En muchas ocasiones muchos terminamos el día con el prístino sentimiento de que nada salió bien durante el mismo. Experimentamos toda clase de contratiempos, interrupciones, imposiciones, desaires y decepciones; por lo que al regresar a casa vamos totalmente irritados y desmoralizados. Todos hemos pasado por ello. No se en que estriba, pero cuando atravesamos temporales emocionales de éste tipo, pareciera que algún ente incorpóreo se divirtiera enviándonos más "dardos" hacia nuestro ya de por sí vapuleado estado emocional.
Todo pareciera empeorar independientemente de que estemos calmos ante ello. Yo le llamo a éste estado "ira contenida", ya que estamos en dichos momentos llenos de un "enojo santo" a tal grado que nos tornamos en ollas de presión. En dichos momentos muchos quisiéramos gritar y maldecir como forma de liberarnos de la tormenta en nuestra alma, pero la convenciones sociales y los convencionalismos de la etiqueta añaden un candado más a nuestra ya de por si ceñida "camisa de fuerza" social. Hay una canción llamada "Calm as a bomb" (Calmo como una bomba) que ilustra perfectamente el estado emocional que cientos de personas experimentan en nuestro entorno, al no exteriorizar sus emociones. Cada uno de nosotros debería buscar la manera constructiva de liberarse de las presiones que todos vamos acumulando, ya que de otra forma podríamos explotar, causando con ello daño a nuestro entorno y a nosotros mismos. En mi caso éste blog opera como una especie de catarsis personal donde expresar mis frustraciones y encontrar la forma de tornarlas en algo constructivo. Sentirse "calmo como una bomba" es socialmente más aceptado que perder el control en público, sin embargo emocionalmente al menos el segundo nos permite desahogarnos. Cada uno de nosotros deberá aprender a encontrar su propio método de "despresurización emocional" y continuar después con nuestra incesante búsqueda por la excelencia. Dixit. Mensaje enviado desde mi BlackBerry® de +Móvil!
Todo pareciera empeorar independientemente de que estemos calmos ante ello. Yo le llamo a éste estado "ira contenida", ya que estamos en dichos momentos llenos de un "enojo santo" a tal grado que nos tornamos en ollas de presión. En dichos momentos muchos quisiéramos gritar y maldecir como forma de liberarnos de la tormenta en nuestra alma, pero la convenciones sociales y los convencionalismos de la etiqueta añaden un candado más a nuestra ya de por si ceñida "camisa de fuerza" social. Hay una canción llamada "Calm as a bomb" (Calmo como una bomba) que ilustra perfectamente el estado emocional que cientos de personas experimentan en nuestro entorno, al no exteriorizar sus emociones. Cada uno de nosotros debería buscar la manera constructiva de liberarse de las presiones que todos vamos acumulando, ya que de otra forma podríamos explotar, causando con ello daño a nuestro entorno y a nosotros mismos. En mi caso éste blog opera como una especie de catarsis personal donde expresar mis frustraciones y encontrar la forma de tornarlas en algo constructivo. Sentirse "calmo como una bomba" es socialmente más aceptado que perder el control en público, sin embargo emocionalmente al menos el segundo nos permite desahogarnos. Cada uno de nosotros deberá aprender a encontrar su propio método de "despresurización emocional" y continuar después con nuestra incesante búsqueda por la excelencia. Dixit. Mensaje enviado desde mi BlackBerry® de +Móvil!
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