miércoles, 6 de marzo de 2013

The Walking Dead






"Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad.". Herbert George Wells


Por: Yohel Amat


El capítulo de anoche de "The Walking Dead" me ha hecho meditar con respecto al enorme drama que hay detrás de un Apocalipsis zombi.


Sé lo que muchos de ustedes pensarán: ¡Apocalipsis zombi! WTF!

Por improbable que parezca, este tipo de escenario se presta para muchas elucubraciones con respecto a nuestra humanidad y a nuestra manera de adaptarnos ante escenarios tan extremos cómo este, sin perder lo que nos hace humanos, pero siempre en la búsqueda de lo principal: sobrevivir.

Ver como tus seres queridos se transforman en torpes máquinas devoradoras de carne no debe ser fácil.

Ver como tu propia esposa convierte al hijo en común en un muerto viviente debe ser la máxima tragedia. Y más si como padre no tuviste las posturas de gallina para haberlo prevenido.

Abandonar a alguien a su suerte porque no se sabe si realmente es una víctima clamando por su vida o una carnada para atacarte, matarte y quitarte todo, es algo de lo más natural y comprensible.
Y más si anteriormente ya has escapado por los pelos de celadas por el estilo.

No estamos muy lejos de una realidad tal.

Ya actualmente la solidaridad y la piedad para con el prójimo no tienen lugar, ya que casi todos estamos en lo mismo: sobrevivir.

Y en esa lucha, todos los demás no son más que competencia, amenazas en contra de nuestra integridad y ávidos de nuestros bienes y alimentos, tan escasos en tiempos difíciles.

En otras palabras, hemos convertido a todos en nuestro entorno - y sin darnos cuenta - en el enemigo, fruto de la desconfianza y de nuestra pérdida de fe en la humanidad y en las verdaderas intencioones detrás de su máscara.

Quizás, de seguir así, no necesitemos de un ejército de muertos vivientes para que nos demos cuenta de que ya estamos muy cerca del tan famoso Apocalipsis.