomar una decisión hasta que estemos completamente seguros de ella.

6. No tomar decisiones en base a emociones

Si tomamos una decisión cuando estamos apurados, preocupados, molestos, tensos o nerviosos; es muy probable que la decisión que tomemos sea errada.

Lo recomendable en estos casos, es no dejarse llevar por las emociones, esperar a recuperar la tranquilidad, y recién entonces tomar la decisión.

El estar tranquilos nos dará una mayor claridad y sabiduría para tomar la decisión correcta, y evitar cometer errores de los que más adelante podríamos arrepentirnos.

7. Delegar decisiones

En ocasiones, delegar decisiones puede tener tus ventajas: puede que nos permita disponer de un mayor tiempo para realizar otras cosas más importantes, puede que nos permita motivar al trabajador a quien le deleguemos la decisión, o puede que nos permita tener mejores resultados, por ejemplo, si la persona a quien le delegamos la decisión, cuenta con una mayor información o experiencia en el tema en cuestión.

Delegar una decisión puede ser una bu ena alternativa, pero antes de ello, debemos siempre asegurarnos de que no sea necesario de que seamos nosotros quien tomemos la decisión, y de que la persona a quien se la vamos a delegar, tenga la capacidad necesaria para poder tomarla.

Articulo original: Crecenegocios.com (http://www.crecenegocios.com/consejos-para-tomar-buenas-decisiones/)

viernes, 19 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 6 - Busque llamar la atención a cualquier precio

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Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".
Hoy vamos a seguir con la Ley número 6.

Ley Número 6: Busque llamar la atención a cualquier precio

Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser sepultado por el olvido. Ponga todas sus fuerzas en destacarse. Conviértase en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más grande, más atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anodina.

"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales". - Bertolt Brecht

Esta ley definitivamente que aplica mas a personas que están en situación de poder. En consecuencia voy a “virar” la ley no para que la apliquemos – aunque si usted está en situación de poder lo puede hacer con toda libertad – sino para que sepamos identificar a esos políticos y abusadores que nos la aplican a nosotros mismos.

El principio es muy simple: “No importa si hablan bien o mal de mi. Lo que importa es que hablen”.

Para un político es sumamente importante estar en la palestra pública, principalmente aquellos que dependen del voto popular, ya que nunca el anonimato a ayudado a ganar una elección.

Hago esta aclaración, ya que hay políticos y funcionarios públicos que no dependen del voto para ocupar su cargo y entonces sucede lo contrario: les beneficia el anonimato para poder actuar a la sombra y antes de que la opinión pública se de cuenta de sus actos.
Este tipo de políticos actúa solapadamente y desean todo lo contrario a lo que esta ley predica: ansían la seguridad que le brinda el anonimato.

De esta forma puede hacer todo tipo de prebendas, ya que rara vez podrán fiscalizar a tiempo sus actos la opinión pública, ya que ni siquiera saben que existe.

Si es un político hábil, sabrá actuar de manera que no deje huellas; y si es inevitable dejar algún rastro siempre se asegurará de que en su entorno haya un “chivo expiatorio” de manera que si por si acaso estalla el escándalo el nunca sea quién cargue con la culpa, o por lo menos que quede la duda en el aire sobre su responsabilidad en el mismo.

Volviendo al tema que nos atañe, las masas siempre están buscando un destello de luz que las distraiga de sus aciagas vidas y les de algo en que entretenerse.

Esto lo ilustra claramente la frase “Panem et circenses” (“Pan y circo”), esbozada por el poeta romano Juvenal, la cual ilustra como los políticos y gobiernos en general para distraer la opinión pública hacia donde les conviene – ya sea hacia ellos para llamar la atención y congraciarse con los votantes; o hacia otro lado para disfrazar un escándalo – recurren a viejas estratagemas como: anuncios publicitarios; artículos escritos en los medios; escándalos; apariciones en la televisión; divulgación de la vida personal; inclusive hacen uso de la caridad y de las filantropía – hipócritamente, por supuesto en la mayoría de los casos – para demostrar lo caritativos que son.

Por supuesto que todas estas artimañas lo único que buscan es que el político esté siempre en la mente del colectivo votante de manera que siempre recuerden su nombre y cara, ya que ello le asegurará una posible reelección en el futuro.

Es triste que la gran masa popular raras veces sepa discernir entre el político hipócrita y el que realmente destaca porque está haciendo su trabajo, y debido a esa ignorancia o falta de discernimiento es que los políticos corruptos hacen de su puesto una “carrera” y pernoctan en él por años a costa de los impuestos de los ciudadanos.

Un mi país existió un mandatario que a pesar de que no cumplió con la mayoría de las promesas que hizo en campaña, se retiró del puesto ostentando un alto porcentaje de aceptación, a pesar de que el porcentaje correspondiente a su gestión estaba por el suelo.

Aquí tenemos un ejemplo del absurdo cometido por las masas al separar al mandatario de su gestión cuando es la cabeza del mismo.
Sin embargo este malabarismo político y de imagen lo supo aprovechar el mandatario utilizando para ello su apariencia dócil e inofensiva para inspirar confianza y simpatía en el electorado mientras que él o sus secuaces hicieron lo que les dio la gana.

Para mantenerse siempre en las noticias y en la mente del colectivo se las ingeniaba para inaugurar hasta la obra mas ínfima – aunque el costo del viaje de él y toda su comitiva costara casi lo mismo que la obra a inaugurar – de manera que todo el tiempo apareciera en el mas importante de los medios: la televisión.

Un político que no sepa venderse a si mismo, nunca llegara a la cima” – pareciera ser el grito de guerra de los políticos ambiciosos.

La peor desgracia que le puede ocurrir a un político es ser olvidado, ya que ello le garantizará el fracaso en su futuro político.

comp_230220091134 Autor: Yohel Amat

miércoles, 17 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 5 - Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte


Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".

Hoy vamos a seguir con la Ley número 5.

Ley Número 5: Casi todo depende de su prestigio; defiéndalo a muerte

"Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y será atacado por todos los flancos.
Convierta su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Manténgase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se produzcan.
Al mismo tiempo, aprenda a destruir a sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego de un paso al costado y
deje que la opinión pública los crucifique."


"El prestigio consiste en hacer hermoso aquello que uno está obligado a realizar". - Alfred Victor De Vigny

Para esta ley aplica el dicho que dice "Crea fama y échate a dormir" como anillo al dedo.

El principio primario es esta ley es que el prestigio y la imagen que damos lo es todo. Sin embargo, y a pesar de que la ley tiene una fuerte connotación política, vamos a tratar de ampliar su rango hacia todas las esferas.

Algunas personas tienen el muy alto aprecio su "buen nombre", englobando bajo este término a todo lo que se refiere a su imagen pública.
Ahora, no hay que tener un puesto de mando para tener una proyección pública, ya que todos tenemos personas en nuestro entorno que tienen un concepto de nuestra persona, y en base a ello interactúan con nosotros.

Dependiendo de dicha imagen, así mismo nuestras probabilidades de éxito en la vida aumentarán o disminuirán.
Otro valor agregado al proyectar una buena imágen es que nuestra capacidad de influenciar sobre las personas aumenta, ya que nuestra imágen nos ayuda e intimida a las personas, dándonos un aire de persona de confianza y con autoridad.

Por ejemplo, si la mayoría de las personas a nuestro alrededor nos consideran una persona de poco confiar y chismosa, lo mas probable es que difícilmente podamos manipularlos, en el buen sentido de la palabra, ya que nos evadirán cuantas veces sea necesario.
Ello nos producirá un aislamiento que nos privará de muchas de las bondades de disfrutar de una buena imagen, las cuales son innumerables pero entre las principales estaría el gozar de la ayuda y estimación de los demás.

Ahora, cuando queremos decir "imagen" nos referimos a una auténtica, no a una fachada, ya que muchas personas expertas en el arte de crearse una fachada de persona de bien, cuando en el trasfondo lo que hay es lo directamente opuesto.


Independientemente de lo que piensen los demás deberemos procurarnos una imagen pero a nosotros mismos, misma basada en nuestros principios y que nos permita mirarnos a la cara en un espejo sin asomo de culpa o remordimiento.

Por supuesto que nunca faltarán las personas mal intencionadas que tratarán - con razón o sin razón aclaro - de "enlodar" nuestro honor y como la ley lo dice TENEMOS que defender el mismo a como de lugar, ya que aunque usted tenga todo el dinero del mundo, si tiene mala fama se verá impedido de realizar muchos de sus negocios y planes.

Si es político, peor aún, ya que le impedirá gozar del favor popular y lo mas probable es que en las próximas elecciones pierda el puesto por el que tan arduamente luchó.

Hay innumerables ejemplos de políticos cuya imagen se deterioró hace muchos años y que aún décadas después no pueden aspirar a cargos de elección popular debido a esos actos del pasado que lo acompañarán toda su vida.
Bien reza la frase: "Los viejos pecados tienen largas sombras".

Después que un político u hombre de negocios pierde su buena imagen automáticamente queda vulnerable ante sus detractores y enemigos y cuente con que le atacaran con furia y sin piedad hasta destruirle.

Utilice todos los medios posibles para defender su honra y trate de que el entorno que le interesa a usted se de cuenta de sus esfuerzos, de manera que al finalizar la lucha usted cuente con la confianza de ellos.

Si es posible aplique el principio que dice que "La mejor defensa es el ataque". Averigüe - si es que no lo sabe - quién o quienes son las personas que están conjurando en su contra y atáquelos sin piedad con todas las armas de las que disponga, principalmente utilizando la que ellos primeramente usaron, a saber destruyendo su imagen.

Aquí también valdría la pena mencionar que existen muchos ejemplos de hábiles políticos que supieron "voltear" todas las acusaciones y epítetos que les endilgaron sus detractores en su propia contra, destruyendo de paso al enemigo y haciendo que la opinión pública los crucificara.

Para ello el mandatario utilizará todos los medios a su alcance, siendo el mejor de ellos el crearse una imagen de persona perseguida injustamente - o sea un mártir - de manera que inspire en el pueblo la simpatía natural de las personas hacia los débiles y sobre los que no tienen como defenderse.
Esta es un arma muy útil para el lider hábil.

Para finalizar, la honra es algo con lo que se nace y que es muy útil en la vida. Cuide la suya con su vida, ya que como hemos mencionado, no importa si usted es rico o pobre: la honra es el bien mas valioso con el que se cuenta.

jueves, 11 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 4 - Diga siempre menos de lo necesario


Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".

Hoy vamos a seguir con la Ley número 4.

Ley Número 4: Diga siempre menos de lo necesario

"Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad, parecerá una idea original si la plantea de forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería."


"La discreción en las palabras vale más que la elocuencia." - Francis Bacon



La discreción es una virtud que muy pocos cultivamos. Es de mucha utilidad en todos los campos y realmente creo que esta ley si es de aplicación universal, ya que en todos los aspectos le brindará beneficios al que la practique.

Esta ley está muy relacionada con la Ley Número 3 (ver http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-ley-no-3.html) y la práctica de ambas nos blindará contra las filtraciones innecesarios de información, con su consiguiente secuela de problemas.

Muchas veces en nuestro afán de quedar bien ante otros - jefes, superiores, familiares, compañeros, etc. - en lugar de ir al grano y plantear nuestro punto adornamos nuestra verdad con muchas palabras y para las finales nuestro interlocutor o quedará totalmente confundido o lo peor: no nos creerá.

Y lo mas triste es que probablemente estemos diciendo una verdad, pero por abusar del léxico no lo parece. Muchas veces en casos como este "Menos es mas".

Me ha tocado casos en mi vida laboral donde al tratar de explicarle a un cliente el porqué de un retraso en un trabajo, me molestaba en darle todos los detalles del caso para que él tuviera todos los elementos de juicio para comprender la situación.

Sin embargo - y no estoy diciendo que este comportamiento sea malo en el 100% de los casos - en muchas ocasiones me enteré posteriormente de que el cliente pensó de alguna de las siguientes formas:

  • "Me está mintiendo"
  • "No entendí nada"
  • "Se las quiere dar de inteligente"
  • "Si habla tanto es que está nervioso... algo anda mal"

Muchas veces si uno es escueto y se explica breve y sucintamente se gana uno mas la confianza de las personas que tratando de ilustrarlos sobre el tema.
A la mayoría solo le interesa que el trabajo se haga y a la fecha, por lo que no les interesan los detalles.

Además entre mas se quiera transmitir, mas probabilidades habrán de "meter la pata". Y probablemente estemos diciendo la verdad, pero por el hecho de no ser breves podemos ser mas propensos a decir cosas que nos pueden comprometer o peor aún: dejarnos mal o débiles.

Ahora otra arista de esta ley tiene que ver con su imagen. La que usted proyecta hacia los demás o hacia sus enemigos.
Siempre hay que ser muy cuidadoso con la apariencia que damos hacia los demás, ya que si actuamos de forma chabacana y rambulera así mismo nos van a tratar.

Siempre es bueno conservar un aura de misterio que nos de ese aire enigmático que a muchas personas les resulta irresistible, ya que siempre quieren estar "descifrando a la esfinge".

El hombre discreto saca mayores ventajas de sus enemigos que un tonto de sus amigos. - Proverbio
Inclusive, cuando usted se encuentre en un apuro y no sepa que contestar, puede hacer que una respuesta desesperada e improvisada parezca brillante y original siempre y cuando la sepa "vender" a su público rodeándola de misterio y transmitiéndola de forma vaga.
De esa forma sus interlocutores hasta podrían tomarle por persona de pocas palabras pero sabia y eso es lo que importa.

Cuando se sabe todo no hay misterio. Y si no hay misterio, no hay arte.” - Roberto Cossa


Siempre es bueno guardarse algo para nosotros de manera que siempre los demás estén ansiosos por saber mas al respecto. No importa el tema: laboral, político, familiar, personal, etc., en todos estos campos es bueno crearnos una imagen de misterio y siempre dejar algo para después, al estilo de culebrón de TV, donde siempre nos dejan "enganchados" para querer ver el siguiente capítulo.

Si realmente queremos triunfar en la vida deberemos a partir de hoy empezar a cultivar un aura de misterio y a practicar la discreción y la parquedad.

Si somos demasiado transparentes las personas perderán su interés en nosotros y en todo lo que representemos y ello a la larga nos convertirá en personas carentes de atractivo para los negocios; política; y vida personal.

Esto aplica mucho para el terreno de la política donde la imágen lo es todo y donde estar en la mente colectiva se puede lograr a base de cultivar una imágen atractiva y de misterio que haga que la gente siempre esté pendiente de nuestras palbras y ansiando vernos en los medios.
Ello es una ciencia muy delicada donde el exceso de alguno de los ingredientes puede hacer que "explote" nuestra imágen en añicos y quedemos en ridículo ante el electorado, o aún peor: en el olvido.

Para un político la imágen lo es todo. Sea muy cuidadoso con ella y cultívela.

martes, 9 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 3 - Disimule sus intenciones


Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".

Hoy vamos a seguir con la Ley número 3.

Ley No. 3: Disimule sus intenciones

"Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de qué es lo que usted quiere lograr, les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones, envuelvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones, ya será tarde para ellos."
Esta ley es sumamente importante y de una relevancia logística inmensurable. En realidad aplica para varios campos, pero principalmente para el laboral y para el político.

En esencia el mensaje es sencillo:

"Nunca demuestres tus verdaderas intenciones... y menos a tus enemigos"

Esta ley se deriva de la Ley No. 2 - ver http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-ley-no-2-nunca.html - en la cual se nos advertía de los peligros de confiar ciegamente en los amigos, y menos aún de los enemigos.

Cuando se está en una situación de competencia hay que tener mucho cuidado de que el enemigo sepa cuales son nuestras reales intenciones. Esto aplica también para el mundo de los negocios y de la negociación en el plano que sea, donde la información es poder y es deseable... siempre y cuando seamos nosotros mismos los beneficiarios de la misma.
Si son nuestros enemigos entonces resultará fatal para nosotros.

Es sumamente importante que una vez definido nuestro interés en algo y habiendo diseñado un plan para su consecución, nuestros enemigos no tengan ni la menor idea de nuestras reales intenciones.

Daremos mas luces sobre el tema utilizando un ejemplo: en un país del cual no quiero acordarme un grupo de parlamentarios presentó una ley mediante la cual los dueños de propiedades cercanas al mar podían titular sus tierras de manera que fueran dueños de las mismas.

La idea se le vendió a todos como una ley altruista que lo único que buscaba era justicia para los humildes panameños que no podían titular sus tierras por encontrarse a orilla de playa.

Todo el mundo estuvo de acuerdo con ello y hasta se le llamo "justicia social para los mas pobres".

Lo que no sabía la mayoría es que estos parlamentarios actuaban con la boca llena de dinero de un grupo de inversionistas extranjeros los cuales ya contaban con un fondo para que apenas se aprobara la ley y se finiquitaran todas las titulaciones comenzaran a ir de uno en uno a comprarles las recién tituladas tierras... y por supuesto por una bicoca.
Después procederían a urbanizar y a construir residencias de playa y resorts y de esa forma el metro cuadrado se dispararía a niveles estratosféricos.

Esto es completamente anti ético, sin embargo vemos en su mas pura expresión la aplicación de esta ley.

El único interés de los diputados proponentes era que las personas titularan sus tierras para que después terceras personas, previo pago de una "comisión" por supuesto, pudieran comprarlas por centavos.

Sin embargo ante el pueblo se vendía la idea como una acción de justicia, y donde lo que se buscaban era fines altruistas.

Por supuesto que esto es una forma poco edificante de la aplicación de esta ley, pero es que al igual que un arma, la misma se puede usar tanto para el bien como para el mal.

Volviendo al análisis de la ley, también es importante que sepamos ser discretos inclusive con nuestros allegados y amigos (ver análisis de la ley No. 2 http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-ley-no-2-nunca.html) ya que muchas veces no sabemos si nuestros planes despiertan el interés, codicia o envidia de alguno de ellos y puedan en consecuencia echar por tierra nuestros planes.

Uno de las grandes virtudes que hay que cultivar, y que acepto todavía no domino, es el arte de la discreción.
No es buena idea andar por allí contando todo lo que uno está haciendo; todo lo que uno tiene planeado; o peor aún el detalle de la vida personal.

Todo esto puede darle armas a personas que aparentemente son nuestros allegados o amigos y lo que en realidad desean es aprovecharse de nuestra candidez en su propio beneficio.

Es por ello que debemos volvernos expertos en disimular nuestras reales intenciones de manera que nadie tenga idea concreta sobre nuestros planes. El factor sorpresa - y mas aún en el ambiente laboral, político y comercial - es sumamente útil como arma de ataque.

El hombre discreto saca mayores ventajas de sus enemigos que un tonto de sus amigos. - Proverbio español.
Autor: Yohel Amat

lunes, 8 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: Ley No. 2 - Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos



Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".

Hoy vamos a seguir con la Ley número 2.

Ley No. 2: Nunca confíe demasiado en sus amigos; aprenda a utilizar a sus enemigos

"Desconfíe de los amigos; suelen ser los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos.
En cambio, emplee a quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos."

Esta ley es una extraordinaria paradoja a la cual a primer vista es difícil encontrarle sentido. Sin embargo contiene, un claro mensaje: No confíes en tus amigos (por lo menos en la mayoría).

Hace muchos años un gran amigo - y jefe en aquella época - me dijo una frase que se me ha quedado grabada en la mente, pero que a veces me es difícil de adoptar: "No confíes ni en tu padre".

Aunque esta frase - y aplica lo mismo a la ley que estamos descifrando - pareciera exagerada, el principio es el mismo: nunca confíes del todo en nadie. Por lo menos en la mayoría de los casos.

El principal motivo por el cual existe esta ley es por algo muy sencillo: La gran mayoría de nosotros no sabemos la diferencia entre "conocidos" y amigos.

Muchas veces nos pasa que confiamos ciegamente en la gente asumiendo que son nuestros amigos, para que a la larga descubramos que dichas personas buscaban otros intereses que no necesariamente eran altruistas. Y a veces los resultados fueron devastadores para nosotros.

Parece mentira, pero a mi me encanta confiar en las personas, pero el tiempo me ha enseñado a tratar de discernir entre "amigos" y entre "conocidos". Es vital para nuestro futuro aprender y desarrollar esta habilidad.

Los "conocidos" son personas que tenemos que tratar, ya sea por trabajo; o por costumbre, pero el hecho es que para ganarse el título de amigo deberíamos ser mas exigentes al respecto.

"Nada hay más peligroso que un amigo ignorante; es mejor un enemigo razonable." - Jean de la Fontaine

Cuando la ley se refiere a que nuestros amigos pueden convertirse en "irrespetuosos y tiranos", creo que se refiere a situaciones específicas que todos hemos vivido.

¿Cuantas veces has hecho o dichos cosas bajo la presión de un amigo para que actuaras de acuerdo a sus designios? ¿Cuantas veces hemos actuado aún bajo nuestro disgusto solo por no incomodar a una amistad?

Inclusive me atrevo a decir que nosotros mismos lo hemos hecho así con nuestras amistades. Todos lo hacemos.

Ello, en mi concepto, marchita en si el concepto primario de la amistad que es aceptar a tu amigo tal y como es.

Generalmente cuando alguien esta en posición de ayudar un amigo -a nivel laboral me refiero - ello es una fuente casi fija de problemas.
Ello es así porque algunos "amigos" piensan que por el hecho de usted estar en una posición de decisión usted está obligado a emplearles como primera opción sin siquiera medir si están capacitados para el puesto o si tan siquiera están sintonizados con la misión y la visión de la empresa o institución.

Este tipo de situaciones han sido causa de desprestigio de particulares y principalmente de políticos, ya que por poner a un lado las normas habituales de conducta con respecto a la contratación de personal o subordinados caen en la trampa de la "amistad".

Si pudiésemos entender que un amigo que exige ayuda no es en realidad nuestro amigo, entonces nos ahorraríamos muchos problemas.

Nunca caigamos bajo la tiranía de un seudo amigo que en realidad lo único que le interesa es que le devolvamos todo lo que el ha hecho por nosotros.

Hay otro punto importante de conflictos causados por la presión de ayudar a un amigo que exige de nosotros. Nos referimos al caso de prestarle dinero a una amistad.

Las probabilidades de que esto desemboque en problemas es grande, ya que si nuestro amigo no nos paga - por el motivo que sea - entonces ello enturbiará una amistad que probablemente era valiosa para ambos pero que por dinero se desmoronó.

¿Quieres perder una amistad? Préstale dinero. ¡Ah!, y recuerda que también vas a perder el dinero.

"¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?" - Jhamirley E. Marin Correa

Con respecto a los enemigos bien reza el dicho que dice: "A los amigos hay que tenerlos cerca; y a los enemigos aún mas cerca".

En realidad al tener a nuestros enemigos bajo nuestra égida ganaremos en que lo tenemos cerca para vigilarle y para someterlo a la vez por su dependencia de nosotros.

Un enemigo lejano e invisible tiene toda la libertad para complotar contra nosotros y es por ello que debemos estar alerta a lo que los mismos hagan.

"Nunca aleje a sus enemigos si tiene la oportunidad de mantenerlos a la vista. Por supuesto que también aplica el principio de que debe, a nivel laboral, reunir el perfil adecuado. No cometa el error de nombrar a alguien solo porque es su enemigo."

Aunque este principio aparentara que aplica solo al mundo de la política o al laboral, si lo analizamos bien aplica en cualquier circunstancia.

Ahora sobre la última parte de la ley, creo que allí estoy totalmente de acuerdo; si usted no tiene enemigos, entonces es una de dos:

  • Usted CREE que no tiene enemigos, pero los tiene - grave situación que le pone a usted en una situación muy desventajosa;
  • Si usted realmente no tiene enemigos, entonces preocúpese: va por la vida sin dejar huellas y probablemente está viviendo en un mundo de mediocridad donde al usted ser como todos los demás, sin destacarse en ninguna forma, se le ha sido fácil no granjearse ni la envidia ni el odio de nadie.
Si me preguntan, no se cual de las dos es peor. Miento: la segunda es la peor de las dos.

Si carecemos de enemigos es porque hasta el momento usted ha pasado por la vida como un fantasma, sin llamar la atención de nadie y sin "pisar callos".
Es lo mas normal del mundo que al ocupar nuestro lugar en el mundo y al hacer uso de l¡os talentos que el Señor nos dio despertemos la animadversión de muchas personas de nuestro entorno, ya que muchas personas son como el cangrejo: no quieren que nadie salga del caldero, por lo que cuando alguien intenta salir tratan inmediatamente de halarlo de vuelta.

"La diferencia entre los cangrejos y nosotros es que tenemos el libre albedrío de decidir si nos dejamos halar o si salimos hacia un mundo de realizaciones donde el cielo es el límite. Usted decide."

En próximas entregas seguiremos con la ley No. 3.

Autor: Yohel Amat

Las 48 Leyes del Poder: El inicio de una Odisea


Estoy a punto de embarcarme en una aventura de la cual no sé si saldré victorioso, ya que desde su inicio se muestra titánica.

Sin embargo lo voy a tomar como un ejercicio de análisis y de ejercicio intelectual, ya que mi objetivo no es otro que “diseccionar” una obra polémica, en mi concepto ya que no estoy de acuerdo en muchos de sus conceptos, sin embargo no deja de serme irresistible su lectura.

Se trata de una obra de los autores ROBERT GREENE y JOOST ELFFERS llamada “Las 48 Leyes del Poder”.

En este libro los autores plantean de una forma irreverente y frontal una serie de leyes o principios los cuales riñen con lo políticamente correcto y caen en el maquiavelismo más puro.
El principio básico del libro es: “No importan los medios. Lo que importa es el fin”.

Sin embargo la realidad es que muchos de los principios allí planteados pueden ser de utilidad sacándolos de contexto y llevándolos lo más posible al terreno de la ética.

La fascinación que tengo por este libro es simple: nunca me atreveria a practicar varios de dichas leyes, pero muy en el fondo las comparto y hasta apruebo algunas de ellas.

El mundo de los negocios; el laboral; a veces el familiar; y principalmente el mundo político, todos son escenarios de competencia. Y si pensamos que con poner la otra mejilla nos granjearemos simpatías o sentimientos de lástima que nos ayudarán a ser los ganadores, estamos totalmente equivocados.

Ahora, el hecho de que constantemente nos veamos en situación de competir con otros no quiere decir que tengamos que pasar por encima de los demás para lograr el tan anhelado premio.
Sin embargo una cosa es cierta: tampoco es justo que nosotros seamos uno de los peldaños para que otro se eleve y gane por encima de nosotros.

Es estúpido que tratemos de facilitarles las cosas a nuestra competencia – por no utilizar el término “enemigo” – solamente porque nuestros principios así lo dictan. Nuestra sobrevivencia depende de ello.

Es así que enfoco este libro como un manual del buen competidor – repito sacándolo de su contexto original – donde aprenderemos a como competir sin darle las herramientas a nuestros “enemigos” para derrotarnos en el camino.

Hay que recordar que “El conocimiento es poder”, por lo que a continuación comenzaré con el principio No. 1 y en entregas posteriores iré desarrollando el resto de las leyes.

No sé si podré con tan titánica tarea; o cuánto tiempo me tomará, pero lo que sí es cierto es que el viaje será fascinante.

Ley No. 1: Nunca le haga sombra a su amo

Esfuercese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad.
No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.



Este principio es muy interesante y riñe con muchos de mis cánones de conducta, pero no deja de tener algo de cierto.

Durante mi larga vida laboral he podido notar que no todas las personas en posiciones de mando manejan su situación de poder de la forma más constructiva posible.

Si a ello le sumamos que sus puestos dependen de resultados y metas alcanzables en un lapso de tiempo definido, y que por los logros alcanzados serán auditados; entonces todo ello produce en dichos directivos una sensación de ansiedad y estrés que los lleva fácilmente a la paranoia.
A este grupo le llamaremos “los ratones": Viven constantemente en situación de pánico.

Los ratones por todos lados empiezan a ver complots y personas que atentan en contra de su persona y ello les crea una gran inseguridad y temor a la pérdida de su posición dominante.

Ahora hay otro grupo altamente competitivo que lo único que anhela es el poder por el poder “per se”, por lo que constantemente hacen todo lo que esté en a su alcance para ascender en la escalera jerárquica y para ellos TODOS, superiores y subalternos, son competencia.

Está de más resaltar que este último grupo es altamente peligroso, ya que no actúan bajo el miedo, sino bajo el hambre de poder, lo cual los vuelve seres implacables y altamente destructivos. Es muy peligroso - casi suicida - enfrentarse a ellos frontalmente.
A este grupo los llamaremos “los tiburones”.

Ahora, no cometamos el error de pensar que un tiburón es más peligroso que un ratón, ya que las probabilidades de encontrarse con un tiburón o con un ratón son mayores para este último. Y hay que recordar que hasta el ratón más cobarde, si se ve acorralado morderá con furia.

Esta ley lo que trata de decirnos es que no es buena idea pavonearse ante nuestros jefes, y más aún si usted sabe que son tiburones.
Lo más inteligente es trabajar eficientemente y no hacer ostentación de ello para no herir susceptibilidades o para no “asustar” a sus superiores.

Ahora, si nuestro objetivo es ascender de puesto, quizás usted podría pensar que esta ley le obliga al conformismo y a la resignación. En mi concepto nada está más alejado de la verdad.

Lo que se estaría logrando, hipotéticamente, es silenciosa pero efectivamente levantar una imagen de empleado eficiente y capaz, que con seguridad añadirá aliados a nuestra intención de ascender de puesto. Dichos aliados serían los que más nos convienen: nuestros jefes.

Si nuestros superiores no nos ven como una amenaza, sino como elementos claves para su propio ascenso o para su propia sobrevivencia, entonces nuestro trabajo estaría asegurado, guardando las proporciones por supuesto, y las posibilidades de que logremos nuestros objetivos serán mayores.

En otras leyes se amplía un poco más lo necesario para diseñar nuestra propia estrategia de ascenso dentro del competitivo mundo laboral, pero ello lo veremos en la medida que desarrollemos los análisis de estas leyes.
Esto aplica más aún en el caso de que estemos en la base de la pirámide.

Bueno hemos terminado con la primera de las leyes. Faltan 47, por lo que les agradecemos si nos hacen llegar sus comentarios al respecto y esperamos que les sea de mucha utilidad.

Para los que estén intersados aqui hay un enlace para bajar un extracto del libro de marras: http://www.ziddu.com/download/5104495/8407173-48-Leyes-Del-Poder2.pdf.html

Autor: Yohel Amat

sábado, 6 de junio de 2009

¡OJO! Precauciones que hay que tomar antes de embarcarte en tu propio negocio


Hay una sola realidad: si su aspiración en la vida es lograr la libertad financiera; o ser millonario; o al menos acaudalado, solamente se puede alcanzar por medio de su propia empresa.

Son muy raras las ocasiones en las cuales un asalariado ha logrado la libertad financiera. Inclusive el trabajador puede ser un ejecutivo exitoso y acaudalado, pero nunca dejará de ser alguien que trabaja y responde a un ente superior por una remuneración.

Dejando esto bien claro quisiera comentarles varias cosas a considerar al momento de iniciar el anhelado proyecto de iniciar su propia empresa.

Estos elementos son fruto de experiencias personales y quisiera compartirlos con ustedes para que los tomen en cuenta al momento de iniciar su propio negocio.

Al iniciar un negocio el elemento básico es la planeación no el azar
Nunca comience un negocio propio si primero no ha preparado un “Plan de Negocios” para el mismo.

Este plan deberá considerar varios elementos, entre ellos:

  1. Análisis financiero de los costos necesarios para “arrancar“el negocio.
  2. Estudio de mercado que nos muestre la viabilidad de los productos o servicios que vayan a constituirse en la fuente de ingresos de la futura empresa.
  3. Análisis de la competencia, para determinar sus fortalezas y debilidades y en base a ello diseñar una estrategia que le permita lo más pronto posible posicionarse en el mercado.
  4. Estrategia de marketing: un negocio que no se anuncia no se vende. Es necesario que se contemple – por más humilde que sea el negocio – un presupuesto para publicidad y marketing de manera que el mercado sepa que existimos.
  5. Estrategias de financiamiento: un negocio sin capital de trabajo es como un automóvil sin gasolina. No va para ningún lado.
    Es por ello que lo primero que hay que hacer es determinar de dónde saldrá el capital inicial necesario para poder comenzar.
    Usted deberá determinar si usted solo va a poner todo el capital – con la ventaja de no necesitar ni de bancos ni de socios -; si va a trabajar con socios capitalistas que pondrán el dinero – con la consabida pérdida de control sobre las decisiones futuras dentro de la compañía -; o si va a recurrir a empresas financieras que le suministren el capital inicial a modo de préstamo.
    Sea cual sea su decisión, deberá sopesar las ventajas y desventajas de cada uno de estos – y de cualquier otra que se le ocurra – y tomar la decisión menos traumática para usted.
  6. Deberá prever la mayor cantidad de contingencias y problemas que se vayan a presentar, sabiendo que es absolutamente imposible que usted pueda prever todos los inconvenientes que se puedan dar al inicio de la aventura.
    Sin embargo si usted comienza de esta forma, estará preparado para la mayoría de las situaciones inesperadas que pudiesen ocurrir.
    Recuerde que las probabilidades de éxito siempre son mayores al contar con un “Plan B”.
    Si usted se planifica, estará comenzando con buen pie.

Nunca comience un negocio sin capital de trabajo
Muchas veces en el afán de comenzar a trabajar por cuenta propia, se decide comenzar sin capital de trabajo, ateniéndose a que los involucrados en la sociedad podrán cobrar de los ingresos que se generen. O que los costos de la compañía se sufragarán de la misma forma.
¡GRAVE ERROR!

Todo inicio es difícil y ninguna compañía puede pensar que va a poder funcionar con lo que ingrese “durante la marcha”. Ello constituye un error mortal. Las probabilidades en su contra serán gigantescas.

Usted tiene que contar con el dinero necesario para arrancar y para mantenerse durante al menos el primer año, ya que pocos negocios, de los que comienzan, llegan a celebrar su primer cumpleaños. La mayoría fracasarán.

Evítese futuros dolores de cabeza: Si hay socios, todos deberán tener la misma visión y misión.
Si usted tiene una personalidad dinámica; al asociarse con un “lento” lo único que logrará serán frustraciones futuras; si usted es una persona volcada al servicio al cliente y se asocia con alguien huraño y que no sabe tratar con los clientes estará trabajando con una bomba de tiempo.

Es importante que todos los socios tengan la misma visión de negocio y que se defina desde el inicio un “manual de procedimiento” donde se especifiquen claramente todos los puntos de conducta de la empresa de manera que todos lo aprueben.

El compromiso es vital: Forme su sociedad anónima
Lo más importante de trabajar con socios es que todos se sientan involucrados y comprometidos con el proyecto.

Si TODOS no ponen algo de dinero; o si TODOS no se comprometen por medio de una sociedad formalmente constituida lo más seguro es que al primer viento en contra cada uno tome por su lado ya que no tienen nada que los “ate” al proyecto. Y esto podría ser mortal si se trata de socios claves para la continuidad del negocio.

TODOS deberán estar “atados” preferiblemente por vínculos económicos o legales, ya que usted siempre deberá tener presente que “las palabras se las lleva el viento”.

Cuídese de los socios: estúdielos con lupa
Es muy importante determinar la verdadera personalidad de cada uno de sus futuros socios de manera que usted pueda determinar si usted podrá trabajar con ellos en el futuro.

Yo lo comparo con el noviazgo: muchas veces se comete el error de obviar los defectos de nuestra pareja con la esperanza de que “algún día cambiará”. O peor aún, pensar que uno podrá cambiar a la persona.
En la mayoría de los casos ello conducirá a un matrimonio con altas probabilidades de terminar en divorcio.

De la misma manera usted deberá preguntarse si podría vivir una semana con sus futuros socios en la misma casa las 24 horas del día. ¿Podría usted?

Comenzar un proyecto de empresa propia es prácticamente un matrimonio con sus socios, de manera que abra los ojos; no se engañe a usted mismo; y mire bien y descarnadamente la verdadera esencia de cada uno de sus futuros compañeros de aventura y proceda en consecuencia.

Usted necesitará de un local u oficina
No se engañe a sí mismo: dependiendo de su actividad – y me atrevería a decir que en la mayoría de los casos – usted obligatoriamente deberá contar con un local u oficina.

Pocas veces podrá hacerlo desde casa, y si así es deberá acondicionar la misma en su casa de manera que tenga una apariencia profesional que inspire confianza a los clientes.

El local le sirve para vender una buena imagen de la compañía y además para poder celebrar reuniones con sus clientes.

Una empresa sin local comercial rara vez inspira confianza a sus prospectos de cliente.

Nunca se meta en un proyecto de negocio donde nadie pone dinero
Como consecuencia de lo mencionado anteriormente, el compromiso de todos los socios con la compañía es vital.

Un proyecto de negocio donde todos los socios lo único que van a poner es trabajo rara vez tendrá futuro.

Si nadie se quiere comprometer a poner dinero, entonces ante los primeros problemas; o ante la falta de los ingresos suficientes para que los mismos tengan un salario que les permita subsistir abandonarán el proyecto ya que nada les ata al proyecto. Mucho cuidado con este punto.

Enfóquese: no se diversifique tanto al inicio
A pesar de que usted pueda ofrecer un amplio abanico de servicios o productos desde el inicio, ya que cuenta con el talento humano para poderlo hacer, es bueno que determine un máximo de tres para comenzar.
Especialícese en ellos y trate de convertirse en la mejor compañía en el mercado.

Si usted comete el error de abarcar demasiado, puede suceder que termine siendo un mediocre en todo y que su compañía jamás adquiera una imagen definida ante el mercado.
Enfóquese en lo que mejor sabe hacer; especialícese en ello y posteriormente vaya ampliando el abanico de opciones para sus clientes.

Siempre cuente con un buen abogado de confianza
Es importante que dentro de su equipo de soporte exista un abogado de confianza que vele por sus intereses; le asesore en un momento dado; y le defienda de posibles litigios futuros.

Pero lo más importante es que el mismo deberá revisar todos los contratos que usted vaya a firmar con sus clientes de manera que se puedan prevenir con antelación malos ratos para la compañía.

La asesoría legal es vital para que las probabilidades de que la compañía sobreviva a su primer año aumenten.

¡Cuidado con los primeros clientes!
Muchas veces se argumenta que las compañías explotan a sus clientes, pero pocas veces se habla de los clientes que abusan de las compañías y tratan de exprimirle hasta más allá de lo que legalmente les corresponde.

Esto en la mayoría de los casos le sucede a compañías nuevas, ya que en su afán de cerrar una venta, bajan la guardia y ofrecen concesiones más allá de lo comercialmente debido y posteriormente pagan las consecuencias.

Inclusive, muchas veces se da el caso de que el contrato firmado es claro en sus puntos y aún así la compañía “flexibiliza” el mismo en su afán de ganarse al cliente y de conservarlo. Grave error.

Es mejor estar solo que meterse en un mal negocio.

Siempre deberá respetar los puntos de su contrato – tanto en sus responsabilidades como en sus derechos – de manera que se entienda desde el inicio que se está trabajando formal y seriamente y que ninguna de las partes está para sacrificarse por la otra en aras de conservar la relación.

Hay que recordar que la relación siempre deberá ser de “ganar, ganar”, o sea que ambas partes se sientan que están involucrados en un buen negocio.

Si usted toma en cuenta estos puntos lo más seguro es que en el futuro usted contará con una compañía sólida y con grandes perspectivas para el futuro.

Autor: Yohel Amat