jueves, 3 de septiembre de 2009

En los negocios se recibe por lo que se paga

salario minimo

"No seas ambicioso y tacaño; la justa medida es excelente en tales casos." - Pitágoras

En muchas ocasiones algunas empresas – y más las que están comenzando – son muy celosas de sus gastos.
Ello es comprensible ya que cada centavo que se ahorre, es uno más a sumar para el renglón “ganancias”.

Éste fenómeno es aún mas evidente en compañías que comienzan operaciones, ya que normalmente nunca se cuenta con el capital que el emprendedor quisiera, y por ello tiene que hacer “de tripas corazón” con el dinero con el que cuente.

Sin embargo es sumamente importante hacer un alto y analizar un renglón que es básico para el éxito futuro de la incipiente empresa… por lo menos hasta que inventen los robots obreros: el recurso humano.

Lo mas conveniente es que las empresas hayan hecho un análisis sesudo sobre cada una de las personas que van a necesitar contratar; especificando claramente las funciones de cada uno y su perfil académico.

En una ocasión un amigo me contó que aplicó en una escuela de cómputo para dictar cursos de computadoras.
Sin embargo, al momento de la entrevista se entera que la compañía pagaba por hora, y que al sacar cuentas ganaría menos que el salario mínimo del país en ese momento.
Además las clases eran espaciadas, por lo que para cobrar el equivalente a un mes de trabajo tendría que trabajar durante dos.

Mi amigo tenía un perfil académico impecable y la empresa se hubiera beneficiado de alguien con experiencia y con don de gentes. Su respuesta fue negativa.

Aparentemente la escuela estaba interesado en contar con él, por lo que le dijeron que les hiciera una oferta.
Al presentar su tarifa por escrito, lo que recibió fue un silencio que dura hasta la fecha.

Ésta empresa quería contar con personal de primera… pero pagando salarios de tercera; lo cual aparenta ser una buena estrategia, pero a la larga lo que promueve es una alta rotación de personal, ya que ninguno de sus colaboradores tiene ningún incentivo para guardarle fidelidad a una empresa que no paga el salario que ellos consideran merecer.

Ahora, circunscribiéndonos al ámbito de las empresas de servicios, ello se acentúa más – si ello fuera posible – ya que al momento de atender a los clientes no actuarán como representante de su empresa… sino que verán al cliente como un mal necesario.

Lo más conveniente es que si no se pueden pagar los salarios adecuados para el perfil de empleado que vayan a necesitar, diseñen un plan de incentivos o de bonos de manera que el empleado pueda sopesar el hecho de ganar un salario por debajo de su capacidad, pero que al momento de sumar el valor agregado redondee un salario acorde con sus expectativas.

En el renglón “recursos humanos” no estamos tratando con bienes o seres inanimados, sino con personas con sentimientos y ambiciones.
Si no se toma eso en cuenta, lo que estamos contratando es un empleado resentido que hará su trabajo a regañadientes y que en la primera oportunidad nos abandonará para buscar un mejor futuro.

Autor: Yohel Amat

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