En el capítulo 86 de una de mis series de TV favoritas - a saber "Seinfeld" - George le comenta a Jerry cómo ha llegado a la conclusión de que su vida es patética y mediocre basándose en que a su edad vive con sus padres; que no tiene empleo ni perspectivas laborales; que no tiene novia ni esposa y finalmente termina razonando que su vida a sido una cadena ininterrumpida de malas decisiones basadas en seguir lo que sus instintos le habían dicho que hiciera. Ante éstas razones, Jerry se le queda mirando y luego de un instante le dice algo por el estilo: - "Si todas las decisiones que has tomado hasta el momento te han llevado a éste punto; entonces de aquí en adelante empieza a hacer todo lo contrario de lo que tus instintos te indican." George asimila la magnitud de lo que Jerry le comenta; se da cuenta de la profunda verdad que conlleva y procede inmediatamente a actuar de dicha manera. En la cafetería hacía unos minutos había una dama, la cual era de muy buen ver. George había tenido ganas de acercársele y tratar de conversar con ella para conseguir una cita.
Sin embargo sus instintos le habían dicho que no lo hiciera, ya que las probabilidades de que ella se fijara en él con tantos factores en contra eran demasiado pequeñas.
De acuerdo al principio de "hacer todo lo contrario a como habías actuado anteriormente" George procedió a entablar conversación con ella actuando exactamente de esa forma: se mostró seguro; dijo toda la verdad sobre su persona; fue sincero... y el resultado al final fue éxito total.
Para no hacer largo el cuento, George en poco tiempo consiguió todo lo que siempre había deseado... pero llevándole la contraria a sus instintos. Con ésta anécdota quiero ilustrar el punto de que muchas veces queremos que en nuestras vidas se empiecen a ver otros resultados mejores que los obtenidos a la fecha, pero no queremos cambiar en nada ni actitudes ni acciones.
Con ello lo único que hacemos es caer en el principio que reza "Es de tontos esperar resultados diferentes haciendo exactamente lo mismo de siempre". Y ello es totalmente cierto. Periódicamente deberíamos revisar los resultados obtenidos por nuestras acciones y omisiones y una vez hecho un balance determinar cuales de ellas nos han alejado de nuestros objetivos y metas y proceder en consecuencia a hacer exactamente lo contrario; siendo ésta la única forma de obtener mejores resultados en el futuro. Mientras sigamos aferrándonos a esquemas mentales que nos están deteniendo en nuestra búsqueda de la excelencia, seguiremos perdiendo nuestro tiempo sumidos en la vana esperanza de que algún día las cosas cambiarán o mejorarán a nuestro favor. Les recomiendo que de actuar así consigan una silla; se sienten cómodamente en ella y esperen sentados. Dixi.
Sin embargo sus instintos le habían dicho que no lo hiciera, ya que las probabilidades de que ella se fijara en él con tantos factores en contra eran demasiado pequeñas.
De acuerdo al principio de "hacer todo lo contrario a como habías actuado anteriormente" George procedió a entablar conversación con ella actuando exactamente de esa forma: se mostró seguro; dijo toda la verdad sobre su persona; fue sincero... y el resultado al final fue éxito total.
Para no hacer largo el cuento, George en poco tiempo consiguió todo lo que siempre había deseado... pero llevándole la contraria a sus instintos. Con ésta anécdota quiero ilustrar el punto de que muchas veces queremos que en nuestras vidas se empiecen a ver otros resultados mejores que los obtenidos a la fecha, pero no queremos cambiar en nada ni actitudes ni acciones.
Con ello lo único que hacemos es caer en el principio que reza "Es de tontos esperar resultados diferentes haciendo exactamente lo mismo de siempre". Y ello es totalmente cierto. Periódicamente deberíamos revisar los resultados obtenidos por nuestras acciones y omisiones y una vez hecho un balance determinar cuales de ellas nos han alejado de nuestros objetivos y metas y proceder en consecuencia a hacer exactamente lo contrario; siendo ésta la única forma de obtener mejores resultados en el futuro. Mientras sigamos aferrándonos a esquemas mentales que nos están deteniendo en nuestra búsqueda de la excelencia, seguiremos perdiendo nuestro tiempo sumidos en la vana esperanza de que algún día las cosas cambiarán o mejorarán a nuestro favor. Les recomiendo que de actuar así consigan una silla; se sienten cómodamente en ella y esperen sentados. Dixi.
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