Otras personas son líderes innatos, que no requieren de ayuda para mover a las personas a hacer cosas y trabajar en nuevas ideas. Para todas aquellas personas que se encuentran en una posición en donde se les exige ser un líder, pero simplemente no saben que podrían mejorar, les presentamos una serie de consejos sobre cómo ser un mejor líder.
Es la función principal de un líder establecer un camino determinado hacia un propósito en común. Un buen líder establece una dirección hacia donde todas las demás personas (equipo) deben dirigirse. Asimismo, se debe establecer una meta y un propósito, bien explicado y detallado, para evitar confusiones y esfuerzo dobles.
Es la labor de un líder predicar el cambio, evitando el conformismo entre las demás personas e incitando a innovar y cambiar para mejorar. Un buen trabajo de un líder consiste en poner en discusión las ideas preconcebidas de las personas, para así romper con paradigmas y miedos al cambio.
De ésta manera se pueden crear nuevas ideas para innovar y mejorar en cualquier área que se requiera. Una buena técnica para mantener a la gente interesada y que se den cuenta del aporte que tiene cada persona sobre un proyecto completo determinado, es darle dos objetivos a cada persona que se está liderizando. Un objetivo podría ser su trabajo normal, y el otro objetivo podría ser una tarea a parte, en función de la meta final. De esta manera se incentiva a la persona a estar pendiente y cuestionarse las actividades que lleva a cabo.
Un buen líder, además de liderizar, colabora con su equipo e incentiva experimentar con nuevas ideas sin tenerle miedo al fracaso. Así es como se crean ideas que nadie antes había pensado. Por último, un buen líder es apasionado y trata de que su equipo siempre se sienta motivado.
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