En éste mundo competitivo en el que estamos viviendo, siempre habrá alguien más joven y más preparado que tu.
Eso es un hecho estadísticamente cierto. Sin embargo, el hecho de no ser el mejor en los puntos arriba mencionados no quiere decir que estemos condenados al ostracismo laboral. Muy por el contrario. Si hay algo que todo jefe o administrativo necesita aplicar es la delegación de tareas.
Un administrativo inteligente sabe que todo no lo puede - o debe - hacer él mismo, ya que ello le podría disminuir el tiempo disponible para hacer las tareas para lo que realmente le están pagando y sobre lo cual le van a pedir resultados; gerenciar. Siendo así, volverse un elemento confiable para recibir las tareas que el administrativo desea delegar nos da una ventaja estratégica sobre el resto del personal, por muy bisoños y graduados que estén. Ello es así porque nadie va a delegar en una persona en la cual no confíe, ya que de otra forma tendría que invertir tiempo valioso en supervisar su trabajo y resultados. Ahora, cuando usamos la palabra "confianza" no solo nos referimos a la persona "per se", sino que además abarcamos el tema de los resultados que se esperan obtener. Todo administrativo desea delegar en alguien que sea celoso de los resultados que produce; en alguien que revisa y cuadra antes de entregar; en alguien al cual - de ser posible - no hay que revisarle nada: se sabe que lo que entrega está correcto. Si usted logra convertirse en alguien así, muchas puertas se le abrirán y su prestigio laboral siempre estará a la alza, con el consiguiente beneficio para su cartera. Para finalizar: sea celoso de sus resultados; entregue y ejecute a tiempo; cuadre y revise antes de finalizar y entregar.
Con éstos sencillos pasos usted se volverá imprescindible y valioso, asegurando con ello su futuro y prestigio laboral. Yohel Mensaje enviado desde mi BlackBerry® de +Móvil!
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