Dice un axioma de la informática que "Si entra basura, saldrá basura."
Con ello se quiere indicar que por más sofisticado que sea el sistema, si se le introducen datos erróneos solamente podrá producir información equivocada e inexacta. Muchas empresas sufren de situaciones traumáticas donde a causa de errores humanos se ha considerado inclusive el retornar a sistemas manuales para el proceso de los datos que tan valiosos son para la compañía. Esto último es una forma simplista de lidiar con un problema que en realidad también se reflejará en un sistema manual, ya que en el fondo lo que subyace es una total falta de controles - por un lado - y una incapacidad manifiesta del captador de datos para procurar que su información sea confiable. Ésto último es un problema de actitud - sobre ello ya hemos elucubrado en otras columnas - y sobre el mismo poco se puede hacer, ya que una mejoría al respecto solo puede venir a lo interno de la persona, previo proceso de auto descubrimiento y de decisión por cambiar. En la mayoría de los casos la compañía no tiene el tiempo para esperar que dicho proceso finalice. En vista de ello, lo único que le queda a los responsables de procesar la información generada por los captadores de datos es desarrollar e implementar un sistema de depuración de errores - en el mayor porcentaje posible, ya que alcanzar el 100% es humanamente imposible - basado en cuadrar los datos cuando se trate de información numérica, que es el escenario al cual queremos circunscribirnos en la presente. Por ejemplo, si la persona tiene que resumir - para su proceso - las compras que se generaron en el día, bien puede sumar con calculadora el total de las facturas de compra y cuadrar con el total que le de el sistema al terminar la captura de datos.
Con ello se estarían reduciendo las posibilidades de error a un margen aceptable, sin menospreciar los errores de otro tipo. Finalmente hay que aceptar que los errores humanos nunca podrán ser erradicados, ya que bien reza el dicho "Errar es de humanos."
Sin embargo no por ello debemos tomar medidas tan radicales como rendirnos ante los mismos e ignorar los controles existentes.
O peor aún: no diseñar nuevas y constantes maneras de aumentar la confiabilidad de los datos recabados. Sin embargo, lo más importante de todo es despertar en el empleado ese espíritu de superación que lo llevará a ser pro activo y a estar en la constante búsqueda de la utopía del 0% de errores de captura.
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Con ello se quiere indicar que por más sofisticado que sea el sistema, si se le introducen datos erróneos solamente podrá producir información equivocada e inexacta. Muchas empresas sufren de situaciones traumáticas donde a causa de errores humanos se ha considerado inclusive el retornar a sistemas manuales para el proceso de los datos que tan valiosos son para la compañía. Esto último es una forma simplista de lidiar con un problema que en realidad también se reflejará en un sistema manual, ya que en el fondo lo que subyace es una total falta de controles - por un lado - y una incapacidad manifiesta del captador de datos para procurar que su información sea confiable. Ésto último es un problema de actitud - sobre ello ya hemos elucubrado en otras columnas - y sobre el mismo poco se puede hacer, ya que una mejoría al respecto solo puede venir a lo interno de la persona, previo proceso de auto descubrimiento y de decisión por cambiar. En la mayoría de los casos la compañía no tiene el tiempo para esperar que dicho proceso finalice. En vista de ello, lo único que le queda a los responsables de procesar la información generada por los captadores de datos es desarrollar e implementar un sistema de depuración de errores - en el mayor porcentaje posible, ya que alcanzar el 100% es humanamente imposible - basado en cuadrar los datos cuando se trate de información numérica, que es el escenario al cual queremos circunscribirnos en la presente. Por ejemplo, si la persona tiene que resumir - para su proceso - las compras que se generaron en el día, bien puede sumar con calculadora el total de las facturas de compra y cuadrar con el total que le de el sistema al terminar la captura de datos.
Con ello se estarían reduciendo las posibilidades de error a un margen aceptable, sin menospreciar los errores de otro tipo. Finalmente hay que aceptar que los errores humanos nunca podrán ser erradicados, ya que bien reza el dicho "Errar es de humanos."
Sin embargo no por ello debemos tomar medidas tan radicales como rendirnos ante los mismos e ignorar los controles existentes.
O peor aún: no diseñar nuevas y constantes maneras de aumentar la confiabilidad de los datos recabados. Sin embargo, lo más importante de todo es despertar en el empleado ese espíritu de superación que lo llevará a ser pro activo y a estar en la constante búsqueda de la utopía del 0% de errores de captura.
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