viernes, 10 de julio de 2009

La Filosofía de la Hormiga

20080517102202-hormiga2

Este tipo de filosofía, basado en las actitudes recurrentes de las hormigas, es una fórmula de éxito para el alcance de nuestras metas en la vida.

Aplicando los cuatro principios de la filosofía de la hormiga podremos lograr lo que nos propongamos… o al menos aumentar las probabilidades de éxito.

Comencemos con el primer punto.

1. Las Hormigas Nunca Paran

No importa el obstáculo que las mismas se encuentren cuando van en busca de comida, ellas siempre avanzan. Nunca regresan al punto de donde venían hasta que no hayan logrado su objetivo.
Si tienen que hacer un rodeo para sortear un obstáculo, lo harán.
Si tienen que desviarse por la izquierda o por la derecha, igualmente procederán.
Inclusive si tienen que cavar para vencer un obstáculo, lo harán de ser necesario. Nada las detiene.

En la vida tendemos a rendirnos ante los primeros obstáculos y ello nos lleva a convertirnos en “abandonadores” profesionales. Nunca cerramos los círculos y siempre dejamos cabos sueltos.
El esfuerzo que hay que hacer ante el primer obstáculo nuestra filosofía de vida lo convierte en gigantesco y nuestra mente se encargará del resto: “¿Para que seguir? ¡Nunca podremos con ese obstáculo! ¡Es muy grande!”

Si aplicáramos este principio de la hormiga aprenderíamos a persistir y a usar los dones que Dios nos dio para tratar de sortear los obstáculos en el camino y alcanzar nuestras metas.

Ahora, hay una sutil diferencia entre ser persistente y ser terco.
La diferencia estriba en que el persistente tiene un plan de trabajo consultado y evaluado; mientras que el terco no lo tiene e insiste en seguir actuando bajo los mismos cánones de conducta que siempre lo llevan al fracaso.

Es por ello que debemos ser muy cuidadosos en entender que las hormigas son persistentes mas no tercas.
Si las hormigas fueran tercas, al encontrarse con una olla con agua hirviendo en su camino, seguirían en línea recta para continuar su camino con la consiguiente consecuencia de su muerte inmediata.
Las hormigas persistentes hubiesen utilizado el ingenio para determinar la mejor y mas segura forma de sortear la olla hirviente… y seguir su camino.

2. Las Hormigas en el verano ya están pensando en el invierno…

A diferencia de la mayoría de nosotros, las hormigas en el verano – época de abundancia; de hojas; de alimento por todas partes; de sol; de prosperidad – ya están pensando en el duro invierno que se avecina.
Y por eso mientras la mayoría de los demás animales están departiendo y divirtiéndose, ellas se la pasan acumulando alimento para poder sobrevivir durante la dura época que inevitablemente vendrá.

Mientras las hormigas hacen esto el resto de los animales les miran con ánimo displicente y a le vez se burlan de ellas diciéndole lo tontas que son al ponerse a trabajar en un día tan bonito cuando podían, en vez, estarse divirtiendo.

De más está decirles que cuando llegó el cruel invierno, las hormigas la pasaron muy bien, mientras que los demás casi mueren todos del hambre y frío, ya que no tenían ningún tipo de reserva para sobrellevar la fría estación.

Hay una sola realidad: los inviernos siempre van a seguir viniendo.

Es de tontos quejarse cuando nos encontramos inmersos en la ruina – y no necesariamente económica – y presas de la desesperación, si cuando estuvimos en tiempos de bonanzas no ahorramos para el invierno por venir.

Hay tres conceptos peligrosos para nosotros mismos y para el logro de nuestras metas:

irracionalidades.

Cualquiera de estas actitudes únicamente tendrán un resultado: nuestra perdición, ya que nadie puede impedir que los inviernos se presenten todos los años.

El optimismo es necesario para alcanzar el éxito, pero nunca puede estar por encima de las leyes naturales de la vida. Y una de ellas es inevitable: los malos tiempos siempre regresarán.

3. … y cuando es invierno están pensando en el Verano

Así mismo, cuando el invierno ha llegado, las hormigas tienen provisión de alimento y están conscientes de que la estación gélida pasará pronto y podrán nuevamente aprovechar la época de bonanza para aprovisionarse de alimento y disfrutar del buen clima.

Las personas que aplican este principio son optimistas y saben que a pesar de pasar por una mala racha o época, la misma pasará de una forma u otra, ya que la vida de desenvuelve por ciclos: hoy arriba, mañana abajo; hoy bien, mañana mal. Es la ley de la vida.
Por ello nunca caerán presa de la desesperación, a diferencia de las personas que viven en un constante invierno mental donde para ellas siempre los tiempos son malos y nunca acabarán, ya que según ellas hay que esperar a que el gobierno cambie; a que la economía mejore; a que en el trabajo le aumenten el salario; a que su pareja le comprenda; a que el precio del petróleo baje; etc. Todos factores externos sobre los cuales no tienen ninguna influencia.

Las personas “hormigas” por su parte saben ver oportunidades en todas las ocasiones y saben que los malos tiempos no duran para siempre… y aprovecharán al máximo los buenos.

4. La Hormiga siempre hace los mas que puede

Cuando la hormiga tiene que hacer algo siempre tratará de hacer todo lo que pueda; siempre cargará hasta donde den sus fuerzas. Ella sabe que se le va la vida en ello.

Si nosotros aplicáramos el mismo principio en nuestras vidas veríamos que siempre estudiaríamos lo mas que pudiéramos; trabajaríamos lo mas que pudiéramos; amaríamos lo mas que pudiéramos; leeríamos libros para nuestra edificación lo mas que pudiéramos; ahorraríamos lo más que pudiéramos; etc.

Abandonaríamos ese concepto de “cumplir” estrictamente con lo que tenemos que hacer y nunca dar ese esfuerzo extra; nunca andar esa milla de más.
Este tipo de conductas nos lleva a ser personas “promedio” y por ello nuestros resultados serán “promedios” también.

Ahora es peligroso sacar esta filosofía de su contexto, ya que podríamos también interpretar – por ejemplo – que también hay que gastar lo más que podamos; o tomar licor lo mas que podamos. ¡Cuidado!
La aplicación de esta filosofía es para nuestra mejoría, no para nuestra perdición.

Aplicar la filosofía de la hormiga en nuestra vida rendirá frutos inmediatamente y nos ayudará a ser personas de éxito.

Autor: Yohel Amat (http://yohelyav.blogspot.com)

No hay comentarios:

Publicar un comentario