martes, 18 de agosto de 2009

El Beso de Judas

judar traidor

Entre las juguetonas sombras de la amistad, se esconde agazapado el frío puñal de la traición. Abre los ojos. - Anónimo

En esta ocasión vamos a elucubrar sobre una de las características mas despreciables que existen y que está hermanada con la hipocresía. Se trata de la traición.

La misma ha sido definida como “La violación de la fidelidad o lealtad que se debe.

Generalmente cuando prodigamos amistad, lo hacemos a cambio de nada, ya que el simple hecho de confiar en alguien es un bálsamo para el alma, ya que ello nos permite abrir nuestro corazón y compartir nuestras cuitas, siendo esta una de las mejores formas de superar los sinsabores de la vida diaria.

Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía. - Jean Jacques Rousseau

Cuesta trabajo concebir que deambulen por la vida personas de tan baja estirpe que estén dispuestas a dar caza a sus semejantes para despojarles de sus bienes; truncar sus vidas; abusar de su hospitalidad y amistad; y escapar como si nada a la búsqueda de su próxima víctima.

Son personajes encantadores que hablan con sabias palabras y que a todas luces aparentan tener un velo de sapiencia y de poder; mismo con el que atrapan a su víctima en las propias redes de su ingenuidad.

¿Necesidad? Palabra cómoda con que el culpable se quita de encima la culpa, para arrojar en el vacío toda soberbia y traición. - E. de Geibel

Sin embargo existe otro tipo de traidor, el cual es el mas peligroso de todos: el cobarde.

Generalmente este tipo de cobarde rehúye sus responsabilidades y se escuda en las necesidades diarias para abandonar a las personas que confiaron en él… sin importarle un comino las consecuencias que sus actos acarrearán en las vidas y empresas de dichas personas.
Sobre una variante de este tipo de cobarde / traidor hablamos en el artículo titulado “¿Se pueden Servir a dos Amos?” (http://yohelyav.blogspot.com/2009/08/se-puede-servir-dos-amos.html).

Ante cualquier apremio o exigencia por parte de su entorno corren a ponerse a resguardo y – como no lo haría una persona de honra – proceden a desaparecer de vista, sin importarle si sus allegados se afectan por ello o no.

Estos cobardes, casi siempre son unos inseguros y su aparente autosuficiencia y encanto no son mas que un velo detrás de el cual se oculta un niño horrorizado por los desafíos que conllevan la vida diaria y para los cuales no tiene ni el carácter ni la disposición para enfrentarlos.

Casi siempre el que traiciona a un amigo lo hace porque muy en el fondo solo piensa en sí mismo, y aunque esgrima argumentos que calmen su conciencia – incluyendo a su propia familia – en realidad lo único que le interesa es salvar su pellejo… aun a costa de la gente que lo estimó y ayudó.

Sólo nos damos cuenta de la traición y de la amistad cuando ambas se cruzan... Allí podemos distinguirlas y compararlas, sentirlas y despreciarlas. El corazón no siente si los ojos no ven; pues, mis ojos ya vieron. - CENCIC

Uno de los elementos claves al momento de realizar negocios; o de cualquier actividad que involucre dinero, es actuar bajo la premisa de que no toda persona con la que nos relacionamos necesariamente sea un amigo.

Un conocido es alguien con el que uno tiene trato y comunicación; mientras que un amigo es aquella persona con la cual tenemos dos cosas: afecto y confianza.

Un elemento importante a desarrollar dentro de nuestro arsenal de virtudes, es aquel que nos permita distinguir entre un amigo y un conocido, ya que de esa forma podremos evitar muchas situaciones devastadoras para nosotros.

Por otra parte debemos tener el cuidado de evitar que una de las consecuencias de las traiciones que experimentemos en nuestra vida, sea el hecho de envilecer nuestra alma por medio del resentimiento y el cinismo.

Debemos aprender a discernir entre las amistades verdaderas y las falsas; y a nunca bajar la guardia.
Sin embargo no debemos “blindar” nuestro corazón, buscando con ello evitar volver a pasar por el dolor de ver como la traición toca a nuestra puerta nuevamente.

Lo que en mi caso haré será aprender de las experiencias y asimilar en mi mente el horror de saber que por nuestro entorno pululan seres tan abyectos – cual modernos Judas del siglo XXI – que no dudarán en posar su traicionero ósculo sobre la mejilla de nuestra confianza.

La verdad, es el alma de los honestos, la mentira, la de los cobardes, la traición la de los miserables. - Anónimo

Autor: Yohel Amat

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