En esta columna voy a comenzar resaltando una ley que - al igual que la de la gravedad – es incuestionable y aplica para todos: La Ley de la Acumulación.
Dicha ley reza en su contenido así: “Todo se acumula”. Así de simple.
Si comemos de más, acumulamos grasa; si gastamos de más acumulamos deudas; si ahorramos de más, acumulamos riqueza. Todo se acumula, ergo los éxitos y los fracasos también se acumulan.
Es muy importante para la consecución de nuestras metas que periódicamente hagamos auditos a nuestros logros y fracasos y los pongamos a ambos en la balanza para determinar hacia que lado se inclina: si hacia el fracaso o hacia el éxito.
Si determinamos que nuestros fracasos pesan mas que nuestros éxitos – todos tenemos logros en nuestra vida, no se auto engañen – deberemos entonces aprender de ellos y hacer las correcciones necesarias para comenzar ha inclinar las cosas a nuestro favor.
¿Como podemos hacer esto? La respuesta es igual de simple: comencemos a acumular éxitos e inclinemos la balanza en nuestro beneficio.
Errores y desaciertos siempre vamos a cometer, ya que somos humanos, por lo que siempre estaremos añadiendo peso al lado de los fracasos, sin embargo ello no nos debe frustrar ya que la idea no es volvernos perfectos e infalibles, sino acumular mas éxitos que fracasos.
Y no necesariamente tenemos que añadir un peso gigantesco que de un solo plumazo incline la balanza al lado del éxito, sino que hay que hacerlo poco a poco. Libra a libra. Así mismo como hicimos para inclinar la balanza hacia lo negativo: día a día; mes a mes; año a año; poco a poco, acumulando fracasos de forma tan sutil que no nos dimos cuenta hasta que ya era demasiado tarde.
Empecemos por logros pequeños que nos estimulen a metas mas grandes y vayamos acumulándolos en la balanza de nuestra vida del lado positivo.
Veremos que poco a poco las cosas empiezan a cambiar y veremos como lo bueno empezará a superar lo negativo.
Empecemos a acumular mas estudio; mas trabajo; mas esfuerzo; mas salud y ejercicio; mas ahorro; mas inversiones; mas cariño a nuestras familias; mas amor a nuestro Creador; mas libros; y empezaremos a ver como nuestra vida se transforma. Se nutre. Florece.
Finalmente hay algo muy importante: los fracasos así mismo como se acumularon, así mismo se pueden ir.
Es cierto. Algo del peso del lado del fracaso se puede eliminar y como consecuencia aumentar nuestros logros.
Por ejemplo: si acumulaste fracaso en forma de deudas, pagándoles te deshaces de dicho peso. Y si no vuelves a caer en el crédito ni en los préstamos, nunca mas agregarás lastre a tu vida.
Si has acumulado fracaso en forma de mediocridad laboral, puedes empezar a cambiar tu actitud en el trabajo y a hacerte realmente eficiente de manera que la empresa te recompense por los logros alcanzados, restando con ello en tu lado negativo y sumándolo al lado de los éxitos.
Es así de simple.
Manos a la obra y comencemos ahora si a inclinar las cosas a nuestro favor.
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