lunes, 21 de septiembre de 2009

Malas prácticas comerciales: la explotación inmisericorde del cliente; o de como las “manzanas” también se pudren

bandido

El capitalismo es la explotación del hombre por el hombre. El comunismo, justo lo contrario.
Anónimo

En días pasados sufrí una “tragedia” personal: mi Ipod murió; se dañó; R.I.P.
Estuve por horas tratando de resolver el problema a nivel de software, ya que tenía la esperanza que ese fuera el problema.
Sin embargo después de dos días de lucha llegué a una sola conclusión: el disco duro – es un modelo “Classic” de 160 GB – se había dañado.

Aquí comenzó mi calvario.

Como no tengo un alto concepto del servicio técnico en mi país, hice lo que millones de personas hacen alrededor del mundo: recurrí al Internet.

Allí me di cuenta de la marca y modelo nativo para mi Ipod y por ello entré a varios sitios en Internet para cotizarlo.
Descubrí que el precio más barato lo tenia Amazon.

Screenshot - 21_09_2009 , 10_14_37 a.m.

Este precio lo encontré escandalosamente caro para un aparato que actualmente se consigue en $279.00, al menos en mi país.
Siendo así decidí cotizar al día siguiente la solución a mi problema en compañías locales de servicio pertinentes.

Error No. 1: Miedo a dar precios

Cuando llamé a la primera, me contestó una joven que lo que menos quería era atender a alguien.
Me contestó de manera cansona y tajante. Ni siquiera un “Buenos Días”.
Le plantee mi problema, junto con mi opinión de que el problema era el disco duro y que por ello necesitaba que me dijera cuanto me costaría cambiarlo.
Se negó rotundamente a darme la información.

Lo único que supo decirme era que revisar mi Ipod y darme un diagnóstico me costaría $52.50; o sea casi un 19% del precio de uno nuevo.
Adicional tendría que sumar el costo de partes – que no quería darme – y la mano de obra.

Se podrán imaginar que le cerré el teléfono.

Error No. 2: Pensar que el cliente es ignorante

Con la segunda compañía recibí una mejor atención – al menos me saludó y escuchó mi planteamiento – sin embargo todo iba bien hasta que me dijo el precio de un disco de 30 Gb, no de 120 GB como el que encontré en Internet: ¡$225.00 más impuestos! ¡Y sin sumar la mano de obra!

Le agradecí gentilmente a la joven, no sin antes decirle que tenían una muy mala política.

Conclusiones

Vivimos en una época donde con unos golpes de tecla podemos verificar el precio real de cualquier bien e inclusive pedirlo para entrega a la puerta de nuestra casa y ello debería obligar a las empresas locales a entender que el único valor agregado con el que cuentan es la atención y el servicio… lo cual aparentemente es utópico.

No compren un Ipod Classic, ya que el mismo usa un disco duro que ya he comprobado que a la larga se va a dañar y cuando ello suceda mejor lo agarran y lo botan.
Busquen los modelos que usan memoria “Flash”, o sea todos los otros menos el mío.

Con respecto al servicio técnico, una vez mas compruebo que no estaba equivocado, y por ello sigo pensando que en nuestro país estamos huérfanos de buen servicio y de buena atención para nosotros los clientes.
¿Que tal es en el suyo?

Autor: Yohel Amat

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