lunes, 8 de junio de 2009

Las 48 Leyes del Poder: El inicio de una Odisea


Estoy a punto de embarcarme en una aventura de la cual no sé si saldré victorioso, ya que desde su inicio se muestra titánica.

Sin embargo lo voy a tomar como un ejercicio de análisis y de ejercicio intelectual, ya que mi objetivo no es otro que “diseccionar” una obra polémica, en mi concepto ya que no estoy de acuerdo en muchos de sus conceptos, sin embargo no deja de serme irresistible su lectura.

Se trata de una obra de los autores ROBERT GREENE y JOOST ELFFERS llamada “Las 48 Leyes del Poder”.

En este libro los autores plantean de una forma irreverente y frontal una serie de leyes o principios los cuales riñen con lo políticamente correcto y caen en el maquiavelismo más puro.
El principio básico del libro es: “No importan los medios. Lo que importa es el fin”.

Sin embargo la realidad es que muchos de los principios allí planteados pueden ser de utilidad sacándolos de contexto y llevándolos lo más posible al terreno de la ética.

La fascinación que tengo por este libro es simple: nunca me atreveria a practicar varios de dichas leyes, pero muy en el fondo las comparto y hasta apruebo algunas de ellas.

El mundo de los negocios; el laboral; a veces el familiar; y principalmente el mundo político, todos son escenarios de competencia. Y si pensamos que con poner la otra mejilla nos granjearemos simpatías o sentimientos de lástima que nos ayudarán a ser los ganadores, estamos totalmente equivocados.

Ahora, el hecho de que constantemente nos veamos en situación de competir con otros no quiere decir que tengamos que pasar por encima de los demás para lograr el tan anhelado premio.
Sin embargo una cosa es cierta: tampoco es justo que nosotros seamos uno de los peldaños para que otro se eleve y gane por encima de nosotros.

Es estúpido que tratemos de facilitarles las cosas a nuestra competencia – por no utilizar el término “enemigo” – solamente porque nuestros principios así lo dictan. Nuestra sobrevivencia depende de ello.

Es así que enfoco este libro como un manual del buen competidor – repito sacándolo de su contexto original – donde aprenderemos a como competir sin darle las herramientas a nuestros “enemigos” para derrotarnos en el camino.

Hay que recordar que “El conocimiento es poder”, por lo que a continuación comenzaré con el principio No. 1 y en entregas posteriores iré desarrollando el resto de las leyes.

No sé si podré con tan titánica tarea; o cuánto tiempo me tomará, pero lo que sí es cierto es que el viaje será fascinante.

Ley No. 1: Nunca le haga sombra a su amo

Esfuercese siempre por lograr que quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su sensación de superioridad.
No permita que sus deseos de complacerlos o impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir, inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más brillantes de lo que en realidad son... y accederá a la cumbre del poder.



Este principio es muy interesante y riñe con muchos de mis cánones de conducta, pero no deja de tener algo de cierto.

Durante mi larga vida laboral he podido notar que no todas las personas en posiciones de mando manejan su situación de poder de la forma más constructiva posible.

Si a ello le sumamos que sus puestos dependen de resultados y metas alcanzables en un lapso de tiempo definido, y que por los logros alcanzados serán auditados; entonces todo ello produce en dichos directivos una sensación de ansiedad y estrés que los lleva fácilmente a la paranoia.
A este grupo le llamaremos “los ratones": Viven constantemente en situación de pánico.

Los ratones por todos lados empiezan a ver complots y personas que atentan en contra de su persona y ello les crea una gran inseguridad y temor a la pérdida de su posición dominante.

Ahora hay otro grupo altamente competitivo que lo único que anhela es el poder por el poder “per se”, por lo que constantemente hacen todo lo que esté en a su alcance para ascender en la escalera jerárquica y para ellos TODOS, superiores y subalternos, son competencia.

Está de más resaltar que este último grupo es altamente peligroso, ya que no actúan bajo el miedo, sino bajo el hambre de poder, lo cual los vuelve seres implacables y altamente destructivos. Es muy peligroso - casi suicida - enfrentarse a ellos frontalmente.
A este grupo los llamaremos “los tiburones”.

Ahora, no cometamos el error de pensar que un tiburón es más peligroso que un ratón, ya que las probabilidades de encontrarse con un tiburón o con un ratón son mayores para este último. Y hay que recordar que hasta el ratón más cobarde, si se ve acorralado morderá con furia.

Esta ley lo que trata de decirnos es que no es buena idea pavonearse ante nuestros jefes, y más aún si usted sabe que son tiburones.
Lo más inteligente es trabajar eficientemente y no hacer ostentación de ello para no herir susceptibilidades o para no “asustar” a sus superiores.

Ahora, si nuestro objetivo es ascender de puesto, quizás usted podría pensar que esta ley le obliga al conformismo y a la resignación. En mi concepto nada está más alejado de la verdad.

Lo que se estaría logrando, hipotéticamente, es silenciosa pero efectivamente levantar una imagen de empleado eficiente y capaz, que con seguridad añadirá aliados a nuestra intención de ascender de puesto. Dichos aliados serían los que más nos convienen: nuestros jefes.

Si nuestros superiores no nos ven como una amenaza, sino como elementos claves para su propio ascenso o para su propia sobrevivencia, entonces nuestro trabajo estaría asegurado, guardando las proporciones por supuesto, y las posibilidades de que logremos nuestros objetivos serán mayores.

En otras leyes se amplía un poco más lo necesario para diseñar nuestra propia estrategia de ascenso dentro del competitivo mundo laboral, pero ello lo veremos en la medida que desarrollemos los análisis de estas leyes.
Esto aplica más aún en el caso de que estemos en la base de la pirámide.

Bueno hemos terminado con la primera de las leyes. Faltan 47, por lo que les agradecemos si nos hacen llegar sus comentarios al respecto y esperamos que les sea de mucha utilidad.

Para los que estén intersados aqui hay un enlace para bajar un extracto del libro de marras: http://www.ziddu.com/download/5104495/8407173-48-Leyes-Del-Poder2.pdf.html

Autor: Yohel Amat

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