jueves, 14 de mayo de 2009

La Magia del Objetivo... La Contraseña Indispensable para entrar al Mundo del Éxito

Una vez que ha encontrado el campo de actividad en el que desea desarrollarse, destacarse y enriquecerse, hay una regla que debe seguir absolutamente.

Para creer que uno puede hacerse millonario, que se puede hacer tanto dinero como se desea, para creer en los propios sueños, para hacer oídos sordos a los sarcasmos de los otros, hace falta una buena dosis de ingenuidad, de simplicidad. Para comprender y creer en la regla que vamos a enunciar hace falta simplicidad.

La regla es la siguiente:

«Hay que fijarse un objetivo preciso; un monto y un plazo para alcanzarlo»

No olvide esto: la gente que fracasa jamás tiene objetivos precisos.

El que tiene un objetivo flojo, incierto, o no tiene objetivo en absoluto, obtiene resultados acordes. El que tiene un objetivo preciso y pone en marcha un plan para alcanzarlo, siempre lo consigue.

En realidad, un objetivo es una manera sin duda la más simple, la más eficaz, de programar el subconsciente. Es una suerte de contraseña, indispensable, para entrar en el mundo del éxito.

Usted vale lo que cree que vale. Cuando establezca su objetivo, lo hará necesariamente en función de la imagen que tiene de usted mismo.

Apunte alto. El mayor límite que puede imponerse un hombre es su límite mental. Un hombre vale lo que cree valer. Por regla general, la mayoría de la gente se subestima aunque crea tener confianza. Todos los hombres y mujeres ricos han comenzado por tener de sí mismos la imagen (y por lo tanto el valor) de un millonario, antes de llegar a serlo. El primer año no se fije, sin embargo, una suma que le parezca inalcanzable. Vaya por etapas. Pero fíjese un objetivo ambicioso. Si usted apunta alto, aunque luego baje un poco, de todos modos obtendrá un resultado satisfactorio. Pero si no apunta alto y además no llega a la meta fijada, se decepcionará y no obtendrá más que progreso débil.

Escriba su objetivo. "La disciplina a la cual uno se entrega al escribir las cosas es el primer paso a la realización. En la conversación se pueden esquivar los problemas, a menudo sin darse cuenta. Pero cuando reúne sus ideas en un papel, debe atender todos los detalles. Así es más difícil abusarse ... o abusar de los otros” tal como lo decía Lee Iacocca.

No tenga miedo de proclamar su objetivo, o al menos de confesarlo a sus seres queridos más próximos. Por supuesto corre el riesgo de exponerse a burlas y sarcasmos. Pero tranquilícese. Los diez hombres más ricos, sin excepción pasaron por eso en una u otra ocasión, así como todos los que alcanzaron el éxito financiero. Estos últimos nunca se reirán de usted. Tal vez sonrían, pero será una sonrisa cómplice, porque comprenderán que también usted ha descubierto el secreto y no tardará en unírseles, en el círculo de los ganadores. En cuanto a los otros, reciba sus risas con indiferencia. Muy pronto será usted quien se ría...¡de ellos¡ usted conoce una verdad que ellos ignoran y que no quieren compartir: una meta precisa es el punto de partida de toda realización.

La magnífica obsesión. Convierta su objetivo en una magnífica obsesión. Escríbala en diversos lugares. Manténgala a la vista. Y sobre todo téngala siempre presente. Un gran principio de la mente afirma que la energía va adonde va el pensamiento. En virtud de este principio y haciendo de él una suerte de idea fija, todas sus energías contribuirán para llevarlo al éxito. Más aún: gracias al trabajo misterioso de su subconsciente, las circunstancias y las personas lo ayudarán de manera nueva y al principio asombrosa, a realizar su objetivo. Trabajar con ahínco, perseverar para triunfar y sobre todo, tener una magnífica obsesión.

El plan de Acción. Fijarse un objetivo engendra en general en el individuo una importante y súbita toma de conciencia. Es muy importante preparar un plan de acción. Por etapas, de manera que pueda seguirlo con la mayor claridad posible. Hay que saber atenerse al plan incial, pese a las dificultades y los obstáculos. Pero también hay que saber aplicar modificaciones y adaptarse en los momentos oportunos, adoptar otro plan superior, cuando se torne necesario.

Recuerde: la mayoría de las personas fracasa porque abandona demasiado pronto, cuando experimenta el primer fracaso o choca con el primer obstáculo.

Disciplínese. Es bueno fijarse un objetivo, incluso es necesario para enriquecerse, pero para ponerlo en aplicación, vivirlo día a día, hace falta disciplina. Todos los que triunfan tienen carácter, temperamento: son personas que poseen disciplina.

Extracto resumen, basado en el libro "Mi Primer Millón" de Charles A. Poissant y Christian Godefroy.




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