sábado, 29 de agosto de 2009

¿Fracasar es sinónimo de ser fracasado?

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Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender. - Charles Dickens

Como ya lo hemos mencionado en otras ocasiones – “El Fracaso Exitoso” (http://yohelyav.blogspot.com/2009/07/el-fracaso-exitoso.html) – fracasar es uno de los terrores primarios de todo ser humano.

Ello lleva a que un gran porcentaje de las personas nunca exploten su potencial, ya que para hacerlo tendrían que exponerse al fracaso… y para eso se necesita valor.

Ese tipo de comportamiento equivale a que a cada ser humano se le regale un par de lustrosas y brillantes zapatillas nuevas… pero que optaran por tenerlas en casa guardadas; ya que no quieren que se les ensucien ni desgasten.
¿Tendría sentido ese comportamiento para usted?

Todos nacemos con ese par de “zapatillas” para que las usemos para recorrer grandes distancias, sin embargo preferimos recorrer sólo metros durante nuestra ya de por sí corta vida, solo por el temor de dañar o perder nuestro lustroso calzado.
Y eso que una gran parte nunca se las calzarán.

FRACASO: Falta de éxito o resultado adverso.

El fracaso no hay que personalizarlo, ya que las caídas son algo tangible, medible y material; sin embargo el sentirse fracasado es un estado mental.

Los reveses son inevitables, ya que son parte del proceso del aprendizaje.
Por mucho que se planifique y se tomen medidas de prevención, el fracaso siempre rondará nuestro camino… y la única forma en que un auto nuevo no se ensucie ni corra ningún riesgo es nunca sacarlo del garaje.

Cuando nos veamos en situación de fracaso; o cuando estemos saboreando la hiel de un revés en un proyecto de cualquier tipo – de negocios; de familia; de amistad; laboral; etc. – sepamos que el que fracasó fue el proyecto o el plan, pero que nosotros estamos hechos de material resistente para aguantar y asimilar los golpes recibidos, y para diseñar una mejor estrategia en el futuro que aumente nuestras probabilidades de lograr nuestros objetivos.

El mundo está lleno de personas que se ven a sí mismas como fracasadas y por ello limitan los cielos que podrían recorrer.
Peor aún, hay muchas que se negarían a aceptar que en fondo se ven como perdedores; sin embargo su conformismo e inacción dicen otra cosa: tienen miedo de actuar; de aventurarse; de tratar cosas nuevas; ya que en lo mas profundo de su ser están convencidos de que no tienen lo que se necesita.

Hay animales - como los perros -, que si desde pequeños se les mantiene en jaulas, limitarán su tamaño y serán más pequeños que sus otros congéneres crecidos en libertad.
La jaula limita su crecimiento y su cuerpo se adapta al espacio disponible… para nunca más crecer más de lo que la misma permite.

Personas que actúan así limitan el potencial de su vida, al encerrar el mismo en la estrecha jaula de sus mentes, limitando en igual forma las posibilidades de alcanzar grandes cosas.

Como dice la canción: “Es mejor querer y perder; que nunca haber querido”.

Autor: Yohel Amat


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