domingo, 18 de octubre de 2009

¿Que hacer cuando no se encuentra una salida?

arrinconado

Paciencia: forma menor de desesperación disfrazada de virtud.
Ambrose Bierce

Si hay algo que he aprendido en los últimos meses es que los viejos pecados tienen largas sombras y que hasta que no expiemos todos los mismos, tendremos que estar conscientes de que el verano no llegará.

Cuando los mastines del desempleo; las deudas; los problemas; las carencias o la desesperanza hincan sus fauces en nuestra carne, deberemos tener la suficiente sangre fría para resistir sin desesperarnos, ya que si somos presas de la angustia, entonces en nuestro afán de librarnos de las fauces de nuestros torturadores, lo único que lograremos es que las heridas sean más profundas.
Parece mentira, pero ante situaciones extremas, a veces la mejor estrategia no es correr como locos o el enfrentamiento directo: lo mejor es una suave pero firme estrategia ejecutada con tesón.

En mi caso, ya he llegado a un grado tal de desespero que me ha exigido el refinar mi actual estrategia y redefinir mis proyectos para determinar su viabilidad.
Tengo que dejar mi orgullo a un lado y enfrentarme a la realidad de que muchas veces – por no decir siempre – los plazos que nos trazamos para la consecución de nuestros fines no están escritos en piedra, ya que lo único cierto en esta vida es la incertidumbre.

La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.
Mario Vargas Llosa

Para prevenir mi actual situación, hace más de tres años había trazado un “plan maestro”, donde cumplí con todos los requisitos: planeación; convencimiento de las partes; visualización; etc.
Todo como dice el “librito”.
Sin embargo, el tiempo me ha enseñado que hasta los mejores planes se van por el caño por un motivo muy sencillo: la volubilidad de las personas que son vitales para el logro de la meta.

Por mucho que tratemos de actuar con eficiencia y convencimiento, raro es el proyecto que podamos realizar sin la vital ayuda de otras personas.
En mi caso, con las cuales iba a preparar mi escudo contra el mal tiempo que sabía iba a venir - a resulta de los profundos cambios que iba a enfrentar -, con el tiempo cambiaron de opinión o se dejaron asustar por los primeros obstáculos que se presentaron.
¿Resultado? Otro “Titanic” en el fondo del mar.

A inicios de año traté de levantar una compañía en compañía de dos socios, pero contra la desidia de uno y la irresponsabilidad del otro no pude luchar, por lo que nuevamente coleccioné otro buque en el fondo del mar del fracaso.

Posteriormente fui timado por un pariente, con el cual íbamos a realizar una empresa en familia. Pensé que iba a cumplir mi sueño de trabajar entre personas de mi propia sangre. Craso error.

Actualmente estoy en una nueva aventura empresarial, de la cual espero comentarles muy pronto cuando la misma vea su primera luz… pero mientras tanto la realidad hunde su puñal en mis carnes y me recuerda que mientras los sueños se cumplen, las deudas y las necesidades requieren de nuestra inmediata atención.

¿Que se hace cuando no se tiene una salida? Fabricarla.

Aplicar la filosofía de la hormiga, la cual ante los obstáculos busca la forma de continuar su peregrinaje en busca de su objetivo final. Si tiene que pasar por abajo o por arriba; por la izquierda o por la derecha lo hará, pero nunca se rendirá ni se desalentará.

Las consecuencias de nuestros actos irracionales nos perseguirán por mucho tiempo cual divino aguijón, sólo para recordarnos que si queremos expiar nuestras culpas y alcanzar nuestras metas, la mejor forma de hacerlo es contrarrestar nuestra pasada estupidez con inteligencia y paciencia; aunado a acciones inmediatas.

Autor: Yohel Amat

2 comentarios:

  1. Seguir haciendo las cosas según el plan, sin desesperar, sin rendirse. Tú eres el resultado de tus pensamientos y de tus decisiones del pasado. Dados tus pensamientos y tus decisiones de hoy, puedo asegurarte que tu futuro será brillante.

    Pero tienes que aguantar en el camino, sin desesperar, sin rendirte. Y acaricia y abraza esa lucha, ese camino. Piensa que, cuando decidiste venir a este mundo, lo hiciste con un propósito: aprender de tus errores para crecer como ser espiritual. Cada vivencia que tienes hoy es el resultado del plan de viviencia terrenal que trazaste cuando eras sólo espíritu. Lo que te ocurre pues, es lo que has elegido porque juzgaste que era lo que más te podía hacer crecer.

    Al respecto puedes ver mi entrada: http://enbuscademistalentos.blogspot.com/2009/08/lecciones-faciles-de-aprender.html

    Un abrazo y enhorabuena.

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  2. Fuego Negro: gracias como siempre por tus palabras y me sirve de aliento para seguir adelante. Ya leí tu columna y la misma es de edificación para mí. Muchas gracias.

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