En muchas ocasiones en nuestra vida hacemos grandes sacrificios con el ansia de obtener a la larga un bien mayor, el cual compense tantas penurias y pesares. Para poder pasar por dichos "bautizos en fuego" hay que tener plena conciencia de la situación y de las circunstancias que involucran, junto con una clara conciencia de todo el panorama; de manera que podamos darnos cuenta a tiempo si la meta a alcanzar es lo suficientemente valiosa y útil para el alcance de nuestros anhelos. Si no hacemos dicho análisis desde el inicio, entonces podríamos cometer el error de actuar y desempeñarnos con dejadez o basados únicamente en la obligación del momento, lo cual lo único que nos traerá es resultados mediocres. Todo meta valiosa amerita sacrificios monumentales y en directa proporción al valor que le demos a la misma.
Siempre estaremos en la libertad de abandonar un proyecto, siempre y cuando nuestra decisión esté basada en un profundo análisis y no en decisiones basadas en emociones, o peor aún: en la pereza o en la comodidad del momento, descuidando el largo plazo. Para dilucidar la pregunta que le da título a la presente columna, la respuesta sólo la podemos dar nosotros mismos. Autor: YOHEL AMAT
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jueves, 17 de diciembre de 2009
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