martes, 20 de abril de 2010

En Búsqueda de la Excelencia: ¿Hacer o no Hacer? He allí el dilema (o de como una zanahoria nos puede enseñar algo)

Actualmente en mi país se ha planteado un debate debido a la intención por parte del gobierno de un decreto apodado "Ley Zanahoria", por medio del cual se intenta regular el horario de los sitios nocturnos de diversión hasta las 3:00am.
Lo que se persigue con ello - en teoría - es disminuir los índices de criminalidad al reducir la población flotante en las calles en horas de la noche, víctimas potenciales de los criminales.
Como efecto colateral - seguimos insistiendo que en teoría - se busca reducir los índices de ingestión de alcohol y con ello reducir los accidentes de tránsito y casos de violencia de todo tipo producidos por personas que salen de dichas discotecas totalmente intoxicadas por el alcohol. Y ni hablar de las drogas.

Al principio para mi todo era muy sencillo: estaba de acuerdo. Me pareció que a pesar de la candidez de la que hacía gala dicho proyecto era preferible...

HACER ALGO - LO QUE FUESE - QUE DEJAR
QUE LAS COSAS SIGUIERAN COMO ESTÁN


Éste es un concepto al cual me aferro siempre, ya que no soporto la inmovilidad ante las situaciones apremiantes.

Siendo así se armó un buen debate con varias amistades al respecto y ello me llevó a darme cuenta de que un buen debate ayuda a ampliar la perspectiva ante una situación dada, ya que durante el mismo escuchamos puntos de vista a los cuales nunca hubiésemos podido llegar por nosotros mismos.

Uno de mis amigos planteaba el problema de...

LA INUTILIDAD DE INTENTAR CAMBIAR
CONDUCTAS POR MEDIO DE DECRETOS


Según su teoría lo único que se ganaría sería mudar el horario para emborracharse a horas mas tempranas, ya que - éste punto defendido por otra de mis amistades - el tomador siempre va a buscar la forma de satisfacer su ansia de diversión y alcohol, ya sea en otro horario o en otro escenario diferente al de la discoteca o local de diversión.

Éste punto de vista es interesante, ya que definitivamente un decreto - por bueno que fuese - no va a cambiar actitudes ni costumbres sociales ni mentalidades, ya que la fuerza de las mismas es inconmesurablemente más fuerte que las imposiciones.
En realidad si dicho decreto no viene acompañado de fuertes sanciones y de los medios para hacer efectivas las mismas, las personas simplemente encontrarán la forma de vadear la ley y continuar con la conducta de siempre.

Por otra parte había un tercer punto de vista que planteaba que...


A VECES HACE MAS DAÑO O CUESTA MÁS
APLICAR UN PLAN DE ACCIÓN IMPROVISADO,
QUE EL HECHO DE NO HACER NADA Y DEJAR
LAS COSAS COMO ESTÁN

Éste último punto tampoco lo había contemplado y tenía mucho sentido, ya que se esgrimía el hecho de que habría que destinar unidades de la policía a vigilar que el nuevo decreto se cumpliera, en menoscabo de la vigilancia en el resto de la ciudad o barriadas. Todo ello pagado con nuestros impuestos.

Todo éste dilema y debate me llevó a un mayor grado de confusión, ya que tanto mi punto de vista como el de los demás me parecían correctos y sesudos y actuaban como las partes separadas de un mismo rompecabezas.
Por ello he llegado a la conclusión de que no existen las soluciones absolutas y en ello reside la belleza de los diferentes puntos de vista ante una situación dada.

Cuando estemos ante una disyuntiva - ya sea personal o laboral - es conveniente nutrirse de las opiniones de nuestro entorno, pero siempre pasadas por el fuego purificador de la razón y la lógica para saber discernir las opiniones valiosas de las que no lo son.

Sin embargo a veces descifrar la solución correcta para una situación dada es una tarea hercúlea, la cual inclusive puede dejarnos con el sinsabor de aplicar una con la cual no estemos totalmente de acuerdo, ya que - y siguiendo el ejemplo planteado - estoy de acuerdo con que el decreto no cambiará actitudes, pero sigo creyendo que es preferible hacer algo - lo que sea - a contemplar impávidos como las cosas siguen igual por el simple hecho de no poder llegar a unificar todos los criterios posibles.
No todo el tiempo se puede satisfacer a todos.


Posted via email from El Blog de Pixin

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