Tal y como lo definimos en la introducción de esta serie de 48 artículos - véase el enlace http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-el-inicio-de-una.html - el propósito es analizar en su totalidad "Las 48 leyes del Poder".
Hoy vamos a seguir con la Ley número 4.
Ley Número 4: Diga siempre menos de lo necesario
"Cuando intente impresionar a la gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una banalidad, parecerá una idea original si la plantea de forma vaga, abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad. Cuanto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería."
"La discreción en las palabras vale más que la elocuencia." - Francis Bacon
La discreción es una virtud que muy pocos cultivamos. Es de mucha utilidad en todos los campos y realmente creo que esta ley si es de aplicación universal, ya que en todos los aspectos le brindará beneficios al que la practique.
Esta ley está muy relacionada con la Ley Número 3 (ver http://yohelyav.blogspot.com/2009/06/las-48-leyes-del-poder-ley-no-3.html) y la práctica de ambas nos blindará contra las filtraciones innecesarios de información, con su consiguiente secuela de problemas.
Muchas veces en nuestro afán de quedar bien ante otros - jefes, superiores, familiares, compañeros, etc. - en lugar de ir al grano y plantear nuestro punto adornamos nuestra verdad con muchas palabras y para las finales nuestro interlocutor o quedará totalmente confundido o lo peor: no nos creerá.
Y lo mas triste es que probablemente estemos diciendo una verdad, pero por abusar del léxico no lo parece. Muchas veces en casos como este "Menos es mas".
Me ha tocado casos en mi vida laboral donde al tratar de explicarle a un cliente el porqué de un retraso en un trabajo, me molestaba en darle todos los detalles del caso para que él tuviera todos los elementos de juicio para comprender la situación.
Sin embargo - y no estoy diciendo que este comportamiento sea malo en el 100% de los casos - en muchas ocasiones me enteré posteriormente de que el cliente pensó de alguna de las siguientes formas:
- "Me está mintiendo"
- "No entendí nada"
- "Se las quiere dar de inteligente"
- "Si habla tanto es que está nervioso... algo anda mal"
Muchas veces si uno es escueto y se explica breve y sucintamente se gana uno mas la confianza de las personas que tratando de ilustrarlos sobre el tema.
A la mayoría solo le interesa que el trabajo se haga y a la fecha, por lo que no les interesan los detalles.
Además entre mas se quiera transmitir, mas probabilidades habrán de "meter la pata". Y probablemente estemos diciendo la verdad, pero por el hecho de no ser breves podemos ser mas propensos a decir cosas que nos pueden comprometer o peor aún: dejarnos mal o débiles.
Ahora otra arista de esta ley tiene que ver con su imagen. La que usted proyecta hacia los demás o hacia sus enemigos.
Siempre hay que ser muy cuidadoso con la apariencia que damos hacia los demás, ya que si actuamos de forma chabacana y rambulera así mismo nos van a tratar.
Siempre es bueno conservar un aura de misterio que nos de ese aire enigmático que a muchas personas les resulta irresistible, ya que siempre quieren estar "descifrando a la esfinge".
El hombre discreto saca mayores ventajas de sus enemigos que un tonto de sus amigos. - ProverbioInclusive, cuando usted se encuentre en un apuro y no sepa que contestar, puede hacer que una respuesta desesperada e improvisada parezca brillante y original siempre y cuando la sepa "vender" a su público rodeándola de misterio y transmitiéndola de forma vaga.
De esa forma sus interlocutores hasta podrían tomarle por persona de pocas palabras pero sabia y eso es lo que importa.
“Cuando se sabe todo no hay misterio. Y si no hay misterio, no hay arte.” - Roberto Cossa
Siempre es bueno guardarse algo para nosotros de manera que siempre los demás estén ansiosos por saber mas al respecto. No importa el tema: laboral, político, familiar, personal, etc., en todos estos campos es bueno crearnos una imagen de misterio y siempre dejar algo para después, al estilo de culebrón de TV, donde siempre nos dejan "enganchados" para querer ver el siguiente capítulo.
Si realmente queremos triunfar en la vida deberemos a partir de hoy empezar a cultivar un aura de misterio y a practicar la discreción y la parquedad.
Si somos demasiado transparentes las personas perderán su interés en nosotros y en todo lo que representemos y ello a la larga nos convertirá en personas carentes de atractivo para los negocios; política; y vida personal.
Esto aplica mucho para el terreno de la política donde la imágen lo es todo y donde estar en la mente colectiva se puede lograr a base de cultivar una imágen atractiva y de misterio que haga que la gente siempre esté pendiente de nuestras palbras y ansiando vernos en los medios.
Ello es una ciencia muy delicada donde el exceso de alguno de los ingredientes puede hacer que "explote" nuestra imágen en añicos y quedemos en ridículo ante el electorado, o aún peor: en el olvido.
Para un político la imágen lo es todo. Sea muy cuidadoso con ella y cultívela.
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